Bien hace el Gobierno al exigir que se afilie al servicio doméstico, aunque el motivo que aduce es injustamente agresivo contra el patrono.
Uno de los más grandes problemas que se tiene en la actualidad, es el de la afiliación de los Empleados domésticos. Las personas, sencillamente ponen peros, que se me perdió la cédula, que está en casa de mi prima, etc., con tal de no ser afiliados. ¿El motivo? Si son afiliados, pierden automáticamente el bono solidario y todas las ventajas del mismo. Las personas quieren trabajar y aparte recibir el bono, regalía del Gobierno.
Por otro lado, no me pareció nada justas las expresiones del Presidente de la República en contra de los patronos de servicio doméstico. Es factible que haya hogares donde se trate en mala forma al servicio doméstico o se abuse de él, pero en muchos hogares son bien tratados.
El alimento que se prepara es el mismo para todos los de casa (empleadores y empleados) y si por casualidad hay alguna reunión y se les pide ayuda para el servicio fuera de las horas de trabajo, se cancela un extra por ese servicio. Es factible que puedan haber hogares en los que no se actúe así, pero estoy seguro que no es la mayoría y no se puede generalizar en esa forma, sin crear un ambiente hostil y rencor social, lo que se debe evitar a toda costa en un país en el que se quiere paz, libertad, confraternidad y solidaridad.
Uno de los problemas del bono solidario es justamente este. Conozco varios casos de personas que tienen que dar permiso a sus empleados para que vayan a cobrar el bono. Conozco también casos de personas que prefieren abandonar el trabajo y buscar acomodo en otro lado para no afiliarse y seguir recibiendo el bono solidario.
El trabajo doméstico en verdad tiene algunas ventajas: alimentación, vivienda, ropa (uniforme), en algunos casos incluso manutención de hijo, aparte del salario que se recibe. No lo considero un trabajo vergonzante y muchos de nuestros compatriotas que salen al exterior, van a otros países a trabajar en estos menesteres. Todo trabajo es digno y no hay servilismo en ninguno de ellos. La época de los esclavos ya pasó y si queda algún individuo que se crea con derechos a ser servido en esa forma, no se debe por ella, juzgar en igual forma a los demás.
Estimado Dr. No es preocupante lo de la afiliación de los empleados domésticos, el problema radica en el odio que el presidente fomenta entre clases, Fuera justo no sólo exigir que se afilie a los empleados, sino a la vez amonestar a los empleados a ejercer un buen servicio, dando lo mejor de si mismos en los hogares donde trabajan, para que haya una armonía entre todos. Muy al contrario, se le habla a los empleados metiendo cizaña, o sea que de ahora en adelante no se sabrá si lo que tenemos en casa es una persona de sevicio o un soplon de los CDRs. Atentamente