Soberanía Alimentaria…

Ahora que por constitución somos soberanos en todo, incluida la tontera, vale aclarar algunos hechos en lo que a Soberanía Alimentaria se refiere. Recordemos que hasta la llegada de los transparentes y ardientes corazones verdes se consideraba la Seguridad Alimentaria como la obligación de un Estado para con sus ciudadanos, en proporcionarles alimentación de manera constante, abundante y asequible. Hoy en día, gracias a la denodada intervención de los alza manos cambia documentos, adquirimos la soberanía de la alimentación

Soberanía, de acuerdo al diccionario de la larga noche neoliberal también conocido como RAE., es la cualidad de soberano y ser la autoridad suprema del poder público. En otras de sus aceptaciones menciona como la alteza o excelencia no superada en cualquier orden inmaterial. Hasta aquí no encuentro lo que los alimentos tienen que ver con estas definiciones. Salvedad hecha al soberano derecho que tengo en preferir un rico helado antes que un verdoso, sano y poco apetecible brócoli.

Lo que no nos damos cuenta es que el sistema agroalimentario a nivel mundial, experimenta una creciente globalización. Más aun, en tanto se intensifiquen las migraciones locales como internacionales, las costumbres de los pobladores rurales se vuelven citadinas con lo cual; la alimentación es más variable y parecida a la de los urbanos. Por ello elaboradores de alimentos así como comerciantes minoristas adquieren una dimensión mundial que obliga a los agricultores a ser mas especializados. Hecho que trae tras si un cambio en el manejo eficiente de los insumos tales como el agua, semillas, piensos o equipos agrícolas.

Es menester reconocer que históricamente el intercambio de alimentos y productos agropecuarios ha sido uno de los principales gestores de la globalización. A titulo de ejemplo recordemos el azúcar, la sal o especies en siglos pasados. Aunque a diferencia de aquellas épocas hoy ese fenómeno es más profundo, dependiente en menor grado, de las materias primas e impulsados primordialmente por servicios y tecnología. Cuidando de la incógnita reciente y presente en esta ecuación: la variabilidad de los precios.

El resultado más visible de estos cambios se muestra en una integración cada vez mas activa de los pequeños productores al proceso de globalización. A su vez la sociedad civil al igual que la empresa privada se involucra más y más en la investigación en busca de innovación. Mientras los consumidores de los países desarrolladas como los de en vía de desarrollo, son el motor que alimenta esos procesos.

De lo anterior se desprende que es un suicidio el pretender encerrarse sobre si mismo evitando este sistema planetario por considerarlo atentatorio contra los pobres. Se prueba a saciedad que justamente esa globalización tan difamada, permite salir de la pobreza a miles de campesinos. Tanto y cuanto que los procesos de cambio no se darán sin el poderoso aliciente de nuevas tecnologías e innovadoras prácticas, de las que no debemos estar ausentes. Por ello lo que hace falta es aumentar, no reducir, la globalización bajo normas apropiadas de seguridad a nivel comercial.