21 noviembre, 2024

Fin de una era

Nuestra selección nacional de futbol salió tristemente eliminada de la competición mundial más importante del mundo, luego de ocho años de habernos hecho soñar y apasionar como nunca antes lo había hecho. Realmente la eliminación se dio en el primer partido cuando los llaneros venezolanos nos derrotaron en nuestra propia trinchera a 2.800 metros de altura.

Desde ahí las cosas se pusieron cuesta arriba, hasta llegar al otro partido clave que fue la pérdida ante Uruguay, también en la altura, que no fue por mal arbitraje, pues un buen equipo debe saber superar tales circunstancias.

La derrota se debió simplemente a dos momentos de distracción, una por exceso de festejos que se excedieron y les dio a los jugadores la sensación de que el partido estaba ya ganado al meter ese lindo gol de Valencia, siendo el mismo jugador quien promovió el exceso de festejos que ameritó su tarjeta amarilla. El segundo pestañeo fue por reclamar un penalty a nuestro favor al término del encuentro, pestañear que le dio a la velocidad de los delanteros uruguayos esa fracción de segundo que causó el penalty que sí lo cometimos, aunque a esa altura del partido no se suele pitar a un equipo local eliminandolo de la clasificación de un solo pitazo.

Finalmente, debimos ganar a Chile, y no lo hicimos. Los grandes equipos se expresan en esos complicados momentos. Pero la leche derramada sólo sirve para que la laman los gatos. Es hora de volver a ordeñar la vaca.

El ciclo de Luis Chiriboga ha concluido, aunque estatutariamente tiene todavía dos años. Si hubiese honor y pundonor, debería decirnos chao. Está empalagado en el poder ese es parte del problema. Muy buena labor, pero si es inteligente debe dejar de lado el gran caramelo que se llama FIFA. Dudo que lo haga porque se le chorrean las babas y estas se notan porque salpican y hasta se moja el suelo. Hay que abrir paso a una nueva generación tanto de jugadores como de dirigentes como para reinventar otro proceso, a sabiendas que nunca sera fácil y que dependemos de los bajones que tienen otros competidores, fenómeno que le pasa a Colombia, a Perú, y al mismo Chile o Uruguay que estuvieron ausentes de los mundiales en los que nosotros clasificamos ocupando sus lugares.

Es muy posible que para las próximas eliminatorias se veten los estadios de altura, y habrá que pensar en tal posibilidad porque realmente nuestra selección, esta vez, no le sacó tanto provecho por eso de los expatriados extraídos de su habitat.

No abogo para que se juege en Guayaquil, pues los capitalinos son mu suceptibles al respecto porque han tomado el estatus de capitalinos fuera del ámbito político, como Roma en su época imperial. La altura es mala para construir aeropuertos, pero los construyen, y ya no es suficiente para clasificar a un mundial, pero remover este tema pone en riesgo la reelección de Chiriboga, o la designacion de su reemplazo, cuyo unico candidato a la vista creo es Esteban Paz, ya que en Guayaquil está vacante el puesto porque en esta plaza se han acumulado más errores que aciertos.

Me han chocado las declaraciones de Chiriboga cuando afirma que antes de él nadie había conseguido nada, y que se debe construir un ascensor para llegar a las suites de dirigentes en el Atahualpa, como si ese fuese algun problema de verdad. Tambien la construcción de la casa del Futbolista en Quito es una señal de que nada se va a replantear respecto al tema. Se trata de contentar a todos y no hacer olas: lo realmente importante parecería ser que Chiriboga siga en la FIFA y hasta las calendas griengas.

