Bolívar fracasó entre otras causas por su idealismo, tratar de crear un gran país con obstáculos casi imposibles de poder superar, comenzando por la inhóspita geografía entre países y dentro de ellos. Viajar de Guayaquil a Quito o de Quito a Bogotá tomaba semanas y el viajero arriesgaba la vida. Cuando Rocafuerte dejó Quito al terminar la presidencia, le tomó un mes (incluyendo descansos) llegar a Guayaquil a posesionarse como Gobernador. Una tabla de distancias de tiempos a caballo entre ciudades revela que de Popayán a Quito tomaba más de 112 horas. La geografía atemorizó a los representantes de Ecuador para asistir a todos los Congresos, situación que ocasionó perjuicios al país por haberse dictado leyes contrarias a los intereses ecuatorianos.
A pesar de haberse pasado recorriendo entre países, Bolívar no se dio cuenta de que además de la geografía había otros obstáculos para hacer realidad su sueño, entre ellos la falta de homogeneidad en las sociedades de Gran Colombia. Al respecto, Rojas comenta en su obra Repúblicas de Aire: “Buena parte de los diseños constitucionales, codificaciones jurídicas, políticas fiscales, proyectos educativos, estrategias de escritura histórica, panteones heroicos, ceremoniales cívicos, manuales de instrucción moral y alianzas diplomáticas, impulsados por aquellas élites, contenían discursos y prácticas de homogeneización republicana de la diversidad. A la heterogeneidad social se sumó, desde los primeros años poscoloniales, una rápida diversificación del campo político y la esfera pública, provocada por las tensiones legislativas, la rivalidad entre caudillos, la formación de nuevas élites locales, la irradiación de logias masónicas y sociedades secretas, y los primeros brotes de guerra civil”.
Entre las características del buen estadista están: tener eficiente estructura de organización en su gobierno, optimizar y manejar las cuentas públicas correctamente. En el caso de la Gran Colombia cuya dimensión era enorme, para triunfar el proyecto, se requería casi la perfección en la organización del Gobierno: fluidez en las comunicaciones, efectividad en la implementación de decisiones, otorgamiento claro de autoridad a funcionarios, definición de responsabilidades, etc. Lamentablemente, en los departamentos de la Gran Colombia, la organización del gobierno fue muy pobre, prevalecía el caos y las cuentas se manejaban irresponsablemente. Bolívar no tuvo políticas económicas claras, actuó de acuerdo a lo dictado por su personalidad. En cuanto a la política fiscal fue más perjudicial que la española porque además de mantener los mismos impuestos, exigió “contribuciones” a los empresarios y profesionales. Estos impuestos disfrazados tuvieron severa oposición en Quito. Se desconoce cuánto se gastó durante la Independencia de Ecuador y el monto de lo aportado a la de Perú, además de si fueron bien invertidos los dineros. Lo único que se sabe es la asignación de la deuda externa inglesa, valor que posiblemente fuera inferior a lo gastado con recursos ecuatorianos, particularmente guayaquileños. Bolívar desde donde se encontraba enviaba comunicaciones para que del producto de las recaudaciones de la Aduana de Guayaquil se usaran los fondos para hacer pagos por compras de barcos u otros recursos bélicos. La contabilidad del gobierno fue introducida recién en la Presidencia de Vicente Rocafuerte.
