El correazo cobra su primer muerto entre sus antiguos aliados, los indígenas. Así paga el diablo a sus devotos. Primero los utiliza y luego los desecha. Pronto se dará cuenta toda la nación ecuatoriana del engaño y la traición.
El discurso violento se ha consumado y las manos limpias están manchadas con sangre. El juicio del presidente es sospechoso y su lamento también. No hay lágrima que devuelva la vida a los caídos y este gobierno es responsable de la ola de violencia en el país. ¡Abajo los opresores!
Es hipócrita llamar hermanos a los indígenas luego de discursos hirientes que incitan a la violencia, de llamarlos “pelucones” y “ponchos dorados”. Después de cantarles “que se vayan, que se vayan” ahora los llama a dialogar. ¿Y ahora que canción cantará? ¿La canción del “yo no fuí” o “Ese muerto no lo cargo yo”? Dice que el gobierno investigará el crimen pero ya no tienen credibilidad. ¿Y qué hacen los asambleístas?
La asamblea forma una comisión. Sabemos el resultado de comisiones sumisas a la tiranía, igual que las del gobierno, jueces y parte, como en la investigación de nexos del gobierno con las FARC. El presidente afirma que no fue la policía antes de investigar. ¿Es culpable el principal instigador, el máximo insultador del país que no previene pero lamenta y teme ir a la Amazonía a dialogar? ¿Teme a la justicia indígena?
La autoridad no se la impone, se la gana con respeto a los demás y a las leyes porque nadie está por encima de éllas.
No le parece a usted señor, ya que ha recibido dos veces la opinión del país sobre sus postulaciones electorales, que debe ser un ápice más honesto?
No cree que es necesario que se aclare algo sobre la muerte de Bosco? No puede esperar dos semanas hasta tener algún indicio para acusar al gobierno de asesinato?
Si usted puede postularse a la presidencia, bueno, cualquiera puede hacerlo.
El lenguaje violento y grosero es justamente lo que cuestiono y sugiero que es el motivo por el cual este gobierno es responsable. Hayan sido perdigones de los indígenas o balas de los policías, culpable es también quien tiene la responsabilidad de evitar antes que provocar, el instigador, el propiciador de enfrentamientos.
Señor una vez más leo sus líneas y veo lo poco que le interesa la objetividad en sus comentarios. Por personas que utilizan las plataformas de comunicación como usted lo hace, es que vamos a tener esta LAMENTABLE ley de comunicación que tratará de equilibrar la balanza (de forma equívoca) por el abuso que hacen ciertas personas de poner lo que se les da la gana en los medios, sin medir su responsabilidad social. Espero, con todo respeto que se apruebe este comentario.
El presidente de una naciòn debe ser una persona que busca la uniòn de los ciudadanos y no incita a la violencia, a la desuniòn ni utiliza la ofensa verbal. Los resultados de esa forma de gobernar estàn a la vista y la vìctima de la violencia se debe a la falta de previsiòn y a la falta de tino en gobernar. La libertad de pensamiento no puede ni debe ser restringida ni se debe culpar a una persona por su forma de pensar. Culpables son los que incitan a la violencia y deben recibir su castigo respectivo.