Con respecto a la “Violación a la confidencialidad Doctor-Paciente”, le dirigí al Ministro de Justicia y Derechos Humanos una carta. Recibí su respuesta a través del Subsecretario del Litoral, Lcdo. Kléber Loor Valdiviezo. Una respuesta inaceptable. Inaceptable por lo mediocre. Tanto que estoy seguro que no fue él quien la escribió y no sólo porque hay alguien que firma por él sobre su nombre.
La respuesta que me enviaron es la siguiente:
”Me permito señalar que los datos obrantes en estos documentos no pueden ser divulgados por los servidores públicos o privados que, en razón de sus funciones, llegaren a manejar esa información, so pena de las sanciones a que hubiere lugar tanto en el ámbito administrativo como eventualmente en lo civil o penal, si fuere el caso, lo cual garantiza que perviva la confidencialidad debida en todo lo relacionado a la relación médico-paciente.”
Será que no comprende el gobierno que el problema no es que el Ministerio Público no cuente o chismoseé lo que se entera y sabe sobre los pacientes, sino que ¡no tiene ni siquiera por qué enterarse! La confidencia se tiene que quedar entre doctor y/o hospital que interviene y el paciente. ¿Será que el Lcdo. Kléber Loor Valdiviezo está dándole poca importancia a un tema tan importante? ¿Será que no tiene interés en los derechos humanos sino que es víctima del temor al cambio y como la cosa ya está así ya hace lo posible por dejar así el tema?
Al entrar un tercero, que en este caso es el Ministerio Público, automáticamente se genera el problema. Nadie tiene por qué enterarse, peor un Ministerio Público, por eso mismo, porque es PÚBLICO y esta información debe ser confidencial, PRI – VA – DA.
Ya es hora que el Presidente de la República tome acción sobre esto y no se queme por una tontería, y ojo, no digo que el tema sea una tontería, porque es bastante serio, la tontería digo es que alguien, peor un funcionario del Estado, no entienda lo grave que es violar el derecho a la confidencialidad del ser humano en un tema tan delicado y privado como lo es el de la salud de los ciudadanos… ¿No era esta la Revolución Ciudadana? ¿No deben los ciudadanos ser la prioridad para esta revolución? ¿Quién sabe? Pero lo cierto es que hasta los doctores están inconformes y atónitos por esta medida que atenta contra la dignidad de los ecuatorianos.
Los insto a recordar la última parte del Juramento Hipocrático:
“Guardaré silencio sobre todo aquello que en mi profesión, o fuera de ella, oiga o vea en la vida de los hombres que no deban ser públicos, manteniendo estas cosas de manera que no se pueda hablar de ellas”.
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Excelentes los artículos y, por cierto, muy acertados.
Felicitaciones
QUE PASA, SI UNA ENFERMERA LE DIVULGA INFORMACION A MI FAMILIA, QUE IGNORA MI SITUCION, SIN MI CONSENTIMIENTO, POR QUE YO NO QUIERO QUE SE ENTEREN, Y TAMBIEN A OTRAS PERSONAS?? LA PODRIA DEMANDAR??