Los derechos humanos son una necesidad en un mundo como el que se vive. El impedir el abuso de quien tiene el poder y el defender a los que son más débiles o están en desventaja, para poder evitar los abusos, es algo que no sólo es deseable, sino necesario. Sin embargo, preocupa mucho la forma cómo se aplican los derechos humanos.
Veamos unos ejemplos: Una muchacha es abusada y sale embarazada de ese abuso. La familia la rechaza, el mundo se le viene encima. Da a luz y vuelve al mismo medio en el que fue abusada, no tiene recursos para criar a su hijo y tiene que elegir entre seguir siendo abusada o vender su cuerpo para poder alimentar a su hijo. ¿Dónde están los derechos humanos de esa muchacha?
Va un joven caminando tranquilo por la calle cuando se le presentan dos sujetos para robarle. Al ver que no tiene dinero, le asestan una puñalada o le pegan un tiro. ¿Dónde están los derechos humanos de ese joven?
Va un señor en su auto cuando de repente le atraviesan otro carro y se bajan unos individuos que lo secuestran y piden rescate. Al intentar ser rescatado o al no poder la familia pagar lo que desean por su vida, es asesinado. ¿Dónde están los derechos humanos de ese señor?
Mientras tanto, se reclama por los derechos humanos del que violó a la muchacha, de los que asaltaron y mataron al joven y de los que secuestraron y asesinaron al señor. Reclamamos para estos pobrecitos sus derechos humanos. Los derechos humanos ¿son sólo para los delincuentes? El ciudadano que respeta la ley, ¿no tiene derechos humanos? Los policías muertos por intentar capturar a estos asesinos, ¿tampoco tienen derechos humanos?
No hay ningún justificativo para violar, asesinar o secuestrar o para mercenariamente asesinar por un pago. Fue monstruoso el homicidio de miles de judíos o las matanzas por actos de terrorismo, donde se asesina sin que las víctimas inocentes tengan a nadie que reclame por sus derechos a vivir, por sus derechos humanos.
Molesta el cinismo con el se expresó hace pocos días uno de los secuestradores de Don Nahim Isaías al referir que él fue uno de los secuestradores. Si el mundo justifica a la persona que secuestra o mata para obtener dinero para una causa, por más justa que parezca, la injusticia pasa a ser ley. El fin no puede por ninguna causa, justificar los medios.
Ahora se pretende buscar culpables a quienes condenar por las torturas que los asesinos dicen que recibieron cuando fueron capturados. Si esta es la forma en que se pretende llevar los derechos humanos, talvez deberíamos a volver a la ley del viejo oeste y que cada persona ande armada para defenderse y evitar que se capture vivos a los delincuentes. De otra manera, los derechos humanos son un premio a los violadores, asaltantes, sicarios y asesinos, por sus actos en contra de los demás ciudadanos.
Los corruptos representantes de los «desechos humanos»son alquilados por NARCOTERRORISTAS.CRIMINALES Y GENOCIDAS DE LA HUMANIDAD
Mi querido señor Gòmez parece que ud. sòlo expresara lo que todos pensamos como ciudadanos pero lamentablemente hay quienes sòlo ven las cosas desde su òptica y no entienden ni oyen a los otros, entonces asì nunca nos pondremos de acuerdo ni siquiera para perdonarnos como sociedad que ha cometido errores y que quiere ir enmendando paso a paso todo lo que se hizo mal
Los ciudadanos Rafael Correa, Elsie Monge y el Fiscal Pesántez deberían leer y meditar su artículo. Quizás entenderían que los derechos de las víctimas están por encima de los victimarios, sean éstos últimos revolucionarios izquierdistas o nó.
Irene Hurtado
Sr. Gómez, excelente artículo. Faltan personas valientes como usted que se atrevan a decirle a los defensores de criminales y terroristas, la verdad.
Elsy Monje mató a una monja y sin embargo fue absuelta por los jueces. Eso demuestra que sólo los asesinos tienen derechos humanos y «luchan por ellos»… mismos.