“Cuando la diferencia entre lo ganado y lo gastado es positiva, se llama lucro. Cuando es negativa se llama pérdida. La palabra lucro proviene del latín lucrum que significa ganancia”, dice el diccionario en internet.
En Derecho, se denomina lucro a la intención de una persona de incrementar su patrimonio mediante un acto jurídico legal o ilegal. Para otros es la “ganancia o provecho que se obtiene de una actividad o negocio”.
Lo que hoy preocupa y enormemente es que el Ministro de Educación reitere que en la propuesta de ley que envió a la Asamblea para su aprobación se deslice como si nada el siguiente texto al final del artículo 41: “las instituciones educativas particulares no tendrán fines de lucro bajo ninguna circunstancia o condición, debiendo reinvertir los excedentes de la gestión financiera en la propia institución o en proyectos educativos de responsabilidad social debidamente autorizados por la autoridad educativa nacional a través de sus instancias desconcentradas”. Todo ésta atípica aseveración debe partir del hecho de que se inicia satanizando el lucro como algo deleznable, malo e inadecuado, que no debe darse en una organización… ¡privada!, que por serlo también tiene controles ¡y vaya que muchos! de parte de las Direcciones Provinciales, Subsecretarías y otros estamentos ministeriales. Me pregunto… ¿quién querría poner sus ahorros para iniciar un jardín, escuela o colegio si los grandes “pensadores” del MEC lo condenan a la pérdida económica desde el vamos?. ¿Es que la mentalidad “kikuyesca” de los promotores de esta propuesta no los deja ver que se está violentando no sólo la Constitución sino también el derecho a desarrollar la mentalidad emprendedora de los ecuatorianos?
Lo de fondo, inentendible, también, va en la dirección de que la famosa Constitución de Montecristi dice en su artículo 348 que “las instituciones educativas que reciben financiamiento gubernamental deberán ser sin fines de lucro”. ¿Qué es lo que puede deducirse de comparar lo que la ley “madre” establece taxativamente y lo que la ley “hija” –proyecto de ley presentado por el Ministerio de Educación- aumenta para involucrar a la educación particular en el tema del “lucro”?. ¿Es posible que una ley inferior restrinja un derecho constitucional establecido?. Por otro lado, con todos sus bemoles, la Carta Magna aprobada por mayoría de votos es clara al expresar que el acceso a la educación es un derecho de todos los ecuatorianos, no así como quiere confundirse a la gente, asegurando eso de “servicio público”, lo es, tal vez, porque lo da el Estado, pero qué hay de aquellos ecuatorianos que por encima de pagar sus impuestos han tomado la decisión –por otro lado garantizada en la Constitución de “escoger la educación para sus hijos e hijas, de acuerdo a sus creencias, necesidades y opciones pedagógicas” en una institución privada-?
Los controles a la educación particular deben ejercerse, por supuesto, a eso está llamado el alicaído y obeso ente llamado Ministerio de Educación, revisando los presupuestos, verificando que la oferta educativa vaya acorde con lo que el padre de familia y el estudiante recibe, que se cumpla legalmente con los maestros y empleados administrativos, que se paguen los impuestos y tantas alícuotas gubernamentales, en fin, de que haya un funcionamiento de acuerdo a la ley, lo otro, eso de imponer un “sin fines de lucro” queriendo asumir la posición de los “buenos de la película” estableciendo en el proyecto de ley tan desfasadas ideas es sencillamente inconstitucional. Les puedo asegurar que sin necesidad de tal “diligencia” del Ministro, todas las instituciones de educación particular muestran su trabajo, es decir se preocupan por invertir constantemente en mejoras para las escuelas y colegios, pues eso es lo que sustenta la preferencia de los padres de familia y representantes que llevan a sus hijos e hijas a dichas instituciones, los padres de familia son veedores constantes de los avances, no son lo que otrora, sumisos para aceptar lo que les den, exigen y están en su derecho.
¿Qué es lo que se quiere?. ¿Acaso seguir en el proceso lento pero seguro de ir aniquilando a las organizaciones privadas de calidad para demostrar que las estatales pueden igualarlas?. ¿Igualarlas volviendo mediocres a todas?. Ojalá y los asambleístas corrijan tan equivocados artículos, pues de lo contrario, estaremos asistiendo al comienzo del fin de lo poco bueno que teníamos en educación en el Ecuador…
Estimado Roberto, que más podemos esperar de un grupo de trasnochados de izquierda, que su única misión, como lo decía Churchill, es redistribuir la pobreza entre todos, y ellos, con sus dádivas encubiertas, tratar de controlar la conciencia del común de los ciudadanos; si no nos juntamos todos los frentes que estamos siendo «desbaratados» por los ideólogos caducos de una pseudo izquierda y formamos uno común de Resistencia Ciudadana, se nos vendrá un futuro sombrío, no sólo para esta libérrima ciudad progresista, sino para todo el País.