La moda, es inevitable cegarse ante ella cuando es lo primero en que nos fijamos de alguien cuando conocemos. Muchas veces la manera en que nos vestimos nos identifica y clasifica, y así crear más estereotipos, como muchas veces simplemente es la comodidad de cada individuo.
También es la costumbre que nos hicimos desde el inicio de la historia de tener ciertos diferentes trajes para distintas ocasiones en las que nos podemos encontrar.
Mandar un mensaje hacia los demás sin darnos cuenta, es lo que hacemos cuando optamos por cierta vestimenta, demostrar éxito, poder, o quizás todo lo contrario. Muchas veces la forma de vestir de cada uno no tiene ningún significado especial en la persona, aunque la mayoría de veces sí influye en las personalidades.
El océano de la moda nos arrastra hasta llegar a la misma línea que todos siguen, el mismo camino, para no perdernos en la rebeldía de ir en contra de la sociedad y del sistema uniforme y monótono. “Hay que seguir a la moda”, es el slogan oculto que nos mandan con mensajes subliminales la televisión, el internet y todas las publicidades que nos muestran a nivel mundial.
No podemos escapar de ello porque se encuentra en todos lados. Inconscientemente buscamos en nuestro armario algún atuendo que se parezca al que vimos en la última película que se encuentra en los top 5 de la moda, o quizás el mismo estilo de cabello que usa Megan Fox y que todos los hombres se mueren por ella. Incomoda, sí, porque tratando de llegar a una igualdad con alguna celebridad o simplemente siguiendo el juego de todas las personas, nos perdemos en un falso “yo” y nos olvidamos de encontrarnos a nosotros mismos y nuestra autentica identidad.
Cada día hay menos originalidad en las personas ya que prefieren ser un reflejo de los comerciales de Tommy Hilfiger o Dolce and Gabbana, etc. No mostrar el reflejo de nuestra realidad interior y nuestro mundo interno. El exterior no tiene valor cuando pasan los años y la ropa se destruye, tu piel se arruga y tu mente se deteriora, ¿qué nomas queda? Nos quedan los hechos, los recuerdos, y depende de las acciones de cada uno que hayan marcado en la vida y arrastrado buenas memorias para el futuro. Si nos arrancaran la piel, ¿qué queda? Claro está que no es ninguna tela con colores y estilos, simplemente la desnudez de nuestra alma y mente.
Hay tantas tendencias de modas que nos vuelven locos, para lucir bien, vernos bien, pero cuando llegamos a un extremo de adicción, definitivamente debemos entrar a “rehabilitación” de esa nueva droga que ha entrado en nuestro organismo, la adicción a la moda.
Exacto! perdemos identidad, perdemos lo mas importante nuestra expresion por medio de vestirnos.. para mi vestirme es como un arte, no siguiendo moda, sino siguiendo mis estados de animo y a mi ser.
Te felicito! me encanta como escribes y con la profundidad que dices las cosas..
Me parece muy bien que una persona joven y recién saliendo a la luz de vida exprese estos comentarios tan serios y tan reales. Felicitaciones Nelly Estefanía
D r. IVV