¡No Olvidar!

…Mirad pioneros, el crespón de luto que hoy cubre nuestro Oriente / Nos duele aún la felonía de la invasión/Está roja todavía la sangre de nuestros soldados muertos/ pioneros como vosotros/ y era el Caín del Sur / el viejo enemigo de nuestra patria libre / el primero que en este Nuevo Mundo esgrimió las armas totalitarias…” “No lo olvidéis Pioneros”

del Poema “Pioneros” de Aurora Estrada de Ramírez-Perez 1946

Y de ahí, antes y después-cuántos años de lucha, siempre de invasión en invasión y protocolo tras protocolo; el mapa del Ecuador, en el que aprendimos y enseñamos nuestra Geografía, cada vez más mutilado, yo como maestra, lo digo hasta ahora, depredado.

Por eso cuando vemos al presidente Correa en abrazos con García, nuestro grito es ¡Alerta! ¡No olvidar!
No olvidar Tarqui, NO olvidar Jaramijó donde Alfaro “en medio de las llamas fue el capitán legendario” o su grito de “Tumbez, Marañón o la guerra”. Ni la parte del problema que le tocó vivir y sufrir, cuando niños, a mi generación en 1941 y ya adultos: Paquisha, Mayaycu y Machinaza-1981-en que el presidente Roldós Aguilera, con énfasis patriota gritaba al mundo “Este Ecuador Amazónico desde siempre y para siempre”. Pachacutec 1991. Guerra del Cenepa-Cordillera del Cóndor-Tiwinza, Base Sur 1995, con el “Ni un paso atrás” de Durán Ballén. Luego “la paz Itamarati” hasta su consumación con Mahuad, en 1998 de “la transferencia del Título de Propiedad de 1 km2 de Tiwinza en la declaración de la paz”. Que según el internacionalista Jorge Villacrés Moscoso “El gobierno fue engañado” y en palabras del Presidente Febres Cordero… “Se nos ha puesto una paz indigna, una paz lacerante”

Y entre esos períodos estuvimos prestando nuestro contingente con las fuerzas vivas de la Ciudad en la Zona Militar, trazando estrategias para atrincherar Guayaquil, que siempre fue el sueño del Perú.

En 1986 en la Defensa Civil, con Eduardo Alcivar Andreta de Director y Jaime Nebot de Gobernador desarrollando un plan logístico de defensa de la Ciudad, para un posible ataque peruano.
¡Siempre amenazados! ¡Siempre ofendidos!

Sigamos ¡Alerta ecuatorianos!

Cuidado nos vengan, ahora, a inmiscuir en la solución de la Corte Internacional de justicia de la Haya, en el litigio que tienen con Chile, aludiendo “a la fijación de la frontera marítima con Ecuador”, que ya fue fijada a su tiempo y como dice el Internacionalista Antonio Parra Gil “por supuesto es prudente no olvidar la posición peruana respecto a dichos acuerdos, que no los considera convenios específicos de limitación…”

En vez de sonrisas, abrazos, cambios de camisa y juramentos de hermandad el Presidente, debería poner a nuestros expertos internacionalistas a la expectativa…

Y en cuanto al acuerdo al que han llegado Correa y García de “constituir embajadas binacionales” en Argelia y Suecia, de ninguna forma puede darse; si bien dentro del artículo 5 de la Convención de Viena de Relaciones diplomáticas se contempla el fenómeno “de que un mismo jefe de Misión represente al mismo tiempo ante el estado receptor a dos o más Estados acreditantes”, en la Convención de Relaciones Diplomáticas de Ginebra en sus artículos 45 y 46 lo especifica, muy bien: Siendo posible luego de una ruptura diplomática entre estados, “a petición del Estado acreditante, aceptación del Estado receptor o a petición de un tercero no representado en el Estado receptor”, y eso no ha sucedido.

¡Atención! Aún cuando el Presidente Correa diga que “estamos viviendo uno de los mejores momentos de la relación bilateral Ecuador-Perú” o el “me siento como en casa”, expresión ésta que, a nosotros nos suena igual a lo que le dijo a la Clinton, sobre los años que vivió en E.E. U.U, “fueron los mejores cuatro años de mi vida…” La Cancillería debe estar alerta ante estas histrionadas del Presidente, que en su afán de conseguir a García como aliado en UNASUR, caiga en los intereses fronterizos del Perú.

¡Cuidado! Con nuestra soberanía nacional en el mar territorial!

Y como dijo Chávez González-“Rodrigo de Triana”-, en el 47 “¡Recordad pueblo ecuatoriano! Que América sufrió una traición…” y a usted señor Presidente le decimos ¡No olvidar! Que nuestra historia limítrofe está escrita con la sangre de nuestros soldados que lucharon valientemente, como siempre, con más patriotismo que armamento. Si no, que lo diga Alfaro (si viviere); sin contar los miles de aborígenes amazónicos, de nuestro lado, que sufrieron los efectos trágicos del combate.