24 noviembre, 2024

Ética del comportamiento profesional. – Parte II

Problemas éticos

En la convivencia cotidianas de unos individuos con otros se originan constantemente problemas cuya solución no sólo afecta a la persona que los crea, sino también a otra u otras personas que sufrirán las consecuencias. Las diversas profesiones en la actualidad presentan muestras de falta de ética. Médicos, docentes, funcionarios, empresarios, empleados públicos y privados de diferente origen y condición están continuamente confrontando este asunto al constatarse los amargos hechos de médicos que explotan a sus pacientes, maestros o profesores que venden notas, funcionarios que compran para el estado a sobreprecio, personas que derrochan los recursos del estado, es decir de todos. Si de salud pública pudiéramos hablar habría que decir que la carencia de una ética sólida y diversificada es la enfermedad mayor de nuestro tiempo.

Una pequeña radiografía estos problemas éticos podría arrojarnos los siguientes:

Abuso de poder – Utilizar el puesto para beneficio propio, “pisotear” a unos o para favorecer a otros.

Conflicto de intereses – Emitir normas en su ámbito laboral trabajo que redundarán en su propio beneficio, como es el participar en el proceso de reclutamiento cuando uno de los candidatos es miembro de su propia familia. Este fenómeno es muy frecuente en las entidades públicas aunque no están exentas las privadas de ello.

Nepotismo – Incorporar muchos miembros de una misma familia a una institución.

Soborno – Recibir privilegios, obsequios o regalías a cambio de dar un trato especial o favor a alguien como retribución por actos inherentes a sus funciones. Esta es una verdadera enfermedad social que abarca a un amplio abanico de la estructura humana del país. En algunas esferas el soborno es casi práctica diaria.

Lealtad excesiva – Mentir para encubrir la conducta impropia del jefe o hacer todo lo que éste le diga, aun en contra de sus principios morales.

Falta de dedicación y compromiso – Perder el tiempo, y no dar el máximo de su esfuerzo en el trabajo cotidiano. Ser mercenario del tiempo pues lo desperdicia recibiendo un salario sin aportar.

Abuso de confianza – Tomar materiales de la institución para su uso personal o hacer uso indebido de los recursos disponibles en la misma.

Encubrimiento – Hacer silencio para no denunciar a una persona desleal, por amistad o temor.

Egoísmo – Buscar la utilidad propio en perjuicio del beneficio de los demás.

Incompetencia – La insuficiencia en la captación, capacitación, control, orientación y evaluación de las personas emiten señales falsas sobre las competencias en su labor. Esto distorsiona la visión que existe sobre las competencias laborales y provoca una influencia negativa en la eficiencia en el trabajo de amplios sectores de recursos humanos públicos y privados. En los últimos tiempos se tiende a estandarizar los requisitos para los puestos de trabajo y su permanencia en ellos sobre la base del rendimiento y cumplimiento de objetivos y metas. A veces la incompetencias no sólo es provocada por la desidia y el desinterés de las personas sino por la misma falta de control del sistema laboral.

Conclusiones

Para evitar en gran medida los problemas de índole ético-moral que surgen en el ejercicio de una profesión o de un oficio, se deben poner en práctica principios éticos que establezcan los parámetros y reglas que describan el comportamiento que una persona puede o no exhibir en determinado momento. No es difícil poner estos principios en práctica, pero el omitirlos redundará en perjuicio propio y en el de las personas con quienes se interviene o se interactúa. Una decisión en la que está envuelto el comportamiento ético de una persona, siempre va a estar enmarcada en uno de los principios y valores aquí señalados.

Considero que los principios básicos de carácter ético que deben regir la conducta en una empresa y en la vida misma deben ser:

Honestidad – Aprender a conocer las debilidades y limitaciones propias y dedicarse a tratar de superarlas, solicitando el consejo de los compañeros de mayor experiencia.

Integridad – Defender sus creencias y valores, rechazando la hipocresía y la inescrupulosidad y no adoptar ni defender la filosofía de que el fin justifica los medios, echando a un lado sus principios.

Compromiso – Mantener las promesas ofrecidas a los clientes y cumplir con sus obligaciones y no justificar un incumplimiento o rehuir una responsabilidad.

Lealtad – Actuar honesta y sinceramente al ofrecer su apoyo, especialmente en la adversidad y rechazar las influencias indebidas y conflictos de interés.

Ecuanimidad – Ser imparcial, justo y ofrecer trato igual a los demás. Mantener su mente abierta, aceptar cambios y admitir sus errores cuando entiende que se ha equivocado.

Dedicación – Estar dispuesto a entregarse sin condición al cumplimiento del deber para con los demás con atención, cortesía y servicio.

Respeto – Demostrar respeto a la dignidad humana, la intimidad y el derecho a la libre determinación.

Responsabilidad ciudadana – Respetar, obedecer las leyes y tener conciencia social.

Excelencia – Ser diligentes, emprendedores y estar bien preparado para ejercer su labor con responsabilidad y eficacia.

Ejemplo – Ser modelo de honestidad y moral ética al asumir responsabilidades y al defender la verdad ante todo.

Conducta intachable – La confianza de otros descansa en el ejemplo de conducta moral y ética irreprochable.

La ética debe convertirse en un proceso autoplanificado, con plena conciencia de lo que se quiere lograr en la transformación de nuestras vidas. Debemos desarrollar al máximo el juicio práctico y profesional para activar el pensamiento ético, reconocer qué es lo correcto de lo incorrecto y contar con el compromiso personal para mantener el honor y el deber.

Al fin de cuentas, el ser humano es responsable de actuar inteligente y libremente. Este aspecto lo analizó ampliamente y de forma contundente el filósofo Fernando Savater en su obra El Poder de Elegir. El hombre es el único que puede responder por la bondad o malicia de sus actos ante su propia conciencia, ante el prójimo y ante Dios, su Creador.

Artículos relacionados

La reforma arancelaria

Acorde con su propuesta de campaña, el presidente lasso, empezó su gestión de disminuir impuestos y aranceles, para la reactivación productiva. El mm. de producción actual, Julio José Prado, es un phd en […]

No hay comentarios

  1. Es importante definir los tipo de personas que existen y hacen comentarios o trabajan en el servicio profesional, hay algunos que son eficientes y escriben con el corazón y hay otros que solo escriben para figurar e incluso hasta le escriben, del uno podemos creer en sus palabras y acciones, del otro solo podemos ver una falsedad. EL que solo figura muy difícilmente puede hablar de ética, más aun cuando no a de paga sus compromisos,y puede ser hasta irresponsable con sus actos paternos, ni mucho menos contribuye con una educación de calidad y con la familia. Por eso aprecio sus comentarios esperando sean de beneficio para mucha gente, saludos

  2. Aplaudo el cometario arriba mencionado. toda persona vive según los valores infundados por sus padres o familiares, de allí parte todo, no de conceptos copiados ni por el medio en el que se encuentre o con quien se rodee o si se cree dueño de la verdad a punta de coimas. Solo aquellos que tienen sus valores bien puestos podrán ser gente de bien.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×