21 noviembre, 2024

Ocho años después

Hace pocos días se recordaron los atentados terroristas contra las Torres Gemelas en los Estados Unidos de Norteamérica, donde murieron individuos de distintas edades, nacionalidades y credos, que en su mayoría no tienen ninguna relación con los atacados. Entre los muertos por ejemplo la cantidad de latinoamericanos fue enorme, y como dato curioso, entre los desaparecidos se encontraban 200 paquistaníes.

De los casi 6000 muertos o desaparecidos, la gran mayoría eran personas humildes que trabajaban como empleados, conserjes, mensajeros, saloneros, etc. Esta faceta del terrorismo nos demuestra su insania.

Por otra parte, el terrorismo atenta contra el derecho a la vida, la paz y la seguridad internacional.

Por la intencionalidad de los métodos utilizados y la muerte de inocentes trabajadores, el mundo entero condena el terrorismo; más este rechazo no conlleva la aprobación a la política desplegada por el ex presidente de los Estados Unidos George Bush, cuestionada por especialistas de ese país, y tachada por analistas de ese país, de imprecisa, vaga y desorientada.

Mientras tanto, el terrorismo ha ganado espacio, destrucción y muerte. Un ejemplo de lo que afirmo son los atentados que se han dado en varios países.

A esto se suma, que los terroristas utilizan la internet, las computadoras, los celulares, así como también explosivos de gran potencia, convirtiéndose en un terrorismo, versión siglo 21.

Por otro lado, para luchar contra este mal se necesita una acción coordinada a largo plazo por parte de los Estados. Nos enfrentamos a un grave problema que exige soluciones concertadas tanto a nivel policial, legal o financiero.

La falta de una verdadera justicia internacional es el mayor argumento para los que predican el terrorismo, motivo por el cual la solución de los conflictos internacionales es esencial para combatirlos.

Finalmente, no podemos olvidar que ocho años después el terrorismo sigue siendo uno de los mayores desafíos a los que debe hacer frente la comunidad internacional.

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1) Para poder comprender la organización de las Cumbres de Presidentes, es importante mencionar el estricto apego que en estas reuniones se hace del protocolo que significa regla o ceremonial diplomático establecido por decreto o por costumbre. En consecuencia el protocolo representa el orden y es un gran problema cuando un presidente se sale del orden establecido con anterioridad para el éxito de la reunión.

2) Es más, en la Cumbre Iberoamericana de acuerdo al protocolo estaba en el uso de la palabra la Vicepresidenta del Banco Mundial para América Latina Pamela Cox y llamó la atención el abandono de la sala por parte del presidente Rafael Correa Delgado, dejando su silla vacía ante el asombro de los demás presidentes.

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