En el tema de Guayaquil, Bolívar también mostró muy pocas dotes de estadista, le faltó habilidad diplomática para ganarse la confianza y respeto de todos los guayaquileños. Él veía en Guayaquil la fuente de riqueza para financiar sus guerras en el resto del país y Perú, y puerto de entrada para sus tropas. A esa fecha, Guayaquil era la ciudad más rica de Ecuador y la principal generadora de divisas por tener el dominio de las exportaciones. Bolívar ya había hecho contacto con Olmedo, quien era la máxima autoridad en la Provincia de Guayaquil, a raíz de que este último envió emisarios a Bolívar y San Martín para hacerles partícipes del gran triunfo del 9 de Octubre de 1820. Pero la intención de Olmedo no era entregarle la Provincia a ninguno de los dos. Las cartas de Bolívar a Olmedo fueron prepotentes y autoritarias, sin conocer Guayaquil se sentía dueño de la ciudad y con autoridad divina para decidir su futuro, como se aprecia en la carta del 18 de Enero de 1822. En ella se expresa en duros términos de Francisco Roca, uno de los patriotas guayaquileños, hermano de Vicente Ramón Roca, quien sería Presidente de Ecuador:
“La copia que tengo el honor de incluir á V. E. manifiesta claramente los sentimientos del Señor Francisco Roca miembro de ese gobierno. Ella no solo hace creer que el Sr. Roca es un declarado enemigo del Gobierno de Colombia sino que induce a conjeturar que lo es de la libertad de Guayaquil. Complacerse con la disolución de los cuerpos, con la divergencia de opiniones y en la· debilidad de las fuerzas que deben resistir al enemigo de América; llamar tunantes á los oficiales que propenden a la incorporación de Guayaquil a Colombia, es mostrar o que desconoce la verdadera debilidad de su país o los derechos incontestables de Colombia o mas bien es mostrar que cree que los esfuerzos de ese pueblo para recobrar su libertad, se han hecho para su engrandecimiento personal. y para proporcionar un teatro á su ambición. Yo creo que esta carta debe despertar y llamar toda la atención de ese gobierno sobre sus verdaderos intereses y sobre su verdadera felicidad; ese gobierno sabe que Guayaquil no puede ser un Estado independiente y soberano ese gobierno sabe que Colombia no puede ni debe ceder sus legítimos derechos y ese gobierno sabe en fin que en América no hay un poder humano que pueda hacer perder a Colombia un palmo de la integridad de su territorio. Yo creo Señor Excmo. que ya es tiempo de obrar de un modo justo racional y conveniente á los intereses de esa provincia demasiado tiempo expuesta a vaivenes de la fortuna y a azares de la guerra, pero oportunamente auxiliada y protegida por las armas de Colombia”.
Olmedo pretendió liberar al resto de las provincias de Ecuador, sin la ayuda de nadie, para lo cual organizó la División Protectora de Quito, ejército que lamentablemente sufrió una derrota en Noviembre de 1820. Fue en ese momento en que Olmedo se vio obligado a pedir ayuda a San Martín y Bolívar, mostrando más cercanía con el primero. Esto se observa por el número de cartas suyas a los dos. Con Bolívar hubo un intercambio de comunicaciones muy limitado. Mientras Olmedo estuvo en su cargo destinó importantes capitales para financiar la traída de los soldados colombianos que marcharían a Quito y luego el costo logístico para mantenerlos en el país hasta la batalla de Pichincha. También financió el envío de tropas a San Martín, uniformes y cacao para que con el producto de la venta, tuviera dinero para cubrir las necesidades militares. Todo este gran esfuerzo no fue reconocido por Bolívar, quien veía en Olmedo un serio obstáculo para apoderarse de Guayaquil.
Don Guillermo Arosemena, saludos. Me gustarìa conocer si todo este interesante material que publica en la web, tambièn lo podemos adquirir en algùn libro especifico.
Me podrìa indicar usted; estarè agradecido por que este conocimiento es valioso, sobre todo para quienes nos gusta la historia.
Olmedo no tenia dotes de militar aunque para administrar no fuera tan malo, las distancias definitivamente fueron insalvables y no solo fomentaron brotes de sececionistas sino que terminaron debilitando a un gran sueño que tuvo el gran militar Bolivar, ademas eso termino con otras grandes uniones como la republica de centro america, aunque mejor hubiera sido que progresara el imperio de Mexico…..
Pero porque nunca pudimos unirnos como Estados Unidos y Brazil si lo hicieron? sera porque aqui habian mas cabecillas individualistas, caciques que no quisieron bien por prosperidad colectiva sino solo para el bienestar de ellos y sus familias nada mas? o talvez Dios no lo quizo….
Siempre hay que recordar que Bolívar dijo en Angostura, Venezuela. -NO EN LA HOSTERíA ECOLOGICA DE ALIAS REYES- que fue fumigada el presidente Uribe en marzo del 2.008.
Huíd del país donde uno solo ejerce todos los poderes, es un país de esclavos.
Frase con la que se comprueba la manipulación de la vida del libertador, por parte de los robolucionarios bolivarianos, que hoy le dan forma A LA PESADILLA DE SIMON BOLIVAR.
