Hemos presenciado horrorizados el pasado jueves 30 de septiembre del presente año, un evento que al menos para mí, sólo lo había visto en películas de Hollywood, saqueos a locales comerciales, donde ni las perchas de los productos se salvaron de los robos, que según la misma gente, era “el pueblo” que estaba desesperado, hasta un cruce de balas de aproximadamente un hora, donde el sonido de los proyectiles, era al puro estilo de cualquier película que estuviera representando alguna guerra o matanza a gran escala.
Pero como llegamos a esto se preguntarán muchos, si para quienes manejan a su antojo este desgobierno, vivimos la “democracia”, más pura, más limpia, más diáfana de toda la historia republicana del Ecuador; pues señores, hay una sola respuesta, por la intolerancia de los que detentan el poder, y que creen que aún seguimos viviendo en una hacienda de su propiedad.
Como es posible, mis estimados lectores, que el propio presidente se aparezca en medio de toda la trifulca, y en vez de tratar de bajar los ánimos, que ya estaban caldeados por parte de los manifestantes, se les de una reprimenda cual “muchachos de escuela”, es eso lo prudente, lo coherente, o lo más necesario para ese momento; para qué, pregunto yo, tienen funciones sus Ministros de Estado, o será que una vez más, el presidente estaba desinformado, y le mintieron diciéndole que no pasaba nada.
Muy al pesar de muchos, el señor Correa es el Presidente de Ecuador y merece su respeto, que quede claro, simplemente por ser presidente, pero su irresponsable accionar, en esta ocasión, generó que se veje la honorabilidad de su cargo, y que luego, en la salida de su inexistente “secuestro”, se viera como nunca antes, (en el caso de nuestra generación), una carnicería entre hermanos ecuatorianos, en un dantesco episodio, que debería ser borrado de nuestras mentes, y de los anales de la cada vez más violentada democracia ecuatoriana y que al momento de escribir es breves palabras deja como saldo sangriento, ocho muertos, más de doscientos heridos, y varios millones de dólares en pérdidas.
Quién es culpable de todo esto me pregunto como muchos, yo creo que hay una sola respuesta, para mí no es ni la Policía, ni las Fuerzas Armadas, el responsable de esto, es quien desafió a un grupo de manifestantes indignados por reclamar lo que ellos consideran injusto, (no estoy justificando el accionar de la Policía), responsable un aparataje gubernamental que cree que son los únicos dueños de la verdad, responsable, un Ministro que arengó a un pueblo a que salga a las calles a enfrentar a los protestantes, responsables, un grupo de serviles que ellos sí, secuestraron la libertad de prensa durante más de ocho horas, y nos obligaron a oír sólo su verdad, y las lisