Resentimiento y “reivindicación” vs Desarrollo.

Recibí un comentario denominado “el multi Decálogo de los pelucones” y me hizo reflexionar, además de permitirme encontrar más elementos para comprender en dónde se sostiene el gran apoyo a este gobierno, que claro está es resultado aritmético de papeletas a su favor en continuas elecciones.

Es el sentir de la mayoría reflejada en votos y encuestas, y lo respeto, y esa es la verdad de nuestro Ecuador, pero eso jamás debe porqué callarme a pensar y a no creer que las prioridades que este gobierno mantiene sean las correctas.

Previo escribir este artículo, sin descartar la profundas palabras de José Ingenieros, a quien leí muchísimos años atrás, y al que hace referencia el creador del “multi decálogo”, lectura que en unos nos caló para hacer nuestra vida una acción, atinada o no, y no solo una apología abstracta, busqué el significado de: “resentimiento” así como de “reivindicación”, lo cual es innecesario e inmerecido repetirlas ya que por sí mismas expresan su contenido.

También busqué significados de “Desarrollo” las cual sí merecen escribirse: -“Consecución de capacidades que permitan a las instituciones y personas ser protagonistas de su bienestar.”, -“Desarrollo de riqueza económica de países o regiones para el bienestar de sus habitantes”, -“Conseguir que las poblaciones más vulnerables puedan fortalecer sus capacidades, generar oportunidades para crecer por ellas mismas, y dejar atrás la situación de pobreza en la que se encuentran”, -“Satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades”.

Aritméticamente dos palabras son más que una, y por esto son mayoría entre tres, aun siendo “Desarrollo” la palabra perdedora en esta sumatoria con un significado más amplio y profundo y que a la larga es lo que más requiere de nuestras capacidades el mundo actual.

Nuestro país, mi Ecuador debe seguir la ruta del desarrollo, del desarrollo sustentable, de concentrar las energías y mejores capacidades creativas y productivas de sus dirigentes para impulsar en la educación y la producción. Esos sentimientos mencionados en el titulo de este artículo no deben ser confundidos con hacer justicia o no ser solidarios. Solo el trabajo reivindica al humano, da bienestar.

Mi país, sí necesitaba y requiere cambios estructurales, pero las prioridades de porqué realizar estos cambios son los que estoy conminando y apelando que sean por la búsqueda de un Estado que se desarrolle, compatible a un mundo del siglo XXI, y no bajo una esperanza de odio, revanchismo y que sin olvidar que todos los actos indebidos del pasado y presente deben sancionarse y enmarcarse en la Ley sustentados en el principio de equidad, no debe jamás cegarnos de un destino que solo está en nuestras manos hacerlo.

Ojala que todos los ecuatorianos, en su diversidad de posiciones y opiniones nos sumemos a trabajar y a seguir teniendo oportunidades de hacerlo; y que cada vez seamos más hombres y mujeres que pasemos de grandes ideales liricos a sencillos pero efectivos pasos que dejen huellas positivas cada día.

Nuevo año, nuevas oportunidades. Que los objetivos, motivos y procederes positivos sean superiores a los improductivos sentimientos negativos, y que el resultado razonado de este saldo nos sirva para crear ese rastro que necesitamos.