1.
¿No hubiera sido
mejor que Jesús se quedara con nosotros? – No.
a.
Si Jesús no se
marchaba de este mundo, no nos enviaría al Espíritu Santo. Lo dijo Él
mismo: Os conviene que yo me vaya, porque
si no me voy el Espíritu no vendrá a vosotros. ¿Tan importante es el Espíritu Santo? –
¡Por supuesto!…: La Redención lograda por Jesucristo quedaría inconclusa sin
el envío del Espíritu. En teología se atribuye, al Padre, la creación del
mundo; al Hijo la redención de la humanidad; al Espíritu, la santificación de las almas. ¿De qué serviría
la redención de la humanidad sin la redención de cada ser humano?, y esta
redención personal o santificación, es obra del Espíritu Santo. La redención se
consuma, sólo cuando cada hombre y cada mujer, llega a poseer el Espíritu de
Jesús, se transforma en hijo de Dios
y vive movidos por es Espíritu: Infundiré
mi Espíritu en vosotros y haré que os conduzcáis según preceptos y observéis y
practiquéis mis mandatos; arrancaré de vuestra carne…Yo pediré al Padre y os
dará el Espíritu, para que esté con vosotros para siempre…
El Espíritu Santo, que el Padre enviará
en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho.
Tal es la importancia del Espíritu Santo y tan importante es Su papel, que los
Santos Padres decía que “Jesús es el Precursor del Espíritu Santo”.