Desde mi Trinchera (DMT) es de cierto modo un foro donde se expresan ideas y quien reprodujo comentarios de Juan Paz y Miño es bienvenido, así los guayaquileños conocen el pensamiento de ese historiador. Como he mencionado en algunas oportunidades el revisionismo histórico es común en países del Primer Mundo, en el Tercero al que pertenece el nuestro, es rechazado por supuestamente atentar contra la historia. Es una expresión más del atraso mental de las sociedades de naciones atrasadas.
En mis análisis históricos publicados en DMT, desde hace varios meses, utilizo mayoritariamente fuentes de la época, no menos de veinte obras escritas entre 1820 y 1850, además de cartas y comentarios de diarios de ese período; no me baso en historiadores de fines del siglo XIX o XX con sesgos ideológicos, sólo dos libros escritos por no latinoamericanos, reconocidas autoridades sobre la época y personajes sobre los que han escrito; sus obras han sido traducidas a numerosos idiomas. Mis fuentes son de personas que vivieron y fueron protagonistas directa o indirectamente de lo que sucedió en Ecuador durante la Independencia y primeros años de la república.
En su escrito, Paz y Miño da a entender que mi análisis se limita a defender autonomías y “…viene de la mano de los intereses políticos de la actualidad. Y, desde luego, nada tiene que ver con la historia científica”. Parece que él desconoce que nunca he sido político, no he pertenecido a partido político alguno, así como no he defendido tesis políticas. En esa actividad hay miles de personas, suficientes con ellas. El tema autonomía es uno de los muchos que analizo y debo analizarlo porque forma parte de la historia de Guayaquil, y mi familia desde hace seis generaciones ha estado vinculada a esta ciudad.
Mi crítica a Bolívar es sobre su papel como Presidente de la Gran Colombia, jamás he cuestionado su capacidad como militar o su espíritu soñador. He puesto como ejemplo moderno que no todo gran militar es capaz de dirigir el destino de los pueblos. Es el caso de Eisenhower y Patton, ambos graduados de West Point, la más famosa academia militar del mundo. Siendo el segundo indicado para ser Comandante Supremo de la Fuerza Aliada, por méritos y antigüedad, el Gobierno estadounidense prefirió al primero, quien luego fue Presidente de ese país. En lo militar, Patton es considerado uno de los más grandes militares de la Segunda Guerra Mundial, él quiso llegar a Berlín, su objetivo final, pero Einsenhower le prohibió para permitir que los rusos fueran los que se tomaran la capital alemana, donde se encontraba Hitler refugiado en su bunker. Sobre el Bolívar como estadista, no hay estudios realizados a profundidad. He presentado suficiente información para que el lector juzgue si lo fue o no. Si se leen detenidamente mis escritos, las críticas no son mías, pertenecen a quienes lo conocieron.
La historia hay que escribirla con el cerebro y no con el corazón, error cometido frecuentemente por historiadores. No soy fanático de ninguno de nuestros Padres de la Patria. Paz y Miño debería releer mis escritos. En ellos comento sobre las debilidades de Olmedo, Rocafuerte y otros personajes. No me limito a Bolívar.
Sobre el trillado comentario de los socialistas acerca de que las oligarquías están atrás del revisionismo histórico, está totalmente equivocado. Las mal llamadas oligarquías, si se refiere a los grandes empresarios, no contribuyen materialmente a publicaciones históricas. Ellos se imitan a producir y lamentablemente no destinan recursos para publicaciones, salvo excepciones. El talón de Aquiles de la “oligarquía” guayaquileña es no apoyar financieramente a crear institutos de pensamiento, ni promover publicaciones. Es terrible defecto y a más de uno he expresado mi preocupación. Todas las fuentes usadas en mi análisis histórico fueron financiadas de mi bolsillo, no he recibido aporte financiero de los empresarios. Irónicamente el primer libro financiado por empresas, es de una empresa quiteña que contrató mis servicios para escribir un libro sobre el rol de los empresarios en el desarrollo económico de Ecuador y saldrá a circulación los últimos meses del presente año. Afirmo que es irónico porque hubiera esperado que fuera guayaquileña.
En Guayaquil, quienes escriben sobre historia están en tremenda desventaja con los quiteños que tienen numerosas fuentes de financiación.
Si lo hecho por Bolívar es perfecto, así como lo hecho por el resto de los Padres de la Patria, Paz y Miño debería tener la respuesta a por qué Estados Unidos habiendo tenido una menor renta por habitante en 1700, para 1820 ya era ligeramente superior y en cada década posterior la diferencia se fue ampliando hasta llegar a la actualidad que un abismo nos separa. También debería contestar, por trabajar en el actual Gobierno, por qué si a fines del 2006, el ingreso por habitante de Brasil era 1600 dólares más que el ecuatoriano, en el 2008, la diferencia se había casi doblado.
