24 noviembre, 2024

La entrevista de Bolívar y San Martín: Tercera Parte

Entre la llegada de Bolívar a Guayaquil y la de San Martin a Puná, transcurrieron aproximadamente dos semanas. Este último arribó en la goleta Macedonia el 25 de Julio de 1822, encontrándose a la llegada con Olmedo y comitiva, quienes habían tomado la decisión de salir de Guayaquil, por temor a represalias de Bolívar y tenían a Lima como destino. Tan pronto Bolívar conoció de su arribo le envió a dos de sus edecanes para acompañarlo a Guayaquil, al día siguiente.

El pueblo de Guayaquil recibió con entusiasmo a San Martín y un batallón apostado a lo largo del Malecón le hizo los honores. Bolívar lo esperaba y salió a su encuentro de gran uniforme, rodeado de su estado mayor, al pie de la escalera de la casa de Manuel Antonio Luzarraga, donde San Martín se hospedaría. Bartolomé Mitre, famoso historiador argentino del siglo XIX comenta: “Los dos grandes hombres de la América del Sur se abrazaron por primera y por última vez. “. Bolívar habría exclamado: “Al fin se cumplieron mis deseos de conocer y estrechar la mano del renombrado general San Martín”. Bolívar le presentó a todos sus generales, especialmente a Sucre, con quien San Martín había mantenido correspondencia.

Bolívar y San Martín tuvieron tres reuniones; la primera tan pronto terminaron los honores del recibimiento y las presentaciones de los militares y personas claves. Se quedaron solos y de pié, paseándose por el salón. La reunión duró noventa minutos. Mitre comenta:

”Bolívar parecía inquieto; San Martín estaba sereno y reconcentrado. Cerraron la puerta y hablaron sin testigos por el espacio de más de hora y media. Abrióse luego la puerta: Bolívar se retiró impenetrable y grave como una esfinge, y San Martín le acompañó hasta el pie de la escalera con la misma expresión, despidiéndose ambos amistosamente”

Ese mismo día, San Martín visitó a Bolívar y hablaron nuevamente a solas durante media hora.

Mitre analiza cómo se vieron estos dos titanes de la Independencia de nuestra región:

“La impresión que a primera vista produjo Bolívar en San Martín, fue de repulsión, al observar su mirar gacho, su actitud desconfiada y su orgullo mal reprimido. Tal vez leyó su propio destino en la mirada encapotada de su émulo, al encontrarse con otro hombre distinto del que se imaginaba a la distancia, y al chocar con una ambición con que no había contado. Sin embargo, lo penetró a través de su máscara. Bolívar, más lleno de sí mismo, miró a San Martín de abajo arriba, y sólo vio la cabeza impasible que tenía delante de sus ojos, sin sospechar las ideas que su cráneo encerraba, ni los sentimientos de su corazón. Vio simplemente en él un hombre sin doblez, un buen capitán que debía sus victorias más a la fortuna que a su genio. Así se midieron mentalmente estos dos hombres en su primer encuentro”.

Al día siguiente, el 27, San Martín ordenó embarcar el equipaje en su goleta y anunció que a la noche zarparía de Guayaquil, después de un gran baile en su honor. Seguramente el contenido de sus primeras dos reuniones no habían sido de su agrado. San Martín pensó que se encontraba en igual de condiciones que Bolívar. Pero como bien señala Mitre, las diferencias de poder eran superiores a favor de Bolívar:

“Antes de Pichincha, Bolívar, triunfante en el norte, era el más fuerte; después de Pichincha, era el árbitro y podía dictar sus condiciones de auxilio al sur. San Martín se hacía ilusión al pensar que era todavía uno de los árbitros de la América del Sur y al contar con que Bolívar compartiría con él su poderío político y militar y que ambos arreglarían en una conferencia los destinos de las nuevas naciones por ellos emancipadas, una vez terminada por el común acuerdo la guerra del Perú, como había terminado la de Quito. Sin más plan, se lanzó a la aventura de su entrevista con el Libertador, que debía decidir de su destino, paralizando su carrera. Si alguna vez un propósito internacional, librado a eventualidades futuras, fue claramente formulado, ha sido ésta; y si alguna vez se comprometieron declaraciones más avanzadas de orden trascendental sobre bases más vagas, fue también en ésta”.

San Martín se reunió en casa de Bolívar y encerrados solos permanecieron cuatro horas hablando en secreto. A las 5 de la tarde, sentábanse uno al lado del otro a la mesa de un espléndido banquete. Al llegar el momento de los brindis, Bolívar se puso de pie, invitando a la concurrencia a imitar su ejemplo, y dijo: “Por los dos hombres más grandes de la América del Sur: el General San Martín y Yo”. San Martín a su turno contestó modestamente, pero con palabras conceptuosas que parecían responder a una preocupación secreta: “Por la pronta conclusión de la guerra, por la organización de las diferentes repúblicas del continente, y por la salud del Libertador de Colombia”. Después del banquete, San Martín se retiró y trasladó a donde estaba hospedado. A las 21h volvió a salir para presentarse al baile promovido por el Cabildo.

