Autonomía: De la teoría a la práctica

Guayaquil ha vivido una revolución urbana, que le ha permitido renacer del miasma y crear las bases para convertirse en un polo de verdadero desarrollo del Ecuador, como una mega urbe generadora de negocios y oportunidades para todos los ecuatorianos.

Mantener esta perspectiva es el cometido que debemos abrigar todos los guayaquileños, hijos de esta ciudad tradicionalmente huérfana del apoyo del gobierno central. Por ello Guayaquil ha debido formar sus instituciones autónomas que han atendido las elementales necesidades de los ecuatorianos y extranjeros, habitantes de la ciudad y del resto del país.

Resulta ya largo enumerar las instituciones creadas por guayaquileños que han surgido por el abandono gubernamental, pero con orgullo podemos decir que el Benemérito Cuerpo de Bomberos, la Universidad de Guayaquil, la Junta de Beneficencia, Instituto de Higiene, SOLCA, LEA, entre otras que tomaron la posta de Olmedo por Guayaquil Independiente.

Los guayaquileños liderados por el Alcalde Nebot hemos visto surgir del basural generalizado a una nueva ciudad a la que aún le falta mucho por desarrollar, realidad que es señalada por los detractores de siempre que resaltan este aspecto que sin duda es un problema del gobierno central pero que la ciudad una vez más, ha tenido que afrontar.

Los teóricos de izquierda, con el sociólogo estadounidense James Petras a la cabeza, señalan que estos afanes de progreso en realidad son movimientos de secesión aupados por el imperialismo yanqui para desmembrar los Estados que no se han sometido a los designios del imperio. Y en sus artículos sobre Latinoamérica, expone los casos de Santa Cruz en Bolivia, del estado venezolano de Zulia y el de la ciudad de Guayaquil en Ecuador, como los polos autonómicos que a guisa de tal afán de autodeterminación buscan separarse de sus respectivos Estados, mediante una base de poder para desintegrar a sus países con ayuda del gobierno de los Estados Unidos que se ha asociado con los oligarcas de Ecuador y Venezuela para derrotar a los gobiernos de izquierda en la región. (James Petras, Rebelión, Separatismo y construcción imperial en el siglo XXI)

Este discurso de Petras es el que han calcado Chávez y sus seguidores y es frecuente escucharlo entre los insultos sabatinos del Presidente Correa.

Tal aseveración y sumada la invitación de Rafael Correa al pueblo a defender la revolución ciudadana, debe ser motivo a que el pueblo del Ecuador proceda a defender la revolución ciudadana como es la de Guayaquil, única en su género en el país. Por ello los guayaquileños debemos tomar esta posta y generar conciencia ciudadana a fin de lograr que el desarrollo de la ciudad llegue a todos sus confines y entonces veremos si esa corriente autonómica es una simple declaración de voluntad de una elite o una férrea decisión popular de una sociedad civil en verdadera democracia, defenestrando a los garroteros chavistas con la sola voluntad de progresar y de derrotar a una corriente populista autotitulada socialista del nuevo siglo.

Por ello la autonomía no puede quedar como un romántico enunciado de la gesta octubrina, sino que debe ser un medio para alcanzar el desarrollo efectivo de nuestra ciudad que replicado en el Ecuador será en beneficio del país.