¿Cómo se sentiría Ud., viendo la foto de su hijo, amigo, compañero o vecino encadenado como un animal?. Yo, sin ser lo uno ni lo otro; sino un ser humano que siente dolor por el ser humano, sentí angustia, pena, rabia. Me refiero a las pruebas de vida de los secuestrados por las FARC, ese grupo miserable de gente miserable, a los que todos los seres humanos deberíamos declarar malditos y elevar nuestra voz para que el mismo Dios los declare así, autodenominados revolucionarios y que supuestamente buscan el bienestar del pueblo colombiano.
El solo hecho de retener, secuestrar a una persona, situación que es un delito en todas partes del mundo, ya constituye una grave lesión a los derechos humanos, no se diga la permanencia de quienes han sido secuestrados, atados con cadenas, sujetos a los mas inimaginables vejámenes en el interior de la selva. Seguramente su fe inquebrantable en Dios o en una concepción especial o fuerza superior impedirá que estos hombres y mujeres prefieran la muerte a la vida infrahumana llevada en cautiverio.
Escapa de mi esfera de entendimiento este nivel de perversidad y de incumplimiento de los elementales principios de la solidaridad humana. Entiendo que el enemigo central del hombre es el mismo hombre, pero ¿es posible que una concepción política permita a un hombre llegar al extremo de ser el verdugo físico, mental y espiritual de otro hombre? Solo la locura genocida de los fanáticos hitlerianos es comparable a esta situación, solo ahí se justifico la muerte de millones de personas de todos los orígenes raciales, religiosos, condiciones intelectuales, luego de atroces torturas violaciones y experimentos. Creo que esta situación con los criminales autodenominados revolucionarios de las Farc ha llegado al extremo de que a Colombia se le debe exigir terminar con ellos, de cualquier forma, políticamente, militarmente.
La permanencia de las FARC en Colombia deviene desde cuando se alzo en armas un grupo que originalmente no fue comandado por Marulanda, quien se auto nombra comandante después de un tiempo. La historia de este grupo nos lleva a través de nexos con el llamado ELP y en otro momento el M-19 de Pizarro León Gómez, asesinado misteriosamente cuando se apuntaba como fuerte candidato a la Presidencia de la República, esa gente todavía peleaba con mística y convencimiento, no tenían los graves desvíos anti humanidad de los actuales seudo revolucionarios de las FARC.
No tenían el negocio del tráfico de drogas, ni el secuestro como medio de recaudación de dinero, en definitiva su lucha era más limpia y cuando vieron que el camino no era la pelea armada, dejaron esa línea y se integraron a la vida política, la respuesta se la ha dado el pueblo colombiano, no vota por ellos sino una porción muy pequeña de electores, está claro que por la via verdaderamente democrática no arribaran al poder. El pueblo colombiano es un elector más maduro, tiene una conciencia política que nace de la relsistencia a la guerrilla y la propaganda terrorista de las Farc y los grupos extremistas que han aparecido sucesivamente en Colombia.
Pienso que el derecho a disentir lo tenemos todos, cualquier persona puede no estar de acuerdo con la forma y la manera de llevar la administración de una empresa, cantón, metrópoli, país; todos podemos aspirar a cambiar la normativa política y legal de un país, pero para eso están los caminos que da la ley, la constitución, la vía democrática. Pienso y no quiero pecar de purista, que incluso la lucha democrática tiene que ser tan limpia que hay que empezar a regular verdaderamente el manejo de la publicidad para evitar las invasiones subliminales a los hechos reales. Sostengo que la verdad debe primar aunque eso haga daño al aspirante o al gobernante. Quizás soy de la línea infantilista, pero quiero que todo esté sustentado en una mayoría pura, no manejada, en una mayoría de voluntades reales no influenciadas. En ese momento creo que los gobiernos tendrán la legitimidad para llevar a sus pueblos hacia la línea deseada por el líder o conductor.
El gobierno obtenido por la fuerza de las armas es un gobierno carente de legitimidad, se mantiene un tiempo hasta que la erosión de la sin razón de la fuerza, pierde peso y es el peso de la legitimidad democrática la que arrastra al abismo a cualquier dictadura. Veamos si no, el Nacional socialismo alemán, el Socialismo Bolchevique, el franquismo español, el fascismo italiano, los tiranuelos centroamericanos, Pinochet, etc. El destino de cualquier dictadura es el repudio popular, incluso aquellas que llegan pervirtiendo la voluntad popular a través de propagandas y constantes elementos de publicidad convincente y engañosa.
Felizmente ya la propaganda de las FARC ya no engañan a nadie, ni nadie cree en ellas, no nos olvidemos que mas de un 50% de los alzados en armas son “reclutados” a la fuerza, bajo amenaza de muerte a sus familias en los pueblos de donde han sido arrancados. Si los caporales de la narcoguerrilla dieran la libertad de elegir sin represalias a los combatientes, estoy seguro que no quedarían sino los que hacen el papel de oficiales o comandantes porque ellos tienen participación en el negocio de la droga.
ESTE ASUNTO ES PROBLEMA DE COLOMBIA Y NUESTRO PAIS JAMAS DEBE METERSE EN ESTOS ASUNTOS NI PONER NOMBRES A ESTOS GRUPOS INSURGENTES. ESTO NACE DEBIDO A QUE URIBE ES PERRO DE LOS GRINGOS, ASI QUE LOS COLOMBIANOS SABRAN COMO LO RESUELVEN, ESO SI SIN FREGAR A LOS VECINOS.
La lucha antidrogas no debería tener descanso, a estos fulanos y a los que colaboran y/o reciben colaboraciones de ellos deberían de desaparecerlos de la faz de la tierra, tal como hizo en su tiempo León Febres-Cordero, más allá de los errores cometidos. Uno de esos colaboradores es el que sabemos.
¿Cómo puede llamarles grupos irregulares a estos malditos terroristas?!! Son delincuentes, narcotraficantes, asesinos y punto.
No tendrán jamás una pizca de arrepentimiento, por lo tanto merecen morir como perros, no importa si es en Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela o la conchinchina, es un problema del mundo, por lo tanto, el mundo entero debería estar contra ellos y colaborar en su exterminio.
Concuerdo totalmente con usted. Para nuestra vergüenza nacional, el presidente Correa pidió públicamente perdón al líder pro FARC en nuestro país y le acaban de hacer homenaje al ex-ministro de la doble cédula, doble discurso y ninguna moral. Y Correa sigue insistiendo en que no tiene nada que ver con las FARC. Pobre país!
I. Hurtado.
Completamente de acuerdo con usted Sr. Alberto Franco Lalama.
A los asesinos de las FARC o como diantre se quieran llamar, hay que exterminarlos como a las ratas de desagüe que son, a punta de plomo que parecer ser el único idioma que comprenden; y eso sin limitarse a ninguna frontera aparte del de la propia dignidad que tenemos como seres humanos.
La respuesta de los dos últimos comentaristas es ampliamente suficiente, para responderle al narcoguerrillero que se esconde detrás de ese seudónimo femenino, con su ultrajante vociferación en lugar de comentario.