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  1. henry raad, te felicito por tu acertado artículo, que por cierto lo comparto en la mayoría, pero también discrepo en ciertos puntos, por ejemplo,Que deba irse luis chiriboga sin terminar su periodo,no nos olvidemos que hemos asistido a tres mundiales (con el sub 20) y que hemos tenido buenos técnicos, que es verdad que las cosas no se han dado ultimamente, y que deben venir nuevos jugadores que por cierto están llegando, lastimosamente falta delantera, pero tenemos cuatro años para pulir esa nueva generación. Por otro lado no he visto los comentarios de luis chiriboga al decir que antes de su presidencia no se ganó nada,pero creo que es verdad!!!!, antes de su gestión no ganamos absolutamente nada…

  2. Como todos los comentarios del Sr. Raad, escritos con ligereza tocando solo asuntos superfluos y ninguno de real valía; tratando de envolver a la gente en sus caducas ideas, queriendo hacer creer que el mal del Ecuador es Quito.

    Le recuerdo Señor Raad, la base de las selecciones nacionales en la década de oro del fútbol ecuatoriano en donde se ha logrado dos clasificaciones a mundiales, una medalla de oro panamericano y una copa libertadores, han sido llenadas con jugadores serranos que juegan para clubes de Quito; coincidencialmente en la época con la decadencia del futbol guayaquileño.
    La FEF hizo de Quito un fortín, un lugar al que nunca se lo vendió ni se lo regaló (pregúntele sino a Coello que pasó con el partido contra Brasil en las eliminatorias para USA 94 y por qué se lo jugó en guayaquil). Chiriboga no es santo de mi devoción; es más, se sacó la lotería al encontrarse con una excelente generación de jugadores, en ocasiones subiéndose a la tarima del triunfo (pregúntele por qué estaba en la tarima que entregó la Copa Libertadores a Liga y jamás estuvo en la tarima que entregaba torneos locales al mismo equipo), negociando sus presidencias a cambio de viajes, etc. Aún así, yo le pregunto que hubiera pasado si se jugaban las tres eliminatorias anteriores en Guayaquil, dando prioridad a jugadores de clubes guayaquileños(con todos los intereses que esto genera), en lugar de formar una selección como la que se conformó, escogiendo una sede idónea para los partidos (no sólamente porque Quito se encuentre en la altura, sino porque los equipos que aportan más jugadores son de Quito, en donde ya se adaptaron sus organismos)? La respuesta es simple, hubiera pasado lo que ocurrió cuando Chile nos dejó afuera del Mundial del 66. Allí se jugaron intereses externos dejando afuera a Zambrano, Larrea y otros únicamente porque eran jugadores que no pertenecían a ninguno de los clubes del guayas.

    Le recuerdo además que la altura es un factor importante mas no determinante; si así fuera, entonces Bolivia mandaría en el fútbol sudamericano. O si así fuera Liga no hubiera dado la vuelta Olímpica en el maracaná, o no hubiera triunfado en Brasil frente al Inter por la final de la recopa, o no llevara una racha de 7 partidos invicto en Argentina, Brasil y Paraguay.

    Una vez más el Señor Raad destila odio hacia la ciudad capital de todos nosotros los ecuatorianos. Mídase en sus palabras que ya se le están acabando argumentos, o será acaso que abrirá nuevamente la discusión del bicentenario; cuyas bases jamás las supo sostener?

  3. La eliminación de la selección fue una muerte anunciada; se han dado algunas razones para ello por lo que resulta ocioso referirse, una vez más, a este suceso. Lo que hay que hacer es mirar al futuro. Para ello, es condición SINE QUA NON, la renuncia de Luis Chiriboga y su séquito, pues tiene un largo historial de actos reñidos con el bien hacer de las cosas en el manejo de la FEF y que además son de dominio público: Reelección espuria, sobornos, coyoterismo,centralismo, aviones llenos de invitados con dinero del pueblo para pagar favores, hacer lo que se le antoja, etcétera y más …y más etcéteras cuyas enumeraciones son realmente copiosas.
    El foot-ball del país no puede esperar a que se termine el periodo de Chiriboga para comenzar una nueva etapa, por lo que éste debe renunciar INMEDIATAMENTE, a fin de que el nuevo directorio, que obligatoriamente debe ser presidido por un costeño, comience su gestión aboliendo el centralismo malsano en que vive actualmente la FEF, teniendo como una de sus primordiales metas que las sedes de los partidos de la selección sean en en Guayaquil y otras ciudades de la costa ecuatoriana.

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