Es mi única respuesta. Los socialistas se han caracterizado por tratar de tapar el sol con un dedo.
Economista: Le informo que lo que para usted es revisionismo ha sido tarea usual en los historiadores serranos.
Es así como, con criticidad, sentido común y dejando de lado amores perniciosos a falsos dioses, los serranos vienen desmitificando DESDE HACE MÁS DE 50 AÑOS las gestas patriotícas de la Independencia, así como han ido desnudando a cada uno de los «santos» personajes históricos…, ejercicio que no realizan los «historiadores» guayaquileños, que no hacen otra cosa que poner cada día más aureolas y plumas naftalinosas a sus antepasados… Porque resulta que no son precisamente los descendientes de los próceres, de los benefactores y de los patricios clásicos los que «se vuelven» historiadores para poder santificar a sus antepasados, como ridìculamente hacen los mormones.
Pero cuando un cholo se hace historiador, resulta que es más objetivo, más veraz y hasta no regionalista, como Calderón Chico.
En la Sierra, DESDE HACE MÁS DE 50 AÑOS, se viene desnundando a Montúfar, a Larrea, a Ante, a Sánchez de Orellana y a otros tantos próceres… porque, le cuento para que se vaya enterando: ¡ELLOS TAMBIÉN ERAN HUMANOS!
Pero qué resulta del trabajo de los «historiadores» guayaquileños: todos convierten a sus ancestros de humanos en semidioses.
Sé que esto no resultará fácil de entender a alguien como usted, que no acepta los errores de sus antepasados… ni los propios ni los de sus iguales contemporáneos. Alguna vez, algún mequetrefe dado de historiador y que no debió haber pasado de dibujante se atrevió a decir que el único error de Olmedo fue cantarle a Bolívar.
Hay muchas verdades históricas que fueron aceptadas en su momento por los mismos actores, como el dicho Olmedo y otros… Pero sus descendientes no pueden aceptarlas y hasta niegan lo innegable.
¡Son una pena!
(Volveré a copiar esto a Paz y Miño para que opine… El tipo es muy visceral, pero por lo menos no es odiador de Guayaquil, aunque sí es crítico con todo lo que sea criticable, sea quiteño, guayaquileño, español o indio. Lo que sí, es demasiado izquierdoso para mi gusto).
Por cierto, dado que ustedes no pueden leer las cosas completamente y sacan todo de contexto, valga aclara que en la Sierra no se considera perfecto a Bolívar ni mucho menos, pero se sabe apreciar sus buenos logros…. como lo apreciaron Olmedo, Rocafuerte y otros de sus contemporáneos guayaquileños.
POR FAVOR, DEJEN DE SACAR LAS COSAS DE CONTEXTO.
Es más, quiteños son aquellos que, conociendo muy bien a Bolívar, lo han desnudado hasta en sus mínimos pecados carnales… Un «patricio» guayaquileño jamás aceptaría que tuvo un abuelo mujeriego, poco inteligente o hasta homosexual… En Quito (liberal en la práctica más que Guayaquil, que es liberal sólo en lo comercial pero conservadora en lo social y moral), los pecados históricos no son malos, sino parte del quehacer humano…
Incluida la dirección de Paz y Miño por «Guayaco Ecuatoriano»
Todos sus artículos han sido realmente muy interesantes y aportan para entender el porqué de nuestras desgracias.
Es interesante leer artículos que se limitan a relatar solo los hechos, sin interpretar los mismos y sin que la pasión o la ideología del autor los desvirtúe.
El Sr. Juan Paz y Miño es conocido en este foro por interpretar cualquier cosa que sea diferente a su manera de pensar como un complot armado por las oligarquías y está bien, es su derecho.
Afortunadamente, tenemos escritores como usted que nos permiten a nosotros los lectores, conocer la historia desde los hechos, sin interpretaciones o conclusiones de terceros.
Lo felicito y ojalá podamos seguir conociendo nuestro pasado a través de sus artículos para así poder entender los resultados del presente.
Extraordinaria explicación. A buen entendedor, pocas palabras.El Dr. Izquieta Pérez, cuando fue Ministro de Salud, ante unas críticas, dijo: «Fácil es hablar, lo difícil es hacer». Desgraciadamente hay personas que cuando tienen su criterio, cierran los oídos y se niegan a escuchar, porque tienen miedo de cambiar de opinión.
Te felicito, Guillermo!
