Lo que hace la verdadera diferencia entre los hombres, es la voluntad. La determinación de hacer algo y hacerlo proactivamente, llevándolo a cabo con decisión y firme ph4ropósito de lograrlo, es la diferencia entre el que se queda relegado en el camino y el verdadero triunfador.
En la vida no hay espacio para la duda. Para la persona que está empeñada en lograr algo, no hay imposibles. Los imposibles sólo pueden tomar un poco más de tiempo, pero siempre están al alcance de las personas que en verdad luchan por lograrlo.
El Dr. Gregorio Marañón, egregio Médico español del siglo pasado, escribió este formidable y hermoso poema:
Arriba corazón. La vida es corta
y hay que aprender a erguirse ante el destino;
sólo avanzar importa
arrojando el dolor por el camino.
Otras horas felices
matarán estas horas doloridas;
las que hoy son heridas,
se tornarán mañana cicatrices.
Espera siempre corazón, espera,
que ninguna inquietud es infinita
y hay una misteriosa primavera
donde el dolor humano se marchita.
Con tu espuela de plata
no des paz al corcel de la ilusión;
si la pena no muere, se la mata
¡arriba corazón!
No existen penas ni dolores infinitos. Está en el alma del hombre el limitarse por los sufrimientos, ya sea del alma o del cuerpo, o el limitar esos dolores por medio de su voluntad para lograr lo que se ha puesto en la mente lograr.
En realidad, como dice Amado Nervo: “porque veo al final de mi rudo camino / que yo fui el arquitecto de mi propio destino”, somos nosotros los que hacemos nuestro camino y es nuestro deber dar lo mejor de nosotros para fijar el verdadero rumbo de nuestro destino.
La voluntad de Dios es que el hombre luche por su bien, por su futuro. Claramente dijo: “Ganarás el pan con el sudor de tu frente”. Dios no dijo quédate a la vera del camino que yo te enviaré tu alimento.
El esfuerzo que pones para lograr tus metas es un homenaje que haces a Dios en agradecimiento por lo que te ha dado. Todos hemos recibido dones maravillosos de Dios. Algunos han recibido más, otros menos, pero Dios siempre se ha preocupado de dar a los más débiles el apoyo de los demás. Agradece a Dios los bienes que te ha dado y lucha por completar la obra que Él ha hecho contigo.
La lucha no es contra los demás. A quien tienes que vencer es a ti mismo.
La próxima semana continuaremos hablando de la voluntad.
D. JOSE FDO. GRACIAS OTRA VEZ!!!SIGA ENVIANDO SABIOS ARTICULOS, COMO ESTE,QUE BUENA FALTA NOS HACEN EN ESTOS TIEMPOS DE BURRERIA Y ROBOLUCION.A VER SI NOS DESASNAMOS UN POCO, QUE BUENA FALTA NOS HACE. GRACIAS Y SIGA ASI.
Gracias Jose Fernando, este alimento
llega en el momento adecuado, estare
esperando la continuacion
Saludos
Querido José Fernando
Gregorio Maraño, egregio endocrinólogo fue, además filósofo y poeta, hay un hermoso libro de cortos ensayos titulado «La Medicina y los Médicos», entre otros escritos hay uno «sobre mi aprobado», es un preludio a la obtención de un cargo por concurso de oposición de méritos, ya vez pues que desde esa época se cocían habas y al Dr. Marañón también los discriminaban para colocar a otro mediante el antiguo mecanismo de la palanca. Te ruego tomes en cuenta este comentario y converses con mi tocayo a ver si algún día entra en razón y se decide a convocar a concurso para el cargo de Jefe del Servicio de Ortopedia y Traumatología del Hospital Luis Vernaza, por mi parte yo no tengo ninguna pena, lo que estoy pidiendo es que se juege limpio y nada más, que gane el mejor en una buena lid.
Te animas a escribir un editorial sobre la provisión de cargos médicos mediante concursos de oposición y méritos, nobleza obliga
Sursum cordae
Un abrazo
W Q