Mientras Johnny Czarninski-Cónsul General de Israel en Guayaquil, hablaba, con esa palabra segura y apasionada, la noche de la Celebración del 62 Aniversario de la Independencia de su Estado, recorriendo los milenios, en las idas y regresos de nacer y renacer del pueblo judío, retrotraje a Alfredo, su padre, y a su madre Ruth-ella presente en la ceremonia-
De cómo me introduje en la vida de Israel, impulsada, justo, por “don Alfredo” como lo llamaba todo el mundo:
1985-Debía viajar a Nairobi-África- a la Conferencia Mundial de la Mujer representando a doña Eugenia Cordovez, esposa del Presidente Febres Cordero para lo que me preparé intensamente, casi “internándome” en el Ministerio de R.R.E.E en Quito para asesorarme. Yo sabía que en estos eventos mundiales, siempre hay las agendas de “debajo de la manga”, para lo que hay que estar muy alertas. Dos fueron esos temas: Deuda externa y Eliminación del Sionismo. Para el tema Sionismo pedí una entrevista con el Cónsul General de Israel en Guayaquil, Alfredo Czarninski, quien me dio material más que suficiente, no solo para el conocimiento patrio sino, sobre todo, las redes políticas-sociales del mundo de Medio Oriente en que se movía el problema
Leí, estudié y conversé largas horas con el Cónsul, Ruth como siempre atendiéndonos con su gentileza y cariño.
Pero lo que más me admiraba de él, era su acción diplomática activa, de verdadero representante de su País, con miras de establecer no solo la relación social sino, sobre todo, el reconocimiento de Israel a su derecho a existir en el concierto Internacional.
Y de esas horas siguieron días y años, en jornadas culturales, periodísticas, artísticas, sociales y políticas sobre todo, de intercambio entre Israel con Ecuador-que él promovía.
En mi primera experiencia internacional, gracias a cuánto me preparé, salí avante.
Pude expresar en la Plenaria de Nairobi, la adhesión a Israel, del Gobierno que yo representaba, aun con mayoría en contra.
Pude resistir la presión de gente de la OLP que me asediaba en salas y corredores de la ONU y hasta en el hotel, por conseguir el voto contra Israel.
Hoy, Johnny Czarninski con su familia sigue haciendo frente a esa lucha denodada porque el mundo entienda, que ese pueblo pequeño en extensión, pero gigante en sus alcances, tiene razón de ser, a más de por su historia, por todo lo que en ciencia, técnica y cultura da al mundo; de ahí que, como lo dije un día… “tiene que seguir en pie, porque cada piedra levantada, es el esfuerzo del trabajo, del valor y el derecho de existir de esa Nación…”
Y aunque él persistía esa noche, en su discurso, en decir “Créanlo o no lo crean…”
-¡El mundo lo cree, Sr. Cónsul! No solo porque ello es tangible, sino mientras el acendrado patriotismo de gente, como usted, siga latente.
Por hoy un saludo desde Theodor Herzl “padre del Sionismo” en su centenario con su -“Si lo quereis no será una leyenda” ¡Y no es una leyenda!”
Hasta Bengurión que fundó un estado para el pueblo Judío en Pleno Siglo XX para que -“los que logren huir del infierno nazi no se encuentren con las puertas cerradas”…“¡primero los niños…!”
Y de por medio, Golda Meir con… “No renunciaríamos jamás a Jerusalén… ni siquiera aceptaremos discutirlo”
Y aquí la, oración que levanté cuando en el Bosque de la paz, en Jerusalén sembramos dos árboles, que ahora deben estar crecidos: “Que los árboles sembrados por nosotros, se enraícen para dar sombra a los hombres de Israel y fructifiquen en días de paz para su pueblo y el mundo”…
Hasta tanto, Cónsul Czarninski ¡Salud! Por Israel!
Muy bueno el articulo,y sin ganas de atacar solo de mejorar, Bengurión, es separado, o sea Ben Gurión.
Me gusta ese paìs sobre viven en medio del odio religioso de sus vecinos por miles de años es unbuen ejemplo de sobrevivencia para otros paices que solo se han dedicado aquejarse y recibir limosnas y no hacen nada absolutamente nada por salir adelante y lo peor la decidia de sus habitantes es lo que molesta como el caso de Haiti
Podrìa alguien darme el mail de los Czarsninky o algùn celular para poder contactarlos? muchas gracias
Aparte de leer este artículo, también leí la muy interesante biografía de Don Alfredo Czarninsky. Una historia de valor, inteligencia y superación, propia del pueblo judío. Y he ahí Israel, una pequeña muestra de lo que es capaz ese milenario pueblo.