La mayoría de los ciudadanos, de los medios de comunicación de nuestra ciudad y del país, conocen, reconocen y valoran la actividad que durante doce años consecutivos, con el financiamiento del Banco Central y la administración de la Fundación Miguel Aspiazu Carbo, ha desarrollado el Archivo Histórico del Guayas en beneficio de nuestra ciudad y provincia.
La juventud en general, estudiantes de educación media y universitaria, en particular los de ciclo básico, han recibido los beneficios académicos en el conocimiento de la historia, en su desarrollo cívico y de valores morales, y en el crecimiento de su autoestima. Igualmente, miles de maestros de Ciencias Sociales han disfrutado de la calidad de nuestros talleres, cursos y seminarios gratuitos. La defensa y promoción de la cultura montubia y participación activa con numerosas escuelas y maestros rurales, hablan de nuestro esfuerzo por desarrollar una ciudadanía responsable en la ciudad y la provincia.
Hoy, por una política impuesta desde el Gobierno se despojó al Banco Central de su autonomía, y como consecuencia, el Archivo Histórico del Guayas una de las más importantes instituciones depositarias, investigadoras, estudiosas, promotoras del análisis y difusoras de nuestra historia, está al borde de la inanición. Solo los escasos recursos que posee la Fundación administradora, han permitido sostener desde enero de 2009 al personal técnico, para que el Archivo se mantenga funcionando en la atención al público, estudiantes, investigadores locales, nacionales y extranjeros, y para que continúe con las investigaciones que a la fecha han producido cinco libros a la espera de publicarse.
Esta es la segunda vez en menos de dos años, que por esa constante confrontación con Guayaquil y con lo guayaquileño, se margina, agrede y desvaloriza al Archivo Histórico del Guayas, a punto de ser convertido en simple bodega, destruyendo el dinamismo desplegado en beneficio de la sociedad. Si a esto agregamos la pretensión de someter este Archivo guayasense bajo la férula del Ministerio de Cultura, será el acabose. Porque es un ente burocrático centralista ajeno a nuestra idiosincrasia, que con toda seguridad no comprende ni le interesa entender a los guayaquileños, guayasenses, litoralenses ni a su historia.
Ciudadanía, prensa e instituciones guayaquileñas, guayasenses y ciudadanos del litoral y del Ecuador libre unámonos en la defensa de lo nuestro. El Archivo Histórico del Guayas pertenece a la ciudad y a la provincia. No es propiedad del Banco Central ni del Estado. La Junta Cívica de Guayaquil, por falta de recursos propios, mediante un contrato de comodato por 99 años lo entregó al Banco Central del Ecuador para que lo sostenga, administre, amplíe y mantenga la protección de sus fondos.
Es la hora de defender la memoria histórica de la provincia y la ciudad. Es hora de fortalecer y mantener el civismo y no contemplar impávidos cómo una acción irresponsable destruye un importante centro de investigación y custodio de la memoria histórica, de la tradición cultural y cívica del Guayas, de Guayaquil y del litoral.
¿Seremos capaces, entonces, de contemplar imperturbables cómo se anula, silencia y destruye esta importante institución, núcleo de la investigación y del pensamiento libre que poseemos por tradición y por historia? Si es así, que la historia nos juzgue y califique como merecemos.
La Municipalidad esta en la obligacion de tomar ese espacio de historia importantisimo y vital para el presente y el futuro.
Mas que al Municipio pienso que la batuta del rescate del Archivo la debería de llevar el ahora Gobierno Provincial del Guayas (ex consejo provincial). La memoria del Ecuador está en juego y a este gobierno de sujetos rosas poco o nada le importa…
Quienes necesitamos obtener informacion historica sobre el pasado de nuestro Ecuador, es dificil obtener lugares que nos presten la colaboracion necesaria. Los repositorios con la informacion, parece que le pesara al Estado mantenerlos, dotandolos de las herramientas modernas necesarias que faciliten la investigacion y no se diga de la conservacion de tan importantes documentos, que constituyen la base del presente nacional; de las cosas que todavia debatimos. La informacion tiene el valor de alertarnos sobre otra tragedia en ciernes para Guayaquil. Debemos mantenernos unidos en defenza de la conservacion de ese legado historico de nuestra ciudad y el pais.
Sr. Gómez Iturralde. yo fui una de las profesoras que aprovechó dos de los tantos seminarios que se impartían,que pena que la cultura este en medio de todo este tinte político que tanto daño nos hace.
Luego nos preguntamos porqué? los jóvenes no saben nada de la historia de nuestra patria?
Como gran conocedor y de una amplia cultura,me atrevo a pedirle, un artículo referente a las costumbres, vida , árbol genealógico de los habitantes de la isla Santay.Apesar que está frente de la ciudad se desconoce de ella, desgraciadamente la Fundación Malecón 2000 no dejan que los nativos conversen libremente con los visitantes.
Estimado Don José Antonio, mi nombre es Félix Pilco, vicepresidente de la Nueva Junta Cívica de Guayaquil.
Voy a ser corto, estamos muy preocupados por lo que sucede en el AHG, queremos conocer su verdad sobre el tema, ya que observamos ciertas acciones que puedan llevar a tan noble institución a manos del estado central. No queremos pronunciarnos sin antes tener su verdad. Nosotros no solo vamos a quedar en un boletin sino que vamos a tomar acciones concretas según las circunstancias. Espero su pronta respuesta.
Espero no sea publicado este comunicado, ya que lo hago solamente con el objetivo de tener el punto de vista de Don José Antonio Gómez.