22 noviembre, 2024

Desean revocar el derecho supremo del pueblo a la revocatoria

PRESIDENTE RAFAEL CORREA SE REÚNE CON ASAMBLEÍSTAS DE ALIANZA PAÍS

El miedo al chisteo del látigo de Su Majestad hacía que la mayoría que formaba el rebaño balara con júbilo y sumisión durante la inefable Asamblea de Montecristi, “Ciudad Alfaro”.

Excitados por su número y deseando mostrar gran entereza aprobaron el indiscutible derecho de sus mandantes de revocarles el mandato.

La revocación es un procedimiento electoral mediante el cual los electores pueden quitar o no de su puesto a una persona en un cargo electo; lamentablemente no se incluyeron todos los creados y designados indirectamente, pero algo es algo.

Sobre la base de las definiciones se fijaron los rasgos distintivos de esta institución jurídica – constitucional: El derecho o facultad que asiste a los electores para la destitución de un funcionario o autoridad de elección popular antes que expire el periodo de su mandato.

Para que pueda comenzar el proceso se pusieron muchas trabas, siendo la más dura: Recoger, y comprobar, la adhesión de un importante porcentaje de electores, entre el 10 al 15% de los empadronados, que compartan el criterio.

Para tener constancia de la dureza del requisito, cabe resaltar que de diez candidatos a la Presidencia sólo dos lograron captar una cantidad superior de los votos requeridos para que firmen y se inicie el proceso.

En los casos de otras dignidades fueron dos en pocas áreas y en la gran mayoría de cantones no más de uno sobrepasaba al 10%.

Los citados como candidatos a perder su puesto hay, hasta ahora, 43 Alcaldes y 106 Concejales. De los Alcaldes no más de unos cinco o seis llegarán a la fase electoral definitiva y unos pocos Concejales.

Tristemente los 70, o un poco más de Asambleístas, que deberían irse a esconder de vergüenza a su casa por su ignominiosa actuación, todavía no están en lista. ¿Será porque han caído tan bajo que ya nadie los ve?

En este momento muchos ineptos para administrar y hábiles para mentir y robar desean “reglar” el proceso.

Reglar ¿Qué? Engañaron y lograron llegar, ahora deben enfrentar con valentía el juicio con condena o absolución que les impondrán sus vecinos o la ciudadanía.

En consecuencia, mediante el procedimiento de revocatoria del mandato, el elector tiene el derecho a privar del cargo a un funcionario público a quien él mismo eligió.

Es decir, el pueblo, mediante el sufragio y de manera vinculante, decide sobre la continuidad en el desempeño del cargo de un funcionario de elección popular.

Aspiremos a que no caigan nuevamente seducidos por las mentiras, a que no se recurra al viejo ardid del fraude o la compra de votos utilizando el mismo dinero de los afectados.

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