¿Cómo descifrar que se quiera expulsar a propiciadores del encuentro, por un acto civilizado de democracia?
Nunca imaginé que una reunión entre la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) y la Junta Cívica de Guayaquil causara tanto escándalo. En mi pensamiento democrático, el diálogo es un elemento fundamental para alcanzar consensos, a todas luces indispensables para la vida cívica de los ciudadanos. Asimismo, el dialogo es una señal de madurez política para lograr acuerdos, empezando por aspectos básicos referentes a principios y valores de la sociedad, que nos atañen a todos, tanto más cuando el lema de los movimientos indígenas es: “No solo para los indios”, lo que claramente dice que su lucha es por reivindicaciones para todos los ecuatorianos. ¿Cómo conocer entonces esas demandas, esos objetivos comunes, si no se los discute?
En mi ingenuidad política, había creído que, finalmente, se había comprendido que, más allá de la diversidad que representa el conglomerado nacional de blancos, mestizos, indígenas y afroecuatorianos, todos nos sentíamos ecuatorianos, además de que ya era hora de borrar las diversidades culturales y los regionalismos perversos que nos han ocasionado tanto daño. Se equivoca quien sostiene que los indígenas “no tenemos nada en común con ellos”. No existen diferencias raciales entre los pueblos de la Costa y de la Sierra. Las características de comportamiento de apertura y agilidad para los negocios, tan propios de los costeños, por ejemplo, son perfectamente equiparables con las de los indígenas de Otavalo y, el amor y defensa de la libertad es connatural a todos.
Aquella izquierda que se cree dueña de la verdad, que no acepta opiniones opuestas, es la primera que se ha manifestado.
¿Cómo entender que se califique aquel encuentro como un “error lamentable” y se exija “explicaciones a la Conaie”? ¿Por qué esta confederación tiene que ofrecer explicaciones? ¿Cómo descifrar también que se pretenda expulsar a los dirigentes y propiciadores del encuentro, por un acto civilizado de democracia?
Para fomentar una verdadera nacionalidad ecuatoriana, sería deseable que se sienten alrededor de una mesa, en franco dialogo, empresarios y trabajadores para discutir, no sólo aspectos laborales, sino, sobre todo, encontrar un camino a la estabilidad democrática y al progreso de la nación con una visión de largo plazo.
De igual forma, costeños y serranos, para fomentar un país sin fronteras regionales, que se enfatice en la complementariedad de acciones para mejorar la comprensión mutua y eliminar la desconfianza. Sentarse también con esa ciudadanía que ha emergido del Oriente ecuatoriano con nuevos planteamientos de libertad y comprender su esquema de vida y exigencias respecto de los recursos naturales.
¿Qué revolución ciudadana podría ser aquella en la que no pueden participar los ciudadanos, en la que se coarta sus iniciativas y su libertad, y se le impone una representación de la llamada Participación Ciudadana, como Quinto Poder del Estado, absurdo menjurje de demagogia que atenta contra un verdadero sistema democrático, ya que sus miembros no tienen la legitimidad de la elección directa, como sería de esperarse para el desempeño de funciones tan trascendentes?
Elsa de Mena-Diario Hoy
Micky: Lamentablemente todos estos señores dirigentes indígenas han bailado al son que le toquen y el beneficio siempre ha sido para las cabezas no para la tropa. Así que yo veo este asunto cara de pescado como dice el populacho. Ahí comenzará la compra y venta de conciencias.
Yo nos creo ni el apellido a esta gente.
Mayra
Señora Elsa de Mena, podría en nombre de la democracia a la cual usted alude disentir de varios de los puntos que usted menciona, pero sólo me referiré a su afirmación: «Aquella izquierda que se cree dueña de la verdad, que no acepta opiniones opuestas, es la primera que se ha manifestado.»
Señora de Mena, usted ha tratado un tema que hay que diferenciar, el de la izquierda que ?se cree dueña de la verdad? y el de la derecha que NO ES QUE SE CREE, sino que ES LA DUEÑA DE LA VERDAD (inclusive se permite ?darnos opinando?). En todos los ?medios independientes? incluido este medio, usted puede expresarse como dueña de la verdad, pero este ciudadano que ni siquiera es de izquierda, no tiene derecho a reflexionar peor a expresar opiniones opuestas a lo que piensan LA DERECHA DUEÑA DE LA VERDAD:
Ayer y hoy en la columna ?desde mi trinchera? he tratado de exponer, sin conseguirlo, la siguiente opinión respecto de lo que opina la derecha dueña de la verdad:.
Señor Rafael Guerrero ROCA: A propósito de su comentario relacionado con la opinión del señor HENRY RAAD y de la «Carta Abierta» de Miguel Palacios FRUGONE Presidente de la JUNTA CÍVICA DE GUAYAQUIL, permítame a mi también emitir dos opiniones:
PRIMERA.- ¿En realidad, USTED está unido a los indígenas por «el profundo amor por una tierra donde están enterrados nuestros antepasados»?
Si esto fuera verdad, entonces:
¿qué LAZOS LES UNE a los ?GUAYAQUILEÑOS? -«madera de guerrero? cuyos orígenes son: Catalunya, Líbano, Francia?, que ahora conforman la llamada JUNTA CÍVICA, con la CONAIE?.
¿Sentirán ?PROFUNDO AMOR? por el LÍBANO, por CATALUNYA, por FRANCIA, por IRAK, por ISRAEL, etc. etc., verdaderas tierras de sus ?ANTEPASADOS??
SEGUNDA.- «Le exijo que me reciba, pues como soy su mandante tiene que hacer lo que le pido.». Esta es la orden el señor Miguel Palacios FRUGONE al señor Presidente: ¿Así suelen proceder los miembros y los defensores de la Junta Cívica DUEÑOS DE LA VERDAD?
El señor Miguel Palacios FRUGONE dice que ha solicitado una ?reunión personal? con el presidente ecuatoriano (Rafael CORREA DELGADO GUAYAQUILEÑO CIEN POR CIENTO ?madera de guerrero?…, verdad señor ROCA), dicha reunión, dice el ?mandante?, tenía por intención ?hacerle conocer sobre la desatención suya para con mi ciudad?, al respecto pregunto al lector:
¿REALMENTE EL DR. Miguel Palacios FRUGONE, (¿GUAYAQUILEÑO CIEN POR CIENTO ?madera de guerrero?, señor ROCA?) SE HABRÁ MEZCLADO CON LA PLEBE Y HA PARTICIPADO DE LOS IDEALES DE LA REVOLUCIÓN CIUDADANA y según él confirió su MANDATO al señor economista RAFAEL CORREA DELGADO para que se encuentre ejerciendo la Presidencia de la República?
Al DR. PALACIOS, HAYA O NO OTORGADO SU VOTO A FAVOR del señor CORREA, ¿que le sucede?, ¿está pensando que está en una de sus empresas («mi ciudad») IMPARTIENDO ÓRDENES A SUS SÚBDITOS?. Sólo en sus empresas, tendría la prioridad para ser atendido de acuerdo a su AGENDA.
Señores con el respeto que cualquier ciudadano se merece, PROVENGA DE DONDE PROVENGA guayaquileño «madera de guerrero», o no, del Líbano, de Catalunya, de Francia o de donde sean sus orígenes, que llegaron a Guayaquil (cuyos patrimonios no se han incrementado en la misma proporción que la del noble, sumiso y trabajador pueblo guayaquileño que por el contrario sigue empobrecido), por favor MÁS RESPETO AL PRESIDENTE ECUATORIANO. APRENDAN A RESPETAR la majestad del mas genuino representante del pueblo ecuatoriano, que está vez no pertenece a vuestro círculo.
Cordialmente,
Fernando Espinosa Espinosa
El indigena sea cual sea su grupo etnico siempre ha sido un fiel referente del verdadero ecuatoriano autoctono, y por ende he de decir que los indigenas tienen una gran ventaja ya que tecnicamente son una raza pura, los mestizos entre los que yo me incluyo asi como gran porcentaje de los ciudadanos Ecuatorianos ya no disfrutamos de esa pureza de raza debido a nuestros ancestros y sus respectivas uniones maritales.
Pero este no es el punto, algunos dirigentes indigenas como los que ahora pululan en la CONAIE, en Pachacutik y demas movimientos representativos han caido dulcemente en las redes de la perdicion politica, es decir que ellos se manifiestan como salvadores o representantes de un grupo enorme de ecuatorianos cuando dichos individuos no son nada mas que simples oportunistas, corruptos y embrutecidos en sus cargos por un cierto poder que tienen al estar en tal jerarquia de lideres dirigentes.
No se dan cuenta que asi sea la Junta Civica de Guayaquil, de Quito, de Cuenca o de cualquier otra noble ciudad ecuatoriana, el deseo de solidaridad y union para acabar con el mandato absurdo y prepotente del «semper tiranis» que gobierna nuestro pais es el ideal mas preciado en pos de una verdadera revolucion a favor de todos los ecuatorianos, no tal como reza el infame anuncio gobiernista que dice «la revolucion ciudadana y la patria ya es de todos», sera esta pero de todos los afiliados al movimiento politico alianza pais y afines.
Entonces, como vamos a salir airosos si el divisionismo lo causan una minoria de interesados, ciegos e ignorantes que se hacen llamar dirigentes indigenas? Y mas aun hablando en el nombre de una etnia tan noble y pura como es la de los indigenas en general?
Aqui pienso que ante tanta infamia y en un momento de ira y desahogo las almas de los grandes lideres como fueron Guayas, Atahualpa, Pintag, Rumiñahui y otros magnificos indigenas del pasado clamarian e impartirian justicia contra este grupo de desalmados manipuladores de mentes y conciencias.
No señor Usted está muy equivocado, si piensa que no existen diferencias entre serranos y costeños pues habrá que enviarlo a recibir un curso de Guayaquileñismo intensivo donde conozca la forma y trato brutal que los serranos han tenido con nosotros a lo largo de la historia de esta «malparida» nación.
Nosotros como herederos de los Huancavilcas no podemos hacer alianzas con los herederos de los Incas (enemigos ancestrales) eso es un error histórico sin nombre ni apellido, una afrenta a nuestro pasado y un deshonor en nuestro futuro.
Lo que Usted realizó fue una profunda herida en el sentimiento nacionalista Guayaquileño que dificilmente podrá ser olvidada.
El trato en primer lugar no debió ser con la Conaie, sino exclusívamente con los indígenas del oriente, para eso era necesario hablar y levantar el liderazgo de la prefecta Guadalupe Llori, para que ella organice a su gente.
Si algo tenemos en común con los indígenas de la Amazonía no es solo una nacionalidad impuesta de forma abusiva sino además una invasión arbitraria de los Quiteños a nuestros territorios para explotar nuestros recursos naturales.
Ni los Amamzónicos ni nosotros queremos oir hablar de integración y menos de «Ecuatorianidad», lo que Ustedes cometieron fue una verdadera tontería, que nos llenó de profunda verguenza a los que alguna vez los apoyamos.