Por informaciones aparecidas en los medios de comunicación colectiva conocemos de la pésima actuación del presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE) Omar Simón y de todos los integrantes de este Cuerpo Colegiado en la conformación y supuesto “ Concurso de Méritos “del Consejo de Participación Ciudadana. A esto se suma también las graves denuncias realizadas por el asambleísta Andrés Páez quien pidió al Consejo Nacional Electoral informar de manera clara y enfática como se realizó este concurso. Asimismo, exigió a los miembros del Consejo Electoral aclaren sobre la relación de los concursantes con el gobierno y el partido MPD.
En pocas palabras, fácilmente se desprende que el cambio de nombre de Tribunal Supremo Electoral a Consejo Nacional Electoral y su nueva integración obedeció casi exclusivamente a los intereses de la “revolución ciudadana”, impidiendo el tan anhelado perfeccionamiento del sistema electoral ecuatoriano.
Es importante recordar que la Constitución de 1945 tuvo muchos aciertos y, entre otros, vale la pena mencionar la creación del Tribunal Superior Electoral, organismo que estaba integrado por un Ministro de la Corte Suprema de Justicia, designado por ésta; un Miembro del Tribunal de Garantías Constitucionales, elegido por este organismo; dos ciudadanos elegidos por el Congreso y tres representantes de las tendencias de derecha, centro e izquierda. Los redactores de la Constitución de 1945 quisieron en esa forma que el Tribunal actuara lo más independiente posible.
Asimismo, la Constitución de 1946 hizo algunos cambios y denominó al máximo organismo como Tribunal Supremo Electoral Autónomo. En el artículo 23 se detallo la conformación de tal organismo que estaría integrado por tres vocales designados por el Congreso, dos por el Presidente de la República y dos por la Corte Suprema de Justicia.
Nótese que hay ocasiones en las cuales se hace realidad el aforismo “en tiempos pasados las cosas fueron mejores”, por la simple razón que cuando se piensa más en los intereses de la nación y no sólo de la” revolución ciudadana”, la situación indudablemente mejora.
Por otra parte, ¿Tenemos los ecuatorianos derechos a protestar por la forma en que se organizó este concurso para designar al Consejo de Participación Ciudadana? Indudablemente que sí, pues no son pocas las denuncias de los candidatos que no fueron elegidos, de los medios de comunicación y de la sociedad ecuatoriana en general, olvidándose los miembros del Consejo Nacional Electoral que estaban allí para realizar un concurso limpio y de acuerdo con la ley y no para que triunfe la voluntad de ciertos sectores determinados.
Ahora bien, la negligencia del Consejo Nacional Electoral ha hecho que su imagen frente a la ciudadanía se deteriore de manera tan grave, por lo que no les queda otra alternativa que renunciar inmediatamente ya que fracasaron totalmente en el Concurso de Méritos para la designación del Consejo de Participación Ciudadana, olvidándose que debían elegir a ciudadanos capaces, independientes, diligentes y que tengan, además, una inmaculada hoja de servicios.
ESA GENTE DE PATIÑO&CORREA, PAGADOS CON PLATA DE EL PUEBLO PARA SEGUIR HACIENDO FRAUDES Y NOMBRANDO A GENTE DE ELLOS, Y TODO ESA GENTE SOLO TIENEN UN PROPOSITO MOLESTAR A NEBOT…..X ENDE A LA CIUDAD DE GUAYAQUIL
Su punto de opinon es muy interesante Dr EStarellas ,la verdad , que si , en ECuador los gobiernos de turnos tienen intereses creados que hacen que cada vez se pierda la esperanza de un verdadero cambio .Lamentablemente es una realidad latente ,
reitero nuevamente mis felicitaciones por su muy buen articulo y ser frontal con lo que sucede en el día a día de nuestro país .
Señores desde mi trinchera que ha pasado envie mi comentario y no lo han publicado ,hay algun problema en la red ? bueno espero que se arrgle pronto ,por que me he percatado que en los otros columnistas ha ocurrido lo mismo.
reitero mis felicitaciones al dr.Estarellas por su excelente articulo.
Mi querido
Jurista
Como siempre, brillante su apreciación, aspiremos a que los integrantes del Consejo Nacional Electoral, escuchen la voz de la decencia y renuncien como alternativa de equidad con los ciudadanos inteligentes, independientes y decididos a hacer de este un país sin corrupción, ni manipulación que beneficie a los ambiciosos de turno…