Un abrazo
JFGR
aquella expresion en la que una persona se define como nunca haber sido politico carece de sentido, nadie es tan perfecto como para afirmar algo asi. en otro aspecto la ciencia ha descubierto que el corazon actua como bomba para hacer circular la sangre, de tal forma que es imposible que alguien pueda procesar ninguna escritura con dicho organo, claro esta que las fuentes de Guillermo Arosemena pueden haberle dicho algo diferente. hasta donde tengo conocimiento parece que es el cerebro donde estan los centros del lenguaje hablado y escrito, esto se contrapone a lo que decia Aristoteles, filosofo que indicaba que el cerebro servia para enfriar la sangre proveniente del corazon (tratado sobre las partes del los animales), desde el punto de vista estrictamente cientifico lo unico que cabe con la historia es desconfiar de los historiadores, despues de todo tambien son seres humanos
Felicitarte
por tu labor.
Creo que Guillermo Arosemena es un apasionado de la historia, un acucioso investigador y también un hombre transparente. Por otro lado el esgrime su derecho a ser libre para actuar, pensar, moverse de un lugar a otro y para presentar ideas, argumentos e informaciones que son verdaderas.
Si se coarta el derecho a pensar y transmitir los pensamientos, estamos avocados a coartar una de las mayores libertades del hombre y proclamadas en la Declaración de lo Derechos de Virginia y la Declaración de los Derechos del Hombre de la Revolución Francesa.
Ahora ya nada se puede decir sin satanizar a las personas, especialmente si son de Guayaquil y peor aun si tienen un apellido que puede sonar a rimbombante. Parece que hay algunos locos que tiene el deber de destruir a los demás por su origen o por sus opiniones y solo lo que ellos dicen es lo que vale. Si es de Quito es bueno, si es de Guayaquil es malo.
Si Bolívar lo dijo es sagrado, si lo dijo otro es un anatema, pero que este Bolívar fue tan importante para el actual Ecuador, impoluto, desprendido, sin pasiones, casto y más que todo democrático, no, no lo creo, NO, NO LO CREO.
Si alguien creen en Bolívar, primero recuerde era un ser humano y con muchos complejos y limitaciones. Obviamente, quien está arriba no es por ignorante, ni por tonto. Hitler no lo era, Francisco Pizarro no lo era, Alejandro Magno no lo era, pero tenían defectos abominables que destruyeron su imagen.
Por otro lado ya debemos de parar de hacer partido por tal o cual persona sin leer y documentarse bien, ya debemos parar con eso, especialmente si hemos pasado por la universidad, si hemos aprendido a investigar documentos y en especial si los hemos investigado. No pueden los ecuatorianos que opinan ser ignorantes ilustrados. Es absurdo que en pleno siglo XXI existan miopes que solo consiguen ver algunas cosas y a rajatabla quieren que se oculten otras o adrede las ocultan. PAREN CON ESO.
Al escrito de Guillermo Arosemena lo único que yo puedo decir es; BRAVO, BRAVO por lo documentado y por la visión que tiene de los asuntos que toca. Tu quien seas que adoras la crítica, que te hace sentir importante el que lean tus comentarios, infórmate, instrúyete y lee bastante antes de criticar a otro y piensa bien, abre tu mente.
Víctor Hugo Arellano Paredes
Investigador Académico de la Historia
Estimado Guillermo:
Siga adelante. Lo leo con ansias porque sus análisis son al lugar, sin más pasión que la de usar sus motivos nobles de darnos piezas históricas que hacen nuestros juicios históricos más precisos.
A aquel que ha comentado sus escritos con sorna, lo suelo leer como laxante intelectual para purgar tanta basura que suelo leer por obligación laboral.
Y para terminar, a los fenicios sólo les interesa que sus barcos siempre estén llenos y las cuentas de ingresos pagadas al día. Lamentablemente esos viejos guayaquileños filántropos no supiero educar a sus hijos o nietos para que no vean la paisito como hacienda y Miami como La Meca que los hace ciudadanos del primer mundo. ¿No fue así la relación Guayaquil – París con los «gran cacao»?
Siga adelante. Se lo difícil que es publicar. Mi primer ensayo político – jurídico me costó muelas. Publicar el segundo (que debió salir en octubre del año pasado) me está costando más. Pero el fruto final y la satisfacción que lo acompaña, desaparece las amarguras.
Siga adelante.
Sr. Arosemena, no se detenga en su buena labor de sacar a la luz lo que realmente pasó en los días en los que se estableció lamentablemente lo que ahora tenemos: un país lleno de corrupción y centralismo asfixiante en donde el quiteño cree que el país solo es quito. Le escribo justo desde aquí de quito y aunque llevo ya 10 años en esta ciudad no me acostumbro a gente tan centralista y no atractiva. extraño mucho mi vida en mi vieja ciudad del sur de la serranía de este país.