Molesta la parcialización de la justicia que vivimos actualmente.
Como contraparte a la sanción ordenada por el ejecutivo a la radio de los Shuars que cumple, aparte de la labor de radio con la labor de enlace entre los pobladores de esa comunidad y de Teleamazonas, por las supuestas mal informaciones o llamamientos a levantamiento, vemos que Canal 10, ahora propiedad del Estado, pasa no sólo noticias falsas sobre la marcha del 11 de febrero, sino que incluso, pese a estar prohibidas las tomas aéreas, pasa, como tomadas a la hora de la manifestación, tomas aéreas de la calle 9 de Octubre realizadas una o dos horas antes del inicio de la cita, en un acto de lambonería que demuestra muy poca hombría de bien. ¿Qué sanción tendrán los lambones?
En el caso del asesinato involuntario por atropellamiento de la ciudadana colombiana, la Doctora de Pesántez alega que no iba al volante del vehículo. Si el carro era propiedad del Estado, sólo debería ser usado para funciones inherentes al trabajo de su marido, no para uso particular; y si era propiedad de ella o de su esposo, y llevaba como chofer a un empleado del Gobierno, o lo llevaba de acompañante como parece que en realidad iba, éste estaba siendo usado dolosamente, puesto que ella no iba en ninguna representación oficial. Otra lambisconería dolosa fue la que cometieron varios miembros del poder judicial al declarar a favor de la Doctora de Pesántez en apoyo al Fiscal. ¿Habrá castigo?
Ya se encuentra en libertad el último de los pillos “comecheques” que fueron capturados infraganti por la recepción de comisiones por contratos con el ex Ministro de Deportes e íntimo amigo del Presidente. A propósito de ello, nunca se sancionó a nadie, Ni al Ministro, ni a sus colaboradores, ni a los cobradores de comisiones ni a los que pagaron las comisiones y no cumplieron con sus contratos. La inmunidad estuvo a la orden del día. ¿Será que la falta de sentencia es otra forma de lambisconería para contentar al Gran Jefe, porque los delincuentes son sus amigos?
Tal parece que ahora para poder delinquir libremente y no ir a la cárcel hay que ser amigo del Presidente, mientras que la persona que “ofende a la dignidad del Presidente” se lo pone preso, se lo veja y hasta el mismo Presidente lo persigue hasta su captura.
Algo anda mal; hasta mi equipo ahora se ha vuelto equipo serrano. Para verlo entrenar tenemos que viajar a Quito. Si el Presidente fuera barcelonista, nos construiría un estadio en la Capital para que juguemos allá (alguna lambonería a favor de un equipo de la costa).
La patente de corso que en forma abierta exhiben algunos amigos del Gobierno, hace pensar que la justicia no es ciega sino tuerta y debe ser por eso que en este Gobierno roban por el ojo tuerto, como dice Fabricio.