Bolívar era gran bailarín y no perdía la oportunidad de mostrar sus habilidades con las mujeres. San Martín se mantuvo como espectador hasta la una de la madrugada en que se acercó a Guido, uno de sus representantes en Guayaquil y le manifestó que estaba listo para trasladarse al muelle y le hizo señal a Bolívar de que dejaría el baile, saliendo por una puerta secreta sin que los invitados se dieran cuenta.

Estando en Puná de regreso a Lima, San Martín comentó con los generales que lo acompañaron a Guayaquil:

“¡El Libertador nos ha ganado de mano! Mas espero que Guayaquil no será agregado a Colombia porque la mayoría del pueblo rechaza esa idea…”

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  1. Don Guillermo Arosemena; mucho gusto, quiero decirle que la historia de nuestro paìs siempre me ha gustado leerla, algunas veces la repaso. Hoy me siento gustoso de volver a leer un deocumento tan interesante sobre este hecho que solo se publica en medios de comunicaciòn medianamente, su aporte al paìs es invalorable, muchas gracias

  2. Apreciado historiador. Su aporte a la historia y cultura del Ecuador es invalorable, usted nos hace conocer pasajes ineditos que revelan la personalidad de los protagonistas y la forma en que se dieron los hechos, que no se conocian en los textos oficiales que se imparten en las aulas, por lo que es de enorme trascendencia que sea pinoero de esta empresa de reescribir la historia para que las generaciones futuras sepan que la historia no sucedió como nos han hecho creer sino de forma distinta y que sin los heroes de Guayaquil no hubiera un Ecuador independiente sino una provincia de Colombia. Gracias por su aporte. Hugo Amir.

  3. Guillermo: Otra vez, muy bueno el escrito tuyo. Felicitaciones.

    Es interesante saber que los guayaquileños también le hicieron un gran recibimiento a San Martín igual que a Bolívar, incluso también fue coronado por tres musas, tres señoritas de la sociedad guayaquileña que fueron elegidas para esto. El diario EL PATRIOTA DE GUAYAQUIL, da cuenta del recibimiento guayaquileño al argentino, pero como Bolívar siempre tuvo un mejor comité de propaganda, las masas trigueñas (como decía Eusebio Macías Suárez) solamente recuerdan el recibimiento de Bolívar. ¿Será porque era más próximo a la mezcla afro-guayaquileña de mayoría en Guayaquil? No lo sé, pero San Martín, recibió los mismos honores.
    Por otro lado Bolívar, el mañoso, sabía de la importancia de los astilleros de Guayaquil y por eso llegó primero, pues nuestra ciudad no solamente era puerto, sino el mejor y más importante astillero del Pacífico, no habiendo un mejor puerto desde Panamá hasta aquí, por no decir hasta el Callao. Todavía no estaban en boga los barcos a vapor. Además de eso Guayaquil era la salida de Quito al exterior. Claro se podía ir por Popayán hasta Cartagena de Indias, pero era más lento y complicado, sin olvidar el gran comercio de tejidos, cacao, maderas de la presidencia de Quito con el sur de la América hispana, al igual que el comercio de imágenes religiosas que también era importante.

    San Martín por otro lado no había consolidado la independencia del Perú. Los españoles peninsulares tenían un fuerte bastión en la sierra peruana que Bolívar consiguió liberar. Que vamos a hacer el pretencioso de Bolívar endeudando hasta las orejas a todo el mundo, especialmente al Departamento del Sur (hoy Ecuador recortado) y en especial a Guayaquil consiguió lo que soñó San Martín. Cosas de la vida.

  4. Don guillermo un saludo afectuoso.Continúe por favor sus investigaciones para bien de todos los que amamos Guayaquil. Le pido que aglutine a todos los que somos admiradores de José Joaquín, para contruírle una estatua de bronce,con una talla mayor que la de Bolívar en el Malecón,y reemplazarla por la que conocemos que corresponde a Lord Byron, según cierta revista que se mofaba de aquello. De ser cierta esta aseveración es imprecisdible que corrijamos este error histórico lo mas pronto posible. Que a nadie le quepe duda que Olmedo fué el precursor de la patria!!! VIVA GUAYAQUIL

  5. Estimado Guillermo, soy limeño y vivo en Ecuador ya algunos años. Me ha parecido muy interesante sus notas y confirman lo que aprendí en el Perú en referencia a este hecho histórico.

  6. Se ve a las claras, que su entusiasmo por San Martin, trata de opacar el Genio de Bolívar.Trata de agregar como «importantes» las opiniones de gentuza como Marx, tratando de restar meritos -no logrado- al Grande de América, a Simón Bolívar.
    Pobre de usted, que se deja guiar por sus intimos y mesquinos sentimientos y trata de burlar la verdadera historia.

  7. honestamente me causo intriga el relato sin fundamento claro.
    no obstante considero que san martin es uno de los grandes de america darle un matiz impropio a la gesta de estos dos colosos y crear teorias infundidas mas bien opacan la magnifica trayectoria militar y politica caso bolivar y hago enfasis en bolivar ya que sabemos todos del retiro publico del general san martin hacho curioso sin duada..haora bien es sabido que los colosos de america ciertamente fueron masones nadie lo pone en duda pero de alli a crearse una pelicula de suspenso y componendas me parece absurdo aun asi es respeto muchisimo la opinion del señor guillermo nos quedaremos con la incognita aunque para mi no signifique o no concuerde que lo que usted menciona aclarando que solo la parte historica documentada es correpta.

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