El pueblo chileno dio un EJEMPLO de lo que es la práctica de la democracia para muchos países latinoamericanos dentro de los que se incluye Ecuador. El triunfo de un presidente de tendencia de centroderecha a pesar del desarrollo que ha tenido Chile en sus 20 años de gobierno de la izquierda, son sin lugar a dudas algo digno de imitar.
En cuanto se dieron los primeros resultados que marcaron la tendencia del triunfo de Piñera, su contrincante el ex Presidente Frei, lo felicito y manifestó la voluntad de colaborar para continuar por aquella senda que tiene a Chile entre los países con mayor desarrollo en Latinoamérica; similar fue el comportamiento de la actual Mandataria Michelle Bachelet, quien le prometió un fluido intercambio cuando asuma las funciones el 11 de Marzo próximo. El EJEMPLO CHILENO, da sana envidia.
La centroderecha chilena triunfa sobre lo que se llama la Concertación que reunía a los partidos políticos mas fuertes del país, los que se unieron luego de los muchos años de dictadura de Pinochet, marcando un sendero de cambio en todas las instituciones, las que con seguridad no sufrirán modificaciones con el gobierno de Piñera.
El nuevo gobernante chileno, ya marco distancia con Chávez y con todos aquellos gobiernos que sigan la doctrina del Socialismo del Siglo XXI. Los chilenos saben que esa tendencia izquierdista-comunistoide que reúne a Morales en Bolivia, Ortega en Nicaragua, Correa en Ecuador y Fernández en Argentina, no es otra cosa que ensayos populistas que busca al igual que Cuba mantener al pueblo sumido en la pobreza y en el subdesarrollo.
El EJEMPLO CHILENO y su modelo de desarrollo, se percibe en varios países con gobernantes de tendencia de centroderecha, como Colombia, Perú, México y otros que a pesar de no ser de esa tendencia, practican una democracia y una economía que tiene a sus pueblos en una franca recuperación de la pobreza.
Justamente,
En ese mismo sentido mismo había enviado mi comentario al respecto, a varias direcciones de medios de comunicación, puesto que esa es la manera como se debe construir un País, a pesar de nuestras diferencias, pero unidos por un mismo fin y en un mismo territorio al que todos tenemos un gran afecto, incluso los los extrangeros que se han quedado a vivir como en su casa…
… No somos iguales, pensamos diferente, actuamos diferente, pero somos de la misma familia de humanos que desea su bienestar y el de los demás, cuidando de los menos faborecidos, o débiles…
Si comenzamos a dar pasos en ese sentido, trendremos el Ecuador y el mundo que tanto soñamos…
Alberto R.
Ibarra