Cuando escuché esta frase rebotaron mis recuerdos que no dejaban de causarme una sonora carcajada. Del pasado porque recordé recorridos por zonas abandonadas de Esmeraldas donde solo existía la sabiduría popular, con negros viejos canosos que respondían con frases jocosas preñadas de filosofía pura.
Del presente inmediatamente recordé la noticia del momento en este circo político ecuatoriano en donde como notición un conocido periodista político motivado por sus deseos de vendetta anuncia ante la crema y nata de la sociedad, que inicia su carrera política. Como que si la amnesia colectiva nos evitara recordar que la inició con Durán Ballén para luego continuarla con Bucaram y con Palacio desde la tramoya, para intentar encaramarse en el carro del actual mandatario del cual lo bajaron y por la fuerza de la gravedad lanzado al pavimento. La experiencia con Gutiérrez no le dejó lección alguna. Él quería seguir surfeando la ola, y su intento actual lo hace pensar que el Ecuador es Montañita, Waimea o Máncora.
Este periodista carente de visión ha cometido el grave error de sugerir e indicarle el camino a los ecuatorianos por más de una ocasión, camino que por cierto resultó siempre tormentoso y equivocado. De su último cálculo guarda grandes heridas por las ridiculizaciones que su ego ha sufrido al ser llamado en términos tan duros para su psiquis como aquel de: “TARZÁN DE BONSAI” y muchos otros que no tiene sentido recordar. Este periodista que por su carencia de ecuanimidad solo en nuestro medio podría ser reconocido como tal, hoy pretende liderar un pueblo. Pretende salir de la bodega del barco para pararse en la proa y marcar el ritmo de remada, los esfuerzos de 13 millones de ecuatorianos. Con este capitán no me cabe duda que nuestra embarcación sería atraída como imán al norte magnético de la destrucción. Algunos ilusos se consolarían diciendo: Cualquier cosa menos lo actual, y yo les respondo: hay que apuntar a la verdadera excelencia, no a aquella maquillada por el marketing político, que al pueblo sin preparación académica le hizo creer que una adivina gringa soñó que Correa sería el próximo presidente.
Tanta fue la miopía política de este comunicador que intenta ser presidenciable que tuvo junto al él en pantalla compartida a un verdadero Estadista en las elecciones del 2.006, y no fue capaz de reconocerlo, todo lo contrario al ser hincado en su ego lo sacó de la pantalla. Si le hubiera dado la oportunidad de que su mensaje trascienda, por la fuerza mediática de la televisión, todo lo que sufrimos ahora no estuviera sucediendo, es más, nunca lo hubieran ridiculizado y quizás aún estaría en su canal. Pero tan necio él, se tomó de las manos e hizo la ola en pantalla con el actual mandatario a quien recuerda hoy en cada instante de su existencia y le hace contraer de coraje todos los músculos de su organismo cuando se lo nombran.
El Ecuador no necesita un presidente motivado por odios. El Ecuador necesita de un hombre superior, uno con su espíritu forjado en las condiciones más rigurosas, un triunfador de todas sus adversidades, un hombre sin cadáveres en su armario, limpio transparente, grande, líder, inspirador, ejemplo, el cual haya entendido que la polenta, la inteligencia y el amor por su pueblo son las únicas herramientas para el triunfo. Que combata la corrupción con el único antídoto que existe y que es el ejemplo de una vida transparente e impoluta. Por eso digo que mientras los personajes que dicen ser conocidos sigan creyéndose presidenciables…….
¡“CUALQUIER TULLIDO SE CREERÁ TRAPECISTA”!
DEDICATORIA: A Kenya Ordóñez, a quien no conozco y verdadera acuñadora de la frase que hace de titular, y a través de ella al amor y a la pasión que solo las mujeres negras son capaces de sentir y hacer sentir.
Simplemente de acuerdo.
El Ecuador no necesita un presidente motivado por odios, como usted acertadamente acota en su escrito, de lo cual uno puede figurarse que tampoco podríamos resistir un presidente de postura extrema; entonces de la lista aquella hay que sacar a algunos que son promocionados por algunos articulistas llenos de odio y extremismo que escriben en este portal web. No es su caso Sr. Díaz, por cierto.
Estimado,
Puede ser que el Sr. Vera sea o no sea presidenciable, en realidad no me interesa y ni creo que a muchos – esa parte nos interesa.
Lo que si es grave y mucho, es que no hay quien se pare al frente y lidere una oposiciòn con inteligencia, con respeto, pensando a lo futurista,etc etc etc. todos hablamos y hablamos pero no nombramos con nombres y apellidos quienes o quien podrìa ser esa persona…. Y SABE POR QUE, por que nadie quiere proponer a alguien y esa persona resulte ser que pasamos de GUATEMALA A GUATEPEOR….
Lo que si debemos hacer es defender a los que defienden lo bueno y rechazar al que defiende lo malo. Creo yo.
Atte
Manolo
!!Asi es !! Como usted lo dice cualquier cosa menos la actual,me imagino a quien se refiere,pero yo creo que en estos momentos deberian de estar unidos,ser un solo grito,encontra del actual gobierno,solo asi podemos hacer que el pueblo entienda hacia donde nos estan llevando como Pais,muy buen articulo y lo felicito,pero hay una frase de un hombre que les dice UNIDOS SOMOS MAS, es asi como debemos estar,para tratar de sacar el Pais del Caos que lo han sumergido,esto no es Izquierda,no es derecha,es un Pueblo desesperado en busca de soluciones.Unanse y de verdad apunten hacia la excelencia por un Ecuador Mejor.
{«El Ecuador necesita de un hombre superior, uno con su espíritu forjado en las condiciones más rigurosas…»}
Estimado caballero, lleva bastante razón en sus palabras, sin embargo, me permito recordarle que al momento en el Ecuador hay muy pocos personajes, podemos contarlos con los dedos de las manos, que se atreven a decirle un pio al Sátrapa de Carondelet.
Le recuerdo también que es tanta la desidia y el desprecio que muchos ecuatorianos sentimos por este desgobierno que Lucio Gutiérrez estuvo a punto de pasar a una segunda vuelta, así de desesperados estamos, le aseguro que si en lugar de Lucio estaba otro ciudadano honrado cualquiera, la cosa habría sido radicalmente diferente.
Si Ud. tiene nombres que reúnan las cualidades que Ud. muy bien menciona y que estén dispuestos a competir contra el hábil manipulador de masas de Carondelet, bienvenidos sean, mientras tanto seguiremos construyendo el camino de salida del Sátrapa con o sin Carlos Vera.
Vamos a sumar.
Saludos.
Señor Diaz, la curiosidad por el entendimiento me da para escribir, pues del seudo periodista, ya que una cosa es ser entrevistador y otra periodista, estamos de acuerdo, que no solamente esta su odio hacia el de turno y antes habían intereses económicos. Pero algo que si es claro y lo mencionan Fernando, en Ecuador no hay figuras políticas reconocidas, por lo tanto imagino usted confía en el Sr. Sagñay y es al que se refiere en su articulo.
Pero algo me llama la atención y es que usted habla de odios, y entreveo resentimiento por la antipatía, y en la mayoría de los comentarios, invocaciones a la unión para compartir un mismo odio. Caramba, me parece que no es su intención, pero es lo que dejo como legado el ultimo líder, enraizándolo como cultura de comportamiento.
Dios nos libre de personas que rodeen a los Presidentes, pues a mi entender estos hacen más daño al país, que el mismo ególatra que se siente en Carondelet. No solo hace falta una figura, sino muchas, no solo hace falta intención, sino preparación.
Los hay en Ecuador??????
El nombre es Carlos Sagnay De La Bastida y ya viene para ser la voz de los que no tenemos voz.
La Unión hace la fuerza.
Saludos.
JD:
Me parece que hay un porcentaje interesante de fundamento en este artículo pero al final de cuentas, lo que llama la atención es la superioridad moral que supone poseer el autor para dar con tanto desenfado, su veredicto tajante de qué es lo bueno y qué lo malo a lo que tenemos que acogernos todos los integrantes de este país.
Mal gusto se impregna a ratos en este artículo (coraje, por ejemplo, no es sinónimo de rabia). Sobre todo, cuando recoge una frase del arsenal de insultos del actual mandante. Es insufrible repetir los denuestos de tan pésimo comunicador que sólo busca denigrar a los que no piensan como él.
Al final de cuentas, Carlos Vera ha transitado en el quehacer socio-político del país. Se suele errar cuando se intenta salir de la mediocridad ¡Qué cómodo es juzgar desde la comodidad del cuasi-anonimato!.