21 noviembre, 2024

Hitler: 6 millones, una sola vez. Nosotros: 50 millones, cada año

Mi amigo Eduardo me ha mandado un correo electrónico con un dibujo en el que se ve a una niña junto a un anciano que tiene en el brazo tatuado un número. La escena se desarrolla en la banca de un parque.

El texto es el siguiente:

-Señor, tengo que decirle que el tatuaje que tiene en el brazo es bien aburrido, son solamente números…
-Te diré, cuando me lo pusieron yo tendría tu edad y no lo quite para que quede como recuerdo.
-Ah… para recordar tiempos lindos de cuando era niño.
-No… Para recordar un tiempo en que el mundo se volvió loco. Imagínate estar en un país donde tus propios con-ciudadanos siguen la voz de los extremistas políticos a quienes no les gusta tu religión. Imagínate que te quiten todo lo que es tuyo, que manden a tu familia a un campo de concentración donde tengan que trabajar como esclavos y luego, sistemáticamente, los asesinan. En ese lugar te quitaban hasta el nombre y te ponían un número tatuado en tu brazo. Eso se llama el Holocausto, cuando millones de personas murieron porque eran de otra religión.
-¿Así que usted se dejo el número para recordar los peligros del extremismo político?
-No, querida. Lo dejé para recordártelo a ti.
Son ya más de 63 años desde que terminó la Segunda Guerra Mundial en Europa. Esta nota está siendo enviada en recuerdo de SEIS MILLONES DE JUDÍOS, 20 millones de rusos, 10 millones de cristianos y 1.900 curas católicos que fueron asesinados, masacrados, violados, quemados, hambreados y humillados mientras que los pueblos de Alemania y de la mayoría del Mundo miraba para el otro lado.
Ahora, más que nunca, con Irán y otros países diciendo que “el Holocausto es un mito”, es imperativo asegurarse que el mundo nunca olvide, porque hay otros que lo quisieran hacer de nuevo. La intención de este e-mail es que llegue a ¡40 millones de personas en todo el mundo!
Únete a nosotros y conviértete en un eslabón en esta cadena para distribuir este mensaje alrededor del mundo. Manda este e-mail con estos mensajes a 10 amigos.

Yo le he respondido a mi buen amigo lo siguiente:

“Eduardo querido: gracias por el envío. Me va a servir para hacer algo que demuestre que, si el Holocausto Nazi fue terrible, el holocausto del aborto lo es, y más: si Hitler mató 6.000.000 de seres humanos, una sola vez, el mundo actual mata 50.000.000 de seres humanos CADA AÑO; niños a los que ni siquiera les cabe la posibilidad de dejarse el brazo tatuado para que las futuras generaciones se enteren de lo que la monstruosidad humana hizo con ellos…

Quien no aprende de la historia se condena a repetirla. Los abortistas de hoy, que se las dan de estar tan al día, no son sino los Nazis de ayer. El aborto, lejos de ser un avance, no es sino un vergonzoso retroceso a épocas primitivas y pasadas de la Historia…

Cuando la pena de muerte, aplicada a los peores criminales, ha sido abolida en casi todos los países, los abortistas la reservan para el más inocente de los seres humanos, el niño nonato, por el sólo “delito” de existir: sin un proceso justo, sin que el “condenado” pueda decir una sola palabra para protestar, sin abogado defensor, sin que pueda apelar ante nadie, sin que las instituciones defensoras de los derechos humanos salgan en su defensa. Con mi cariño de siempre. Si puedes, reenvía este mensaje a tus amigos a quienes enviaste lo de Hitler… Paulino”

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La oleada en Galapagos

Cuatro y treinta y ocho; sentado en la terraza de mi casa, mirando al mar de frente.

El, tranquilo; su color azul no nos decía nada. En cambio pensé: “qué exageración tanta medida de precaución”. Casi todo el pueblo desde temprano en la parte alta con aquel temor de morir arrastrado por la gran ola; aquella, que venía desde el otro lado del mundo.

La marea en su pleamar normal seguía subiendo, poco viento, el cielo nublándose anunciando lluvia. De pronto, mirando una de las piedras en frente veo que queda descubierta; la marea baja drásticamente empezándose a secar la bahía, el mar se pone calmo pero con un tintinar ligero sube de un momento a otro. Llega la primera ola más arriba que una marea alta normal. Me inquieto, pero sigo parado al filo del mar solo en mi terreno.

No hay comentarios

  1. Excelente comparación Padre Paulino:
    Con mucho respeto y consideración le expongo a usted y a la Sra. Mónica Adum, de la Casa de la Vida un mensaje muy bonito para las adolescentes de la fundación:

    EL VERDADERO AMOR ESPERA!
    Aun sin verte te amaré
    Y por siempre esperaré
    Guardaré yo mi pureza
    Para «amarte»
    Cuando el tiempo sea
    Cumplido.
    Ante Dios he prometido
    Conservar mi cuerpo
    Entero para ti.
    Si este amor es de verdad
    Sabré entonces esperar
    Y no importa lo que piensen
    Lo que piensen los demás.
    Yo he decidido esperar
    En santidad.
    ¡El verdadero amor, espera!.

    Que nuestro Señor Jesucristo los bendiga abundantemente a usted Padre Paulino y a la Sra. Mónica Adum por vuestra magnífica labor desarrollada en la Casa de la Vida.

    Mayra

  2. Habiendo tantos métodos para no concebir, porque hay tantos abostos. métodos lícitos y no tan lícitos, pero me parece mucho peor matar a «estos que no tienen quien los defienda.
    saludes de pas y bien

  3. Hasta cuando con el mismo estribillo del «Holocausto judío?. Parece que las personas que repiten esta frase, siguiendo a Leon Uris, a Simón Weissenthal, a Menachem Begín, y a todos quienes pretenden conseguir conmiseración y lástima para pertetrar actos de revancha, actos de venganza, deberían leer un poco más a Paul Rassinier y otros valientes que han desmitificado esta burda historia fraguada desde las altas logias de la Masonería y de la judería con sus «Protocolos». Saludos.

  4. Hitler: desde 1936 hasta 1945.
    La Iglesia Católica, durante toda la edad Media y hasta bien entrado el Renacimiento. Siglos. Ese es el Holocausto del que nadie habla.

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