21 noviembre, 2024

Las fuentes vivas del Socialismo del Siglo XXI

Aparentemente original. Con un fastuoso marketing de luces pirotécnicas de respaldo. Para intimidar. También para atraer aplausos. Palabras altisonantes de falsa violencia para estimular el trauma ideológico de la galería. Un show, en definitiva, de máscaras y enmascaramiento. Toda una chatarrería de los desperdicios logrados en los basureros de la partidocracia con tanta ira denunciada. O sea, del albañal de ayer al actual albañal… Todo, sin embargo, enmarcado en el signo de la depredación. El poder depredador político de hoy, del oportunista socialismo del siglo XXI, viene de la depredación ideológica de los poderes de un pasado también oportunista.

Lo cierto es que después de que el stablishment monárquico del siglo XIX quedó tambaleando luego de la revolución francesa y los shocks de 1830 y 1848, remanente de lucha de aquella tradición revolucionaria, que trepó a su máxima expresión político social con la Comuna de París de 1870, algo había que hacer para bloquear las ideas socialistas en fuerte promoción…

Con la línea del despotismo ilustrado de Federico II de Prusia, Bismark, su mano derecha, busca encaminar política, ideológica y culturalmente la unidad alemana bajo el lema de su gran patrón monárquico. “El Estado –decía- es el protector natural de los pobres”. A partir de esta perspectiva el canciller germano planifica la imposición legal para regular el comportamiento ciudadano, desde la responsabilidad vertical de la jerarquía del poder imperial. Nada escaparía a los ojos y oídos del ejecutivo gubernamental. Concluirían las exclusiones de clase, las desigualdades sociales serían liquidadas mediante compensaciones y redistribución económica, los servicios de salud, educación e higiene serían gratuitos.

Para que esto funcione, eso sí, el Estado (entiéndase gobierno) estaba en obligación de intervenir en el mercado de producción e inversiones, de acuerdo a sus intereses. Queda claro que todo giraba en torno a una oposición terminante del liberalismo clásico, sinónimo de libertades sociales, políticas, económicas, culturales. El coro favoreciendo semejante idea aumentó y, prácticamente, todos a la vez en la Europa de esa época, cada instante más deteriorada, entonaban la misma canción. Aparentemente, había que terminar con esa vida de miseria de las grandes masas, “de la cuna a la tumba”. ¿Paraguas politiquero? Distracción circense para tomarse el tiempo necesario y lograr liquidar las ideas socialistas y comunistas, en beligerancia con la sociedad en vigencia, y mantener el statu quo existente.

Esta oferta estatal, tan magnánima, unas veces fue reconocida como la base ideológico política de un Estado Social sinónimo de solidaridad cristiana para “las clases bajas” y otras, de un Estado de Bienestar Ciudadana igual a Democracia más responsabilidad social, en el contexto capitalista del mercado. Por eso la necesidad de calificar al Estado como promotor del Interés Social, en que todo gasto en beneficio del conjunto de la sociedad está justificado. Conforme la planificación, en este andar, tomaba cuerpo, la persecución contra quienes no aceptaban la intervención centralista estatal, tenía efectos aberrantes. La policía con la caza ideológica de brujas cumplía órdenes diarias. Hasta el crimen fue utilizado para que el Estado de Bienestar (hoy de Buen Vivir) surta resultados positivos. Tres líderes de mucho renombre, opuestos a la primera guerra mundial, y denunciantes de la farsa social del mismo Estado explotativo, fueron liquidados. Los alemanes Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo y el francés Jean Jaurés no dejan de estar presentes en la nómina de los crímenes de los Estados de Bienestar Ciudadana de ese entonces… El paso político posterior, entre 1920 y 1940, significó el abrazo con el fascismo de Mussolini, Hitler, Primo de Rivera, Franco y de muchos países acólitos europeos.

Entró en boga el centralismo político estatista, la concentración individual de poder en el gobierno, el autoritarismo megalómano, el manejo irracional de la actividad financiero económica estatal, la anulación de la independencia y autonomía de la legislación y la justicia, redistribución glandular de las empresas industriales y las tierras campesinas sin solvencia crediticia ni de mercados. Y, por supuesto, una sola voz (el mandatario), con una sola idea (el fascismo), desde un solo partido (del gobierno) y todos los criterios de oposición silenciados (clausura y destrucción de los medios de comunicación e información). Los pocos victimados ahora eran cientos, luego fueron miles y al poco tiempo, con la segunda guerra mundial, habría que contar millones de sacrificados en el altar de la Revolución Ciudadana que tronaba en aquellos días en que las botas, las armas y la delación familiar tomaron auge.

Este populismo, que declaraba su posición socialista a voz en cuello, pretendía liberar al mundo oprimido hacia la plena libertad, pero encausada por el nacionalismo fascista. José Antonio Primo de Rivera que pronosticaba “un Estado Totalitario que distribuya sus frutos justamente a grandes y pequeños” fue fusilado por sus mismos coidearios en 1936. Entre tanto, con el cinismo de su mente paranoica, Mussolini declaraba la satisfacción de manejar el poder, porque “la verdad es que los hombres están cansados de la libertad”. Tenga presente, amigo lector, que aquí están claras las fuentes vivas del socialismo del siglo XXI. Y que desde aquí, desde esta chatarrería ideológica, integrada por la peor obsolescencia retardataria en lo social, político, cultural, económico está en marcha la destrucción del Ecuador, con el falso nombre rimbombante y chauvinista de revolución ciudadana, cuando no pasa de un autoritarismo populista fascistoide.

Artículos relacionados

Vale todo

En las campañas electorales vale todo. Por lo menos eso es lo que piensan algunos desadaptados que compiten para la Presidencia. Se sirven de todo tipo de artimañas y mentiras con el […]

Mujer, aborto y suicidio

De acuerdo con la OMS (Preventing suicide: A global imperative – 2014), el suicidio afecta de forma intensa a poblaciones vulnerables, pese a ser prevenible en gran medida. Aunque las causas para […]

No hay comentarios

  1. Felicitaciones, un excelente recordatorio de lo sucedido desde la Revolución Francesa hasta la segunda guerra mundial. Quién funge de Presidente de este país, no es más que un fascista populista y su Revolución Ciudadana una mascarada para encubrir la concentración de todos los poderes, bajo su egemonía Maquiavélica.

  2. A todo lo que usted manifiesta hay que sumarle la responsabilidad en el despilfarro de los fondos públicos. La publicidad innecesaria y atosigante que va a romper los bolsillos de los hermanos Alvarado y que nadie se atreve a demandar para detenerla. Los negociados de sus íntimos colaboradores y sus familiares cercanos. Nunca antes se había visto tanta corrupción.

  3. Maestro que gusto leer su articulo la calidad del mismo no me sorprende responde a la claridad de su pensamiento intacto desde aquella epoca que me daba clase en aquel pueblito que ya ni debe recordar,
    que bueno saber que en que lado está en esta triste division a la que la patria es sometida. saludos y espero encontrarme con sus articulos con alguna frecuencia.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×