Uno de los síntomas que demuestra que algo anda mal en una sociedad, es la aparición del abuso de los dineros públicos por parte de las personas que están en la obligación de administrarlos honestamente.
Es por estos motivos que en este artículo analizamos la figura del peculado que viene del vocablo latino Pecunia que significa riqueza. Específicamente peculado es la riqueza ilícita de un funcionario o de una persona encargada de un servicio público que, aprovechando su condición, se apropia o aprovecha de dinero público o privado.
En Roma, que es la cuna del Derecho, existió la Ley Julia del Peculator, que castigaba con la pérdida de la ciudadanía y prisión a los que roban rentas públicas. La pena se agravaba más si quien la cometía era un magistrado, siendo en este caso el castigo la muerte. Era tan difícil conseguir la ciudadanía en Roma que los no ciudadanos que denunciaban el peculado de un magistrado adquirían la ciudadanía.
La figura penal del peculado tiene una larga tradición legal en nuestro país. Vicente Rocafuerte, el constructor de la República, al percatarse de la poca moralidad de los funcionarios y empleados públicos, dispuso en el código penal en 1837, inspirado y prácticamente dirigido por el, que constara varios artículos destinados a reprimir los malos manejos de los funcionarios y empleados públicos. En su mensaje al Congreso 1838, Rocafuerte expresa enfáticamente el siguiente pensamiento: “Una nación que se encuentra servida por malos ciudadanos está condenada a la disolución. La ley debe de reprimir estrictamente a la persona que por enriquecerse defrauda el interés nacional, especula con caudales públicos”.
Otro gran Guayaquileño, Gabriel García Moreno inspira el código penal en 1871 en el que establece una pena de tres a seis años “al empleado público o persona encargada de un servicio público que hubiere abusado de dineros públicos o privados, títulos, documentos o efectos mobiliarios que estuvieren en su poder e razón de su cargo”. La disposición del Código de 1871 es una réplica del Código Belga. Recuérdese que García Moreno estudio en Francia y conoció seguramente los comentarios sobre el Código Penal Belga que era considerado el mejor y más adelantado de sus tiempos.
La figura del peculado se encuentra en el Código Penal vigente.
Esta breve reseña sobre la historia del delito del peculado tiene como finalidad que las autoridades competentes castiguen a los malos funcionarios que se introduce en la administración Pública y se enriquecen ilícitamente debiendo responder por sus malas acciones.
Cuando la ley, por obra y greacia de una dictadura civil o militar, está en manos corruptas, es imposible de aplicar.