Esta semana recién pasada, he sentido incrementarse mi repugnancia por los acontecimientos que de varios ámbitos narraban las noticias. De ellas se podía deducir que cada día se producen más casos de corrupción y con la mayor naturalidad.
Siento, apenado, que debe ser cierto que merecemos estar entre los últimos en la lista de percepción de prácticas éticas y de tener un bajo rango moral.
La “corrupción” no es solamente recibir un soborno o extorsionar a una persona natural o jurídica; va mucho más allá.
He tomado de “Ciudadano Sin Fronteras”, Transparencia Gubernamental, el siguiente párrafo: “Todos los tipos de gobierno son susceptibles a la corrupción política. Las formas de corrupción varían, pero las más comunes son el uso ilegítimo de información privilegiada, el tráfico de influencias, patrocinio, sobornos, extorsiones, influencias, fraudes, malversación, la prevaricación, el caciquismo, el compadrazgo, la cooptación, el nepotismo y la impunidad. La corrupción facilita a menudo otro tipo de hechos criminales como el tráfico de drogas, el lavado de dinero y la prostitución ilegal; aunque no se restringe a estos crímenes organizados, y no siempre apoya o protege otros crímenes.”
Para visualizar un poco más el triste horizonte detallo unas cuantas prácticas corruptas adicionales: Distracción de recursos públicos para uso privado o para fines político-electorales (financiamiento de actividades político-partidarias y provisión de empleos a la clientela particular de determinado grupo político); Mantenimiento de privilegios e incentivos que favorecen al gobernante; Cláusulas que permiten sobreprecios en la ejecución de proyectos; Beneficios sexuales o temor a la identificación de los mismos; Ludopatía; Adicción a las drogas…
“Política” [del griego (polis) «ciudad») es el proceso y la conducta de consensuar los problemas y proyecciones del grupo y obtener una decisión colectiva que sea favorable y justa para el mayor grupo de ciudadanos.
En la política siempre se debe de velar por el bien común. Por eso los medios a utilizarse son fundamentales. Ya que no pueden estar viciados de arbitrariedades y amenazas.
Claro que sí importa el tipo de medio que se utiliza en política, para llegar al fin. La escuela de Maquiavelo era: “El fin justifica los medios”; sólo los dementes pueden estar de acuerdo en la era actual.
En nuestra era del poder del Pueblo, Por y para el Pueblo, aquella consigna no se puede aceptar. Ya que si los medios para llegar al fin, son malos, perversos… como muchos que experimentamos, el fin se encontrará siempre corrompido.
Una autoridad electa, o funcionario designado, no puede mentir, esconder, tergiversar su actuación. Deben tener una trayectoria recta; serlo y parecerlo. Deben ser personas a las cuales el resto de la sociedad pueda admirar y duplicar.
Las autoridades fatuas, dictatoriales, corruptas, o que permitan dichos hechos, envilecen los entornos y se convierten en espejos dañinos para la sociedad. Es el camino seguro a una corrupción generalizada.
Fácilmente se puede observar que no existe un bien común sino para algunos, para aquellos cercanos a la “grandiosa” autoridad que igual que en las épocas feudales, período en que se sentían que eran o representaban divinidades, nadie podía mirarlos o dejar de hacerle una venia.
De qué manera se puede controlar la delincuencia si la sensación del maleante es: “Si ellos roban, mienten o cometen tantos actos de libertinaje con total indemnidad ” ¿Por qué nosotros no vamos a tener el derecho de hacer lo mismo?
Hay la intuición de que únicamente se puede trabajar si eres de la camarilla, para los demás… las migajas que caen al suelo. Y los negocios grandes son a dedo, bajo el umbral protector de una declaración de emergencia u otras opciones establecidas en leyes preparadas con dedicatoria.
“La corrupción ya es de todos… los que están ‘IN’ (adentro, los panas, los yuntas)”
Por ahí circula una sátira que dice: Llega un subalterno todo sudoroso, preocupado, y le dice al jerarca: Jefecito hemos quedado en segundo lugar entre los peores… Y el jefecito le contesta: No te preocupes, ¡Te garantizo! que el próximo año seremos los primeros.
