25 noviembre, 2024

El silencio de los buenos

En condición de Director de la franja de opinión de un Canal de televisión, trato de invitar personas de diferente extracción cultural, política, etc. a las varias secciones que manejamos, por eso contactamos a funcionarios del estado, a ciudadanos que hacen opinión o a personas que sabemos tienen un nivel o calidad profesional que los ha vuelto personajes destacados de la sociedad y que pueden aportar a la superación de ella, aún sin ser conocidos o considerados personajes públicos.

Pero día a día es más complicado. Incluso personas que han ocupado altos sitiales políticos y administrativos en algún momento, tratan de evitar la entrevista. En ocasiones, aceptan la tertulia televisiva, pero al enterarse del tema, se acuerdan de improviso del viaje pendiente o de última hora, o luego hacen llamar a su secretaria, al menos así se identifica, pidiendo las excusas necesarias por no poder asistir debido a contratiempos de salud, imprevistos, etc.

Ocurre menos con funcionarios públicos, especialmente porque los que se dejan contactar generalmente son de mediano rango que tienen cierto afán de notoriedad, pero los de alto rango que no vienen a Guayaquil de modo usual, se niegan y no por animadversión al medio, sino porque no saben el rumbo que puede tomar una entrevista y prefieren no arriesgarse. Otros de muy alto nivel simplemente ponen fechas estrafalarias de atención.

Dentro de esta escena encontramos que, por una parte, quienes no tienen nexos con el gobierno y que de algún modo están en desacuerdo con la posición y el rumbo que este se lleva, prefieren el silencio, piensan que de esta manera se evitan posibles retaliaciones. Esta situación me lleva a pensar que el silencio de las personas honradas, de los mismos funcionarios, está sustentado en un creciente temor a la posible censura oficial. La gente que de alguna manera hace opinión, los que deberían tener la mente libre, se encuentran mentalmente maniatados por el temor a la posible represalia y ser perseguidos de alguna forma.

Personalmente pienso que dicha represión podría darse, pero por parte de fanáticos como la venezolana que fue y atacó el canal Globovisión, el problema es que estas personas, en un principio necesarias para los gobiernos seudo constitucionales, luego son libres pensadores y se sienten con el derecho de patear a quien sea y se vuelven contra el mismo amo que los incentivó. Si no, veamos lo que paso con la brigada de rompe puertas de la UNE que atacó el Congreso y luego el Tribunal Electoral, aupados y protegidos por el gobierno, ahora quiso manejar su porción del Congreso y además imponer como llevar el tema educativo, como siempre lo han hecho, además tienen entre ceja y ceja el sacar al Ministro Vallejo, uno de los mejores secretarios de estado de los últimos tiempos y estuvieron al borde de imposibilitar la designación de las principales autoridades del Congreso a favor de Alianza País.

Creo que si hay alguna persecución del gobierno hacia alguien en especial, es a los periodistas que piensen que les pueden crear sombras, los ciudadanos comunes no son objeto inmediato ni directo de persecución, para eso están los obsecuentes servidores que no requieren ni siquiera la orden de perseguir, dañar, atacar. Se ataca al periodista que hace ver sesudamente las cosas y desde una cancha en la cual ha dado las normas de juego el mismo gobierno, alguien que juegue con sus reglas si es peligroso para el gobierno. De ahí los ataques a Carlos Vera, Jorge Vivanco, Guadalupe Mantilla, y tantos otros.

Creo que quienes se han convertido a lo largo de los años en personas que opinan tienen obligación adquirida con el público, deben seguir exponiendo sus ideas a favor o en contra del gobierno, pero no guardar silencio, porque eso es más dañino que hablar, porque demuestra e induce al miedo a todos, si se está a favor del gobierno dígalo, si considera que ha hecho cosas buenas o malas dígalo, pero no calle, el silencio de los buenos es más dañino que el palo de los malos. Se induce a la cobardía y se demuestra que cualquier tiranuelo puede gobernar en beneficio propio, de su círculo, de sus intereses y eso nos llevaría a la más abyecta de las dictaduras. Si hoy callan, mañana ya no tendrán oportunidad de hablar y el público, además de sus hijos, entenderá que es mejor callar y agacharse que vivir y morir de pie.

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  1. HACE UNOS POCOS DIAS VI SU PROGRAMA EN LA TV, TENIA COMO INVITADO AL EX MEDIOGRE GOBERNADOR JIMENEZ…
    ASI ES ESTE DESGOBIERNO SE INSULTA A TODOS LOS QUE OPINAN (CON LA VERDAD) SOBRE ESTE GOBIERNO DE LA LARGA NOCHE SIGLO XXI, JAMAS LOS ECUATORIANOS DEBEMOS OLVIDAR LA HORRIBLE TRANSMISION DE LOS CANALES DE TV QUE EL CORREA SE A ADUEÑADO, CANTANDO Y HABLANDO ESTUPIDECES JUNTO A SUS PANAS DE EL ALMA, CHAVES, CASTRO,ZELAYA ETC ETC..QUE PENA QUE NUESTRO PAIS AHORA SEA VISTO COMO COMUNISTA…
    CUANDO EN CAMPAÑA EL TIPO NEGABA QUE ERA AMIGO DE TODA ESA BASURA

  2. Alberto: Excelente artículo,sugiero que luchemos también, para que las Brigadas de la Revolución que se encuentran formando desde las mas altas esferas de Alianza País y del gobierno central,no nos silencien para siempre, tal como lo hicieron en CUBA Y VENEZUELA. Para todos aquellos que prefieren el silencio, sólo quisiera añadir un pensamiento del viejo luchador, de quien el presidente Correa se llena la boca hablando a cada momento: «Los hombres indiferentes a la desventura de la Nación, aunque sean privadamente laboriosos, son los auxiliares inconscientes de las desgracias y corrupciones de los pueblos. Su indiferencia los vuelve aliados tácitos de los tiranos,y con su pusalinimidad, se convierten en instrumentos pacíficos prontos a protestar contra los esfuerzos del patriotismo, que en unión del tirano, contribuyen a sacrificar.¡Obreros de la regeneración, perdonad a esos desgraciados que no saben lo que hacen!
    ELOY ALFARO DELGADO, 1895
    (Tomado de la Revista el Nivel de la Francmasonería del Ecuador)
    Thxeroxi

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