22 noviembre, 2024

¿Fue Bolívar Estadista? – Segunda parte

Bolívar tuvo grandes contradicciones como el haber expresado en el discurso de Angostura de 1819 ¨…nuestros ciudadanos deben temer con sobrada justicia que el mismo magistrado que los ha mandado mucho tiempo los mande perpetuamente¨ y luego haber diseñado y promulgado la Constitución de Bolivia, tomada de la Constitución de Haití donde él se nombró Presidente Vitalicio. Otra fue escribir sobre la importancia de la institucionalidad y no poner en práctica lo que sostenía. Después de haber tenido correspondencia extensa con Jeremy Bentham, autor de leyes y tratados y consultor de gobiernos europeos y Estados Unidos; haber recibido sus obras y ser gran admirador del constitucionalista y jurista inglés al extremo de solicitarle que ¨… me adopte como uno de sus discípulos, como consecuencia de haberme iniciado en sus doctrinas…”, ordenó no usar los libros de Bentham en la enseñanza universitaria.

Otra contradicción de Bolívar fue querer hacer cambios para sacar a nuestros países del atraso y pobreza con leyes obsoletas, copiadas de las españolas. Durante la Gran Colombia se mantuvo el sistema económico monopólico. El estanco de sal que había sido suprimido en Guayaquil, Bolívar lo volvió a poner en práctica al entregar su explotación a un grupo de particulares que le ofrecieron pagar 51,000 pesos por año, durante cuatro años. El 50% de esos ingresos fueron usados por Bolívar para cubrir sus gastos militares. El sueño de Olmedo de libre comercio estipulado en el Reglamento Provisorio, la Constitución de Guayaquil Independiente, no se hizo realidad. Bolívar estableció aranceles y limitó el número de países con los que Ecuador podía mantener relaciones comerciales.

Bolívar admite su fracaso, cuando una parte de su discurso de Angostura lo dedica a reconocer la imposibilidad de crear una nación como Estados Unidos por ser una quimera la auténtica democracia en nuestros países. Dos décadas más tarde, lo reafirma al terminar su vida pública. Un mes antes de morir, Bolívar acepta haber hecho un trabajo inútil. En carta a Juan José Flores del 25 de Noviembre de 1830, se lamenta: “Usted conoce que he gobernado por veinte años y de ellos he llegado a pocas conclusiones: América es ingobernable, para nosotros; aquellos que sirvieron a la revolución araron en el mar; lo único que se puede hacer en América es emigrar; este país caerá inevitablemente en masas desenfrenadas y luego pasará casi imperceptiblemente a manos de pequeños tiranos de todos colores y razas; después de haber sido devorados por todos los crímenes y extinguidos con ferocidad total, los europeos no nos mirarán como ser dignos de ser conquistados; si fuera posible en alguna parte del mundo regresar al caos primitivo, sería América en su hora final”.

Muy duras palabras las de Bolívar, quien escribe es un ser frustrado, deprimido, arrepentido y fracasado por haber invertido dinero, tiempo, tener una Gran Colombia que se cae en pedazos y cuatro pueblos que lo han rechazado. Así terminaba Bolívar a los 47 años de edad. Su esfuerzo inútil no debe interpretarse que se debió exclusivamente a la forma de ser de los sudamericanos, Bolívar no tuvo tiempo o no le interesó reflexionar sobre las verdaderas causas de su derrota, en cómo pudo evitarla. ¿Cuánto pesó su personalidad y su falta de experiencia en administrar países?

La Gran Colombia fue el sueño de Bolívar, pero él mismo no contribuyó a hacerlo realidad. Fue teórico, sus discursos estaban llenos de principios democráticos y liberales, sin embargo no pudo convertirlos en realidades. La meta central de Bolívar, el fin que perseguía debió ser crear una forma de gobierno capaz de conducir a los países a la prosperidad, por medio de leyes modernas, sólido estado de derecho, estabilidad social, política y económica, pero hizo redactar la Constitución en Bolivia nombrándose Presidente Vitalicio. Lo hizo por estar convencido de que las sociedades de los países que había liberado, por haber estado moldeadas durante siglos de un régimen colonial, corporativo, esclavista y estamental, no estaban en condiciones de gobernarse, por no estar preparados para la democracia. No supo construir la gran nación. Por su forma de ser, personalidad impredecible y actitudes dictatoriales, no sentó las bases de la institucionalidad, ni logró la unión de los pueblos. Veamos los comentarios de tres personas que lo conocieron o vivieron durante su época. José María Samper, en su obra Apuntes para la historia publicada en Colombia en 1858, comenta:

“… ya no era de esperarse que este (Bolívar), embriagado por las adulaciones de sus cortesanos de cuartel, las victorias i los testimonios de admiración alcanzados en el Ecuador, Bolivia i Perú, dejase de lanzar su atrevido genio en la empresa de aniquilar la libertad de Colombia, valiéndose del apoyo de la fuerza, del fanatismo que inspiraba su nombre i de las ventajas de su posición. De aquí la resolución que tomara Bolívar de volver al ejercicio del Poder Ejecutivo, tan funesta para su gloria como aciaga para la República. […] el ídolo de los colombianos, el símbolo de las glorias nacionales y el orgullo de los veteranos de la libertad, había degenerado tan visiblemente, merced a la obcecación de su espíritu, descaminado por la lisonja y la ambición, que su nombre parecía la personificación del despotismo y su poder se hacía cada vez más insoportable odioso”

William Tudor, Cónsul de Estados Unidos en Perú, en carta del 17 de Mayo de 1826 al Secretario de Estado comenta:

“La profunda hipocresía del General Bolívar ha decepcionado al mundo y a la mayoría de sus antiguos amigos quienes lo han abandonado al descubrir sus verdaderas intenciones. Con la violenta disolución del Congreso se le ha caído su máscara…”

Gabriel Lafond de Lurcy, en su libro Viajes alrededor del mundo en 1843, escribe:

“El general Bolívar parecía tener excesivo orgullo, lo que estaría en contradicción con su hábito de no mirar de frente a la persona con quien hablaba, a menos que ésta no fuese muy inferior a él. Pude convencerme de su falta de franqueza en las conferencias que tuve con él en Guayaquil, pues no respondía de una manera clara a mis proposiciones, sino en forma siempre evasiva. El tono que usaba con sus generales era extremadamente altanero y poco adecuado para conciliarle afectos”.

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No hay comentarios

  1. A veces pienso que debimos continuar con el regimen monarquico..pero talvez no habia nadie con capacidad para ser Rey…pobre Bolivar idealista tonto fue pensar que podria mantener unidos a tres paises tan disimiles en pensamiento…y no ejecutar a los perfidos que lo rodeaban fue otro gran error…

  2. @Carlos Carranza en Colombia actual se promovió la monarquía constitucional manteniendo a Fernando VII como soberano del Reino de Cundinamarca. Luego de la actuación de Bolívar se pensó de nuevo en la monarquía constitucional para Colombia y los posibles candidatos era el duque de Orleans o un príncipe alemán, pero bueno, nada de eso se dio y lo que nos toca a nosotros es reparar el daño que nos hizo Bolívar y el resto que lo secundó.

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