Parece el cuento del gallo pelón. Todos los años el Gobierno de turno declara emergencias en el litoral en el invierno y prometen obras para prevenir estos desastres, y al año siguiente, con las primeras gotas de agua, comenzamos otra vez el cuento.
La revolución ciudadana hizo algo diferente. Se creó el Ministerio del Litoral. Los escépticos ciudadanos, pese al crecimiento de la carga burocrática del Estado, al que parece sobrarle dinero para sus partidarios, consideramos que si el nuevo ente gubernamental iba a servir para solucionar el problema de los inviernos, valía la pena darle el beneficio de la duda y ver el programa de obras de infraestructura (muros, canales, etc.) y de limpieza (dragados, limpieza y afianzamiento de orillas, etc.) que se iban a realizar. Desafortunadamente, la creación del Ministerio parece que fue sólo para justificar el sueldo de un colaborador mientras se lo podía ubicar en otro Ministerio y no para defender a la costa ecuatoriana. Ahora el Ministerio del Litoral, así como las responsabilidades del trabajo no efectuado por el mismo, ya no existen y la costa vuelve al mismo cuento del que hablamos al inicio.
“Dios perdona siempre, el hombre a veces, la naturaleza nunca” dice un sabio refrán que mi amigo Fernando Chapresto me mencionara hace poco. Es indudable que si llueve en forma intensa, prolongada y sobre una gran zona, ninguna obra va a servir para contener la inundación. Estos fenómenos a Dios gracias, ocurren raramente, de modo que en general las obras de prevención sí son válidas cuando se realizan, no cuando sólo se piensan.
Una de las obras que más podría defender a la costa, es el dragado del río Guayas, no a la altura de Guayaquil, sino cerca de su desembocadura, Al correr el agua con más fuerza hacia esa área, irá quitando los embalses que se van formando río arriba, a menos que el Gobierno tenga pensado repartir terrenos en el islote que ya se ha formado frente a Guayaquil y en la playa que se está formando delante de los edificios de Entre Ríos.
Sin necesidad de que exista un fenómeno del niño, todos los años el Río Vinces se desborda a la altura de Salitre, lo mismo que ocurre con el Río Bulu Bulu y con muchos más de la costa ecuatoriana. No es cuestión solamente de muros. Eso es para repetir la acción todos los años. Los campesinos sabemos que hay que sembrar los muros con plantas de fuertes raíces para que éstas afirmen la tierra y el muro pueda durar. Los puentes deben ser hechos en el verano, pero teniendo en cuenta la altura del agua en el invierno, para que el puente dure y no sirva sólo hasta el próximo invierno.
¿Qué hizo el Ministerio del Litoral en cuestión de defensa de la costa ecuatoriana? ¿Hay algún responsable, si ahora este Ministerio no existe? La gente busca la Ciudad y deja el campo justamente por la desatención que tiene el campesino que ve que en las Ciudades se los atiende en algo, mientras que en el campo están abandonados a su suerte, que en el invierno el abandono y el quemeimportismo es total. ¿Cuánto de los millones que el Gobierno destina a los damnificados llega a ellos? Puedo asegurar que todos ellos preferirían la estabilidad de sus pertenencias a los mendrugos que no les llegan de ayuda.
ELLOS SE GASTARON TODA LA PLATA DE LA TAL «EMERGENCIA», Y VEMOS QUE NO HICIERON «NADA»….TRES AÑOS DE INVIERNO QUE LLEVA ESTE DESGOBIERNO DESASTROSO, QUE NOS ESTA RETROCEDIENDO, LO UNICO QUE VALE SON LAS CARRETERAS DE LA PROVINCIA DE EL GUAYAS
Por eso es que hace falta organismos fiscalizadores. No se pueden crear ministerios y ponerlos en las manos de jovencitos que todavia no saben ni como limpiarse el trasero. El compromiso que Correa tuviese con su padre, al que nombro embajador en Espana, para que se tome unas buenas vacaciones pagadas por el estado ecuatoriano, no justifica semejante despilfarro de dinero.
Y es que todos estos presidentes de turno que llegan a dirigir el futuro del Ecuador, siguen con el mismo virus, el de la corrupcion y la inoperancia.
Mi estimado amigo, al leer el título me puse alegre, me dije para dentro se va ha comentar sobre el Cuento del Gallo Pelón – pero al pasar cada línea comence ha darme cuenta sobre la similitud del cuento o mejor dicho de la mentira con saña y alevosía que se ve, se oye cada día en las cadenas de radio y televisión.
Mi mujer que es muy suspicas me dijo ..¿ papi el gallo pelón se come ? y si se come con que se acompaña ? ..,rapido antes que agregue algo más al menu, le dije – metoforicamente suena a comida pero no lo es – de golpe y sopetón volvió a preguntar – ¿ o acaso es un juego sexual ? ahí si casí me caigo del susto .. porque mi mujer por la necesidad confunde … entre satisfacción alimenticia con satisfacción carnal .. es que claro pobrecita oir por primera vez EL CUENTO DEL GALLO PELÓN .. CARAY, le ruego aclarar que mismo es.. por las dudas del gallo.