21 noviembre, 2024

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Intoxicación cognitiva

“Tiene un doctorado, dos maestrías, sabe tanto… ¿por qué no consigue un buen trabajo?”.

“Habla tan difícil, no le entiendo nada… ¡debe ser muy inteligente!”.

En las líneas anteriores expreso en palabras dos abstracciones que me he cansado de escuchar durante mi vida, por supuesto en diferentes contextos y en distintos tonos, aunque ambas dejan traslucir el hecho de que muchas personas asocian el éxito personal y profesional con el número de títulos que acumule –“enfermedad” a la que suelo llamar “titulitis”-, en tanto otras tantas están convencidas que el sólo hecho de conocer cosas garantiza la inteligencia… ¡ambas premisas totalmente falsas, irreales y limitantes!

1 comentario

  1. Estimado Guillermo, antes que todo permitame felicitarle, realmente es un deleite poder ilustrarme con sus publicaciones, en particular hubo una que me intrigo mucho, la que habla sobre Luis Napoleon Dillon, es un verdadero compendio historico sobre los antecedentes de la Banca en el Ecuador, sin embargo me quedo un vacìo, ya que al parecer una parte no pude encontrar en su pàgina, especificamente el capitulo 3 de la serie, mismo que le solicito cordialmente si podria de favor direccionarmelo a mi correo electronico para conocer un poco màs sobre este interesantìsimo tema, el cual, lastimosamente no le dan mayor realce en la academia. Aprovecho la ocasiòn para agradecerle por la enorme contribuciòn historico – cultural que realiza, tal como la etica lo exige para personajes de su talla y renombre.

    Saludos cordiles,

    JLF

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