Sr. Cedeño:
El libro de revisión de períodos de nuestra historia será publicado para fines de año. Incluirá: 10 de agosto de 1809,Independencia, años formativos de Ecuador, Eloy Alfaro y Revolución Juliana. Su contenido seguirá siendo publicado semanalmente en este medio
POR REFERENCIAS A TRAVÉS DE CONVERSACIONES CONOZCO QUE EL SR. AROSEMENA, AUTOR DE ESTE ARTÍCULO, QUEBRÓ UNA INDUSTRIA DE CAFÉ, DE SU SEÑOR SUEGRO…ES VERDAD…???…FAVOR INSTRUIRME, PORQUE SI ESTO ES VERDAD NO CREO QUE TENGA EL VALOR MORAL DE ESCRIBIR EN CONTRA DE BOLÍVAR, LE QUEDA MUY….CHIQUITITITO….PUES SI EN VERDAD NO PUDO CONSEGUIR «LA PATRIA GRANDE», NO MENOS CEIRTO ES QUE CON SU HAZAÑA LIBERTARIA DE 5 NACIONES NO TIENE PARANGÓN EN LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD, LO OTRO SE DEBIÓ A QUE SIN LUGAR A DUDAS…SOMOS HEREDEROS DE SANGRE EWSPAÑOLA PRONTUARIADA, SALIDA DE LAS CÁRCELES….A DIFERENCIA DE TODAS LAS DEMÁS ETNIAS, INGLESES Y PORTUGUESES,QUE POBLARON AMÉRICA.-
LES AGRADEZCO DE ANTEMANO SU CONTESTACIÓN A MI INQUIETUD, …SI ES POSIBLE…????.- vALE.-
Guillermo: Sólo el tiempo y la historia nos demostrará si Bolívar fue estadista o no. El problema es que Chávez y sus secuaces han prostituído el mensaje libertario – gran colombiano para su beneficio personal, distorsionando cada uno de sus ideales con su retórica populachera y pachanguera de la revolución del siglo XXI.
Mayra
El hombre americano actual, debe tomar partido, respecto a la descripción que de Simón Bolívar, hacen sus biógrafos, si Bolívar fue genio, si no lo fue, si hizo o dejo de hacer, es demasiado tarde para corregir los errores de un hombre que entrego su vida por hacer realidad lo que el creyó era lo correcto.
Si imaginamos ahora a los libertarios de esa época, no solo del Ecuador sino de toda América, como hijos de las clases sociales mas privilegiadas de la sociedad, y que sin embargo de ser una clase ilustrada, muchos de ellos como es el caso del Libertador, viajado y educado en Europa, no constituían políticamente, la clase dirigente, y de ahí la necesidad de emanciparse.
Cuanto peso para un solo hombre, que no solamente tenia como enemigos a quienes combatía en el campo de batalla, los tenia en sus propias filas, entre los que mismos que financiaban la guerra por conseguir la libertad.
Una vez libres de la administración española, repartidas las tierras, los nuevos títulos nobiliarios y cerradas las puertas al mundo civilizado de Europa, nada cambio para el pueblo llano, solo cambio de amo, solo cambio de dueño, solo cambio de administrador.
Las facturas si que las tenemos hasta hoy, no solo de la deuda inglesa, tenemos una deuda interna, aun pagamos impuestos todo el país, para el adelanto, el progreso y el orgullo de esa perla maravillosa, llamada Guayaquil.
Dicen que ningún comedido sale con la bendición de Dios, sin Simón Bolivar, como dijo un tabernero en Barcelona ¡¡¡¡»Estaríais bien»!!!
Sr. Castro:
Su amigo le ha dado la información equivocada. La fábrica de café sigue funcionando en el mismo sitio desde hace sesenta años. Él se refiere a la fábrica de elaborados que efectivamente cerró, junto con las quince restantes que existían. El cierre colectivo ocurrió por el colapso de la cosecha de cacao afectada por el fenómeno El Niño y por desacertadas medidas del Gobierno que afectó a todo el sector, no sólo a una empresa.
En dos o tres de mis libros, he escrito sobre lo sucedido. En mi sitio web si busca en la sección Libros, lea Más con Menos, donde comento sobre mi experiencia y si visita la Biblioteca Municipal o la de las universidades, encontrará El Fruto de los Dioses, El cacao en Ecuador, desde la Colonia hasta el ocaso de su industria,1600-1983. En esta obra de dos tomos y más de 800 páginas, dedico un capítulo a la crisis del sector de elaborados de cacao.
La autoridad moral se cuestiona en actos de mala fe, violación de leyes,
hipocresía.etc. No cuando se analiza si una persona cumplió ciertas funciones.
Se exponen los hechos y se citan a los protagonistas. El lector tiene la información para sacar sus propias conclusiones