Separatismo, estiaje y basura

Félix Pilco y Giancarlo Zunino, representantes de la Nueva Junta Cívica de Guayaquil, fueron apresados aparatosamente por agentes de la Policía Nacional por colocar en postes de la ciudad carteles que declaraban al presidente Correa Delgado como no grato para Guayaquil.

Un fiscal acusó la conducta de Zunino y Pilco como separatismo, y un juez de garantías penales terminó la opereta judicial con una orden de prisión preventiva para los implicados. El segundo acto de este show mediático concluyó con la fijación de fianza para otorgar la libertad provisional a los dos ciudadanos, no sin antes contar con el repudio social generalizado de lo que a todas luces fue un acto de servilismo judicial al nuevo dueño del país.

¿Estado de derechos? Según la Constitución de Montecristi el Ecuador es eso, un Estado de derechos. La libertad de expresión es uno de ellos. ¿Hay libertad de expresión en el apresamiento de dos ciudadanos que manifiestan la ingratitud de alguien hacia algo? No conozco al fiscal del caso. Al juez Ángel Rubio Game creo que tiene una fama que lo precede. Por sus actos los conoceréis. Antes la partidocracia, hoy Alianza País, es el que infunde con Rafael Correa, un temor irresistible a cuadrarse y suplir necesidades a pedido en todas las instituciones del Estado. Este caso es un botón de la camisa.

Este cuento del estiaje es otra muestra de la carencia de una cierta institucionalidad en el Estado. Las veleidades de índole político (elección tras elección; nueva constitución de papel; pleitos verbales por doquier; círculos de colores y reciclaje de ministros) consumieron el tiempo en asuntos de poca monta y no en atender los reales problemas fácticos del Ecuador.

¿Querían estabilidad política? Desconcentren el Congreso Nacional institucionalizando un sistema electoral distrital, provincial y cantonal. Atomicen el poder. Hoy lo concentraron en Alianza País y con una constitución que solo obedece a sus apetencias (los plazos constitucionales son nimiedades, según el Corcho cordero), ya entendemos que el tiempo solo es instrumento de sus propio plazos y no de las grandes y reales urgencias nacionales. Hoy estamos a oscuras. Basta con ver la fotografía que diario El Universo publica en su primera plana del 10 de noviembre de 2009: es elocuente. La vista de la entrada del río Paute a la represa Daniel Palacios, es dramática. Playas de sedimento adyacentes a las orillas del río. Si es así con ese descuido o negligencia con que las autoridades energéticas revolucionarias mantienen operativas las instalaciones de fuerza de la república, no debe sorprendernos que estos apuros energéticos estén sucediendo.

Y de paso, es nuestra culpa, de la ciudadanía. Lean el decreto ejecutivo No. 124 firmado por el Presidente de la República el 6 de noviembre de 2009. El decreto que declara el estado de excepción tiene como fundamento el quinto considerando donde acusa el dispendio de energía eléctrica a la ciudadanía, a pesar de los “… continuos llamados a la ciudadanía…”. ¿Y no fueron las autoridades gubernamentales las que garantizaron el fluido eléctrico?

Finalmente un tema local importantísimo que, si bien es cierto se ve algo opacado por el estiaje, es la licitación internacional del servicio público de recolección de basura en el casco urbano de Guayaquil y algunas parroquias rurales del cantón. ¿Por qué Jaime Nebot Saadi no preside las sesiones en las que se ventilan los comentarios sobre la única oferta presentada? ¿Por qué es Guillermo Chang Durango el que preside, dirige y aguanta la caña de esta papa caliente? ¿Temor, desconfianza? ¿Cheques a fecha que se presentan al cobro hoy en cuenta cerrada? La ausencia de Jaime Nebot y la presencia de un solo oferente (que luego se cambió el nombre pero que sigue siendo el mismo operador criticado de hoy) no hacen más que alborotar el olor que esto emana a kilómetros. Olor a basura…