La gran labor que desarrolla la M. I Municipalidad de Guayaquil, sin bombos ni platillos, indudablemente que es muy efectiva en beneficio de la reforma urbana de la ciudad. Quienes son adultos, pueden dar fe de su gran planificación, la que ha transformado a nuestro querido Guayaquil, haciéndola mas calida y mas hermosa, admiración y envidia de muchos.
El desarrollo urbano, realizado en busca del bienestar humano, para lograr un mejor estándar de vida de sus habitantes, día a día se extiende más, ahora en beneficio de las Parroquias Rurales Pascuales y Posorja.
La informalidad, que se inicio con la invasión de la tierra aledaña a los límites urbanos de la ciudad, se va transformando ordenadamente en un desarrollo urbano con la entrega de más títulos de propiedad de esas tierras invadidas. Así han pasado de áreas invadidas a áreas urbanas las Parroquias Tarqui, Pascuales, Ximena, Febres Cordero, Letamendi y García Moreno. Tierras que fueron invadidas cuando eran áreas inhóspitas, obligados por las circunstancias de la vida, que como emigrantes Provinciales, llegaron a la ciudad Puerto en busca de mejores oportunidades y así llegar a la ciudad “Luz de América” para instalarse aunque precariamente, pero con la inmensa ilusión de alcanzar un futuro mejor, con educación y salud, en beneficio personal y de toda la familia.