Desde hace algún tiempo leo sus comentarios señor Kure, y siempre son del mismo color: rojos, inflamables, calumniosos. Sin sostenerse en alguna verdad: dicen por ahí…,etc.Así no se puede, mejor dicho: no se debe emitir opiniones para consumo masivo. Quienes aquí comentan, en su mayoría, su única virtud es el lenguaje procaz, la verdad a medias o la fácil conjetura. Usted habla de corrupción, pero quisiera que nos diga: cuando y cuanto fué su declaración de impuestos, cuando y cuanto a hecho por el Ecuador y sus ciudadanos. Habla de que hay una camarilla que se lleva todos los negocios, y que a usted solo le dejan migajas, ya veo como usted hace sus negocios: en grande supongo, y ahora ya no puede, porqué será? Quien escribe este comentario no es de la camarilla, tampoco se ha beneficiado con alguna canonjía, ni es del círculo de gobierno, es un ciudadano que cree en Correa, como la mayoría de ecuatorianos, que aspiramos a que aquí cambie algo. Ya basta de pelucones perfumados, de señoritos dueños de la verdad y la República, al cesto los recaderos de la oligarquía.
Don Antonio que podemos esperar si el fiscal no fiscaliza y tiene mas poder que los mismos asamblaistas. Es tan cara de tuco este gran alumno de Lovaina que tiene tantas denuncias y sigue ahi, lo del carro ya es ser descarado, abuso de poder, trafico de influencias, ni siquiera va a las audiencias. Y como todo buen alumno de Lovaina habla y habla y habla mientras tanto al Ecuador se lo llevan en peso.Tan corruptos como este fiscal son los asambleistas que con tanta denuncia sobre este mal funcionario deberian de llamarlo a juicio y botarlo sin tanto show.
Estimado Xavier,
Todavía falta la prueba mayor del contubernio.
Cordialmente,
Estimado señor Carranza,
La lista de irregularidades podría llenar una enciclopedia.
Cordialmente,
No le pongo ningún color a mis comentarios; sólo le pongo hechos denunciados y comprobados o, la similitud de los actos con los efectos que siempre han tenido.
Pago todos mis impuestos. En mi vida productiva, no he cojido, ni cojo migajas de nadie; he sido un emprendedor y muchas cosas que ahora son usuales las estrené yo.
¿Que he hecho por Ecuador? Que la gente lo diga, no soy megalómano. Debo admitir, eso sí, que jamás estoy contento con lo que doy y hago, siempre quedo con el deseo de hacer más, dar más, transmitir conocimientos más, y tolerar a las personas que juzgan por continuar la muletilla, como usted lo ha hecho.
Señor Kure:mejore los contenidos de sus comentarios y deje atrás el lenguaje procaz y le irá mejor, sobre todo: aspirará al respeto que no se gana con los epítetos sulfurosos. Ahh, veo que ha sido emprendedor, yo también. Con relación a los hechos que enumera,son únicamente denunciados pero no comprobados. Respeto su inconformidad por no hacer más por sus conciudadanos, a mi me pasa igual, pero puede comenzar ahora: siendo real, objetivo y cuidadoso con lo que dice, aunque aquí se habla nomás cualquier cosa buscando notoriedad.
Procaz: 1. adj. Desvergonzado, atrevido
Sr. Ramos, ¿Dónde está el término «procaz» que yo he usado?
Usted tampoco lo ha hecho; pero, por cierto, que las intervenciones del que funge de Presidente y otras autoridades dejan mucho que desear.
La corrupción, y listé muchas formas de ella, sin añadir la peor: Tapar las cosas indebidas que hacen los «amigos o miembros de una cofradía», es verdaderamente perversa para las que padecemos sus efectos.
Hay muchas cosas que están pasando de forma lenta i dirigida que no se pueden decir hasta que se vea la obra… y entonces será tarde.
Aclaro que en la generalidad no pongo nombres porque no me importan ni critico a personas, lo hago estrictamente sobre los hechos. Que robe Juan ZZ o Alguri BB para mi no es lo trascendental; pero el robo en si, sí lo es. La ineptitud, la prepotencia, el ser dueño de la verdad está mal EN culquier ser que lo haga; por lo tanto, son a lo que me refiero.
Señor Kure:
Permítame sugerirle la lectura de un libro del mexicano Miguel Ruiz «Los cuatro acuerdos», que en síntesis se resume así: 1)se impecable con tus palabras; 2)no te tomes nada personalmente,3) no hagas suposiciones, 4)haz siempre lo máximo que puedas. De verdad hay que leer, sobre todo, lo que es de calidad y construye.
Buen día amigos; la inestabilidad laboral, la inseguridad, la delincuencia organizada pública y privada, la falta de credebilidad en el sistema judicial, es fiel reflejo que las leyes se han dictado y socializado en las baterias sanitarias de la Asamblea Nacional o Congreso, que al fin por sus acciones nos han dado a entender que son lo mismo – el mismo perro con diferente collar – nada más –
Como no afirmar aquello, vemos con onda preocupación que los votos que se requerian para llevar a juicio al Fiscal Pesantez – se cambian yendo al baño – el ciudadano común y corriente se pregunta ¿ en los baños hay rollos de papel higienico o rollos de billetes ? o dan ha entender que cuando realizan sus necesidades biologicas se hacen más inteligentes y que cuando halan la palanca del agua se van sus remordimientos y sus conciencias se han limpiado – que buena novedad hoy se legisla en los baños – será por aquello que nos encontramos en la MI…. – VOLVI
LA KANTALETA
Así es no se puede tocar porque por todas partes hay pus. Se ha llevado la politiquería barata, la corrupción con respaldo y la misería a niveles de la robolución del Siglo X hasta el XXI.
Que pena señor Kure, vuelve usted al lenguaje procaz y barato. Ahh, revolución es con V mi estimado señor.
No se puede perder tiempo con necios: Victor Rodrigo Ramos, puesto que ellos lo llevarán a su plano y ahí ganarán pues son expertos.
Señor Kure: de verdad, si soy necio, al menos en el uso del idioma (ya he comentado respecto a su pensamiento). Cómo puedo tolerar que alguien que quiere analizar sobre asuntos de Estado, no tenga un elemental conocimiento del idioma!! Su artículo tiene varias inconsistencias idiomáticas. Usted usa la palabra DUPLICAR que se lo debe utilizar para cosas, porque para personas lo correcto es decir: EMULAR. Disculpe la observación, pues el insulto al idioma también se aprende.
Victor Rodrigo Ramos
Diccionario de la RAE: duplicar.
Repetir exactamente algo, hacer una copia de ello.
Der. Dicho del demandado: Contestar a la réplica del actor.
emular.
(Del lat. aemul?re).
1. tr. Imitar las acciones de otro procurando igualarlas e incluso excederlas. U. t. c. prnl. U. m. en sent. favorable.
Note que EMULAR es en sentido FAVORABLE. ¿Hay algo que se pueda «emular» del desgobierno. Definitivamente NO. No obstante, si se pueden DUPLICAR: Repetir exactamente algo, hacer una copia de ello.
Le repito señor Kure: nos referimos a la acción: duplicar se refiere a repetir la acción en cosas y emular a la acción en personas. No duplicamos a las personas: emulamos, porque ese duplicar como usted se refiere sería: clonar, que es otra cosa. Disculpe usted.
¡ Viva el día del trabajo sin trabajo !
Oiga amigo que lindo ha sido celebrar el día del trabajo sin trabajo – no hacer pancartas que digan – el trabajador organizado jamás será explotado – que bello – ¿porque no decir ? el ciudadano sin trabajo jamás será humillado, manipulado y hasta denigrado.
Señor presidente correa – ya no haga esfuerzo por tratar de crear fuentes de empleo para quienes creimos en la famosa revolución ciudadana.
stamos tan debiles, desanimados y hasta sin ganas de vivir – por la sncilla razón que usted ha realizado un maravilloso trabajo, de tener a todo un pueblo con miedo, hambre y lo peor quemeimportista.
Así que señor Presidente – haga lo que le de la gana y dejeme festejar a mi manera el día del trabajo – sin trabajo – ¡ viva la desocupación y el hambre – ¡ viva la vida por que yo ya me estoy muriendo…..
«LA KANTALETA» Tiene razón ¡Viva la desocupación! ¡Viva la vagancia impuesta! Lo único que me preocupa es si en verdad ellos van a mantener bien a todos los que están en vagancia obligada…
Hay una linda descripción sobre el tema:
«La vida ideal es dormir la mañana; la tarde pasar con los amigos y la noche para amar y farrear»
¡Agradezcamos a su majestad darnos esa facilidad!
Vea usted Sr. Kure:
Sus comentarios sin sustento, su lenguaje barato, su ortografía que no es ortografía, qué pobreza idiomática.