22 noviembre, 2024

La anexión de Guayaquil a Colombia en 1822: Parte final

Uno de los eventos polémicos en la historia de Ecuador es la anexión de Guayaquil a Colombia, por la discusión que existe entre los admiradores de Bolívar que sostienen vehementemente que la incorporación de Guayaquil a Colombia no fue por la fuerza de su ejército sino un acto voluntario de los guayaquileños y los que piensan lo contrario. Los primeros se sustentan en: una carta enviada por 200 guayaquileños solicitando desesperadamente unirse al vecino del norte, y las resoluciones de la Junta de Gobierno y la del Colegio Electoral. Pero la realidad es que las cartas que he presentado en esta serie de artículos confirman, sin lugar a dudas, que Bolívar anexó a Guayaquil por la fuerza.

Ellas no son las únicas, hay otras como la de Olmedo a San Martín del 22 de Junio de 1822, un mes antes de la llegada de Bolívar a Guayaquil, en que le habla sobre las intimidaciones de Bolívar.

Haciendo a un lado la polémica histórica, conviene analizar si hubo algún beneficio por la incorporación. ¿Mejoró la calidad de vida del guayaquileño?¿Se establecieron más colegios y hospitales en la ciudad?¿Mejoraron las carreteras en la Provincia de Guayaquil? Nada de eso sucedió, todo lo contrario, no se pudo acumular capital, tan necesario para el despegue económico. Uno de los indicadores económicos más importantes es la Formación de Capital que debe constantemente expandirse para poder mejorar la infraestructura de los países e invertir en el área social. La riqueza de la provincia de Guayaquil fue mermada, por la disminución de la producción y exportación de cacao y demás productos agrícolas exportables; por los excesivos impuestos y aranceles, y finalmente por las contribuciones obligatorias que debieron que hacer los empresarios. Entre 1822 y 1830, Guayaquil siguió sangrando económicamente. Bolívar continuó usando la riqueza de ella para financiar sus guerras en el sur, las revoluciones internas en Ecuador y Colombia, las guerras entre Ecuador y Colombia, y Ecuador y Perú. Lejos de ser 8 años de prosperidad fueron de severas crisis.

Las facultadas extraordinarias otorgadas a Bolívar fueron suficientes para que con una carta disponga de los fondos públicos, como se confirma en la siguiente carta de José. D. Espinal, General, Jefe del Estado Mayor y Secretario de Bolívar, al Intendente de Guayaquil. La ironía es que el 17 de Marzo de 1824, un extranjero (Espinal) se dirige a otro extranjero (Salom) para que se cumpla la voluntad de un tercer extranjero (Bolívar). En el uso de los dineros de Guayaquil no participa ningún ecuatoriano:

“S.E. ha comprado al señor Ricardo Alsop de los Estados Unidos de América una fragata de su propiedad nombrada la Kingston en 25.000 pesos. Por cuenta de este pago deben abonarse al señor Alsop en derechos de exportación e importación de esa aduana de Guayaquil 8.000 pesos. Así S.E, previene a US que se admita al señor Alsop o a quien él tenga a bien, la introducción de mercadería hasta cubrir con los derechos la mencionada cantidad de 8.000 pesos que le han ofrecido como dinero al contado”.(Memorias de O´Leary)

Otro ejemplo de Bolívar usando los dineros públicos de Guayaquil como si fuera su caja chica, se encuentra en la carta que J. Gabriel Pérez, secretario del Libertador envía al Intendente de Guayaquil:

“S.E el Libertador me manda decir a US. que los 11.687 pesos que adeuda el doctor Tomas Foley a la Aduana de Guayaquil se le admitan por cuenta del haber nacional que la República adeuda a este individuo como inspector que fue de nuestros hospitales con el carácter de Coronel, y por cuenta de los sueldos que se le adeudan del tiempo que sirvió…””.(Memorias de O´Leary

Sobre la terrible inestabilidad política y social que hubo en Guayaquil y resto de Ecuador durante la Gran Colombia, sólo basta citar a Juan José Flores, quien estando en el exilio en Europa, envía una prolongada carta a los ecuatorianos haciendo un recuento de su participación en aquel período. En ella él trata de justificar sus actuaciones y comienza narrando todos los obstáculos que tuvo que superar, pero no indica que no hubieran existido, si no fuera por la ambición de los generales de Bolívar:

“Recordad que en 1824 no vacilé en aceptar el mando del ejército de Pasto para concluir aquella guerra larga y azarosa. Recordad que en 1827 no vacilé en hacer frente. con 200 infantes y 80 caballos, a los vencedores de Ayacucho, que se lanzaron contra Ecuador. Recordad que en 1829,sin línea de comunicación ni retirada, no vacilé en salir al encuentro de 9.000 invasores, vencidos en Tarqui por 1.200 soldados. Recordad que en 1830, sublevado el ejército contra la nación, no vacilé en someterle y rendirle a viva fuerza…¿hemos disfrutado de quietud y sociego; y os responderéis, no…¿se ha incrementado la riqueza pública?; y os responderéis no…¿hay plan y medios para sacar al país de la postración en que se halla?; y os responderéis, no…”

El propio Flores resume el período de elevada violencia que vivió Guayaquil en los aciagos años de la Gran Colombia. Los fondos públicos lejos de usarse para mejorar la calidad de vida de sus habitantes se desperdiciaron para satisfacer las pasiones de militares extranjeros. Los campesinos fueron reclutados para aumentar el tamaño de los ejércitos y los frutos se perdieron por no haber suficiente mano de obra para cosecharlos.

Para Bolívar y otros que deseaban la anexión, la “republiquita”, como él se refería a Guayaquil en forma despectiva, no podía estar independiente, pero la historia ha confirmado que Estados muy pequeños, sí existen y tienen muy elevado nivel de vida. Un ejemplo es Singapur, que trató de incorporarse a Malasia, cuando obtuvo su independencia, pero la propuesta fue rechazada y no les quedó más que ir por cuenta propia. Actualmente Singapur con tres millones de habitantes tiene un ingreso per cápita, nueve veces mayor que el ecuatoriano. Los países caribeños, que fueron colonias inglesas, son otros ejemplos de prosperidad. Su nivel de vida es muy superior al del ecuatoriano.

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No hay comentarios

  1. Estimado Guillermo:
    A nombre de Casa Guayaquil-Nueva York queremos expresrle nuestra congratulación por su invalorable aporte para el re-conocimiento de un capítulo tan importante de la historia ecuatoriana como es el de la anexión manu militari de Guayaquil a Colombia por parte de Simóm Bolívar.
    En los espacios históricos interandinos la sola mención de una revisión de la historia es mirada como un acto antipatriótico, lamentable criterio compartido desde la presidencia de la república a propósito del libro Historia de Guayaquil de Efrén Avilés y Melvin Hoyos.
    El sentido de Patria exige que la narración de los hechos que la constituyeron sea verdadera, documentada y suceptible de ser revisada mientras otros documentos reveln nuevas verdades. Encerrarse en un dogmatismo propio de la fe y no de la historia es una de las aristas de la anti Patria.
    Vivimos tiempos en que los intereses políticos de caudillos autoritarios insisten la la divinización de la egregia figura de Bolívar, un ser humano como pocos, pero humano al fin, que tuvo granes aciertos políticos y grandes errores.
    La serie de artículos suyos contribuye a la humanización del Libertador y da luz sobre el zarpazo artero a la República de Guayaquil en 1822.
    Con nuestra admiración y aprecio,
    Ab. Ricardo Vasconcellos
    Lcdo. Onías Pacheco
    Ing. Carlos Vasconcellos

  2. Querido primo efectivamente, pruebas sobran para saber a calaña de Bolivar y su autoritarismo y alevosía! Qué decepción para Olmedo, tanto que trabajó por Guayaquil de mis Amores! Viva Guayaquil por siempre!No podemos declinar en tener nuestra libertad total y atonomía completa!

  3. Te felicito Guillermo, porque no te tiembla el pulso al escribir la verdad historica, cmolo lo hacia Gabriel Pino Roca.
    Guayaquil y su Provincia Libre fueron independiente por sus propios meritos y su propio esfuerzo. Nada tuvo que ver Bolivar en su independencia. Al contrario, como bien dices, los colombo-venzolanos gozaron de las rentas de Guayaquil. Por eso, el 6 de marzo de 1845, bien dirigidos por Olmedo, Rocafuerte, y otros, terminaron con el militrismo extranjero, y con los colores azul/celeste y blanco nació el Ecuador sin la intervención de extranjeros. Los colores azul/celeste y blanco fueron los de la Patria Ecuatoriana por 14 anos.

  4. Lo felicito por su entrega.
    Tengo una pregunta: Tiene usted algun documento que hable del General Jose domingo De la Mar Cortazar que fue General en Jefe de las Fuerzas Militares de la Republica de Guayaquil?

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