Los apagones que sufrimos, gracias la imprevisión del gobierno, al que eligió el pueblo para que enderece los males de los gobiernos anteriores, para lo que ha tenido tres y que no ha ocurrido, manteniendo los vicios que podría haber corregido, por lo que ya no cabe echarle la culpa a sus antecesores, los que siguen teniendo una parte de responsabilidad por lo mal que se hicieron las cosas; pero, el actual comparte la responsabilidad por no remediarlos.
El problema eléctrico es uno que se conoce desde mucho tiempo atrás, incluso se dieron proyectos interesantes con intervención de la empresa privada, se plantearon entre otras cosas Alianzas Estratégicas entre empresa extranjeras y nacionales con las del Fondo de Solidaridad, pero, asalariados (as) del infame negocio de las barcazas se encargaron de obstruirlo, porque se supo en el medio y lógicamente nunca dejaron las huellas, que se repartieron algunos millones de dólares por bloquear la remediación del mal negocio eléctrico que representaba tanto la compra a Colombia cuanto el sistema de fijación de precios conforme el último generador que entraba en el mercado, así como el pago fijo por potencia instalada, para eso trajeron las barcazas, porque su costo de generación es tan alto que es mas negocio para el estado tenerlas apagadas, ya que al prenderlas elevan el valor de pago a los demás generadores, generándose fortunas en los montos a pagar, que lógicamente enriquecen a unos y permiten que los generadores del estado tengan ingresos sobredimensionados.
Este problema se pudo considerar entre los primeros a solucionar, pero lamentablemente primo la agenda política antes que la del servicio al pueblo que eligió a los gobernantes. Ahora esa imprevisión está pasando la factura a los políticos malos administradores. No entendieron que la mejor propaganda es el buen servicio a los gobernados, el problema de la falta de energía eléctrica va a repercutir definitivamente en la credibilidad de la gestión del gobierno, por más cadenas que haga el Ministro de Energía.
Pero no solo el estado es un mal proveedor de servicios, también la empresa privada, por ejemplo hay un servicio de internet y televisión pagada, con esto de los apagones cuando regresa la energía, resulta que para recibir servicio de internet hay que esperar mas de una hora para que se restablezca la señal, porque, dicen los empleados que atienden el call center, que tiene que difundirse la señal progresivamente, ¡wow! Eso nos da la medida que los equipos y la tecnología por la que nos cobran es antigua o mal instalada. Adicionalmente hay que tener suerte para que le toque un o una empleada eficaz y con afán de cumplir el trabajo para el que le pagan, que atienda con amabilidad y diligencia. En la misma sesión de reclamo me tocaron de los dos, el patán que me tiro el teléfono, que lamentablemente no tuve la precaución de anotar el nombre y la señorita amable y diligente que me soluciono el problema sin esperar que la señal se difunda.
Lamentablemente la ley de protección al consumidor es muy débil, no permite sino con una serie de pruebas poder acceder a la sanción en contra de quien provee un servicio deficiente, no está hecha para proteger al consumidor sino para evitarles sanciones graves a los malos proveedores de bienes y servicios. En nuestro país no tenemos la cultura del reclamo, por eso nos sirven mal desde los Presidentes hasta el último empleado, incluso de la empresa privada.
Otro punto de mal servicio, los taxis, ¿han intentado tomar uno a las doce del día?, pasan de largo y con una mirada de sorna se van de largo, se ven obligados los usuarios a usar uno de los inidentificados taxis piratas, corriendo más riesgo que en el amarillo que tampoco presta mucha seguridad porque también en estos asaltan y violan a las pasajeras, pero que pueden ser identificados, en tanto que el pirata no. En esto, sería bueno que el Presidente, que es tan dado a romper trincas, lo haga quebrando el matrimonio que existe desde siempre entre las autoridades de tránsito nacionales y provinciales con la transportación, con los todopoderosos sindicatos y asociaciones gremiales del transporte público a todo nivel. Abra los cupos de taxis, e incorpore a todos los piratas que quieran ser taxis, a todos, sin excepción, a ver si lo consigue y lo logra, rompiendo los monopolios en buses urbanos, interprovinciales y taxis, que hacen lo que les da la gana, siendo una de las clases económicamente más poderosas, pero que por la baja condición socio educativa, se presentan con la máscara de ser pueblo, cuando en realidad la mayor parte de los dueños de medios de transporte ganan más que muchos profesionales que han cursado entre cinco y siete años de estudios, mientras que ellos simplemente compraron un curso de chofer profesional, amparados por las autoridades de tránsito, muchas de las cuales tienen relación directa con el sector en calidad de beneficiarios e inversionistas.
Mal servicio también tenemos en la Aduana, en donde simplemente se considera que se está prestando un buen servicio el momento que detiene por cualquier situación de interpretación personal del funcionario, el desaduanamiento de una carga. Se manda que se inicien juicios por tonterías que son a todas luces evidentes errores, demostrando que la mayoría de los funcionarios aduaneros actuantes son temerosos, cómodos e ignorantes, salvo contadas y honrosísimas excepciones. Diariamente conozco casos de mala práctica administrativa, que nadie se atreve a denunciar por temor a la retaliación ya que deben seguir usando la aduana en sus importaciones frecuentes. Jamás los reclamos administrativos tienen razón pero cuando llegan a instancias judiciales, son resueltos en gran parte a favor, en contra de la Aduana, no creo que los Jueces del Tribunal Fiscal sean presionables o venales.
Así que está claro que nos debatimos en medio de malos servicios, desde el sistema eléctrico que tiene colapsado al país con pérdidas que superan las decenas de millones, pasando por la empresa privada, y sin mencionar los servicios de celulares que tendrán su capítulo más adelante, luego de tener toda la información de fallas y caídas del servicio. El estado no solo es mal servidor, sino que no protege los derechos colectivos de los ciudadanos cuya garantía nos la da la constitución mandada a aprobar por el gobierno actual que no la cumple ni la hace cumplir.
Se habla sobre los cortes de luz..pero nadie habla de la dedicatoria del «guayaquileño» Correa de darnos apagones de 7 y 8 horas en nuestra ciudad cuando en Quito solo es de 4horas
Estimado Sr. Franco Lalama:
Totalmente de acuerdo con su editorial, es increible el estoicismo de los ecuatorianos para aguantar el pesimo nivel de servicio que se recibe tanto del sector estatal como privado – como usted bien acota.
Como tambien es increible nuestra capacidad para aceptar excusas ligueras y realmente tontas. Es que se nos considera tan inmaduros que no podemos recibir respuestas francas.
Decir los apagones duraran 2 meses, no es admitir que lo importance es que llueva lo suficiente en Paute y en Colombia (de Peru recibiremos 20% del deficit electrico). Indicar al calentamiento global como la causa puntual de los apagones es ludrico. Si este fuera el caso hubieramos tenido apagones por 14 anios consecutivos a menos que se crea que el calentamiento global se manifesto el 2009 solamente.
Atentamente,
Jose X. Orellana Giler, M.S./M.B.A.
Sr. Franco.
Hoy vi por Ecuavisa Internacional, en el programa Contacto directo, la presentacion del ministro de energia. Por favor, este hombre se parece a Cantinflas, habla como Cantinflas y creo que puede hacer muy bien el papel de Cantinflas. Lo que me hace pensar es quien lo eligio para un cargo tan neuralgico en la seguridad del Estado.
Sera que el iluminado Belga estara llorando por tan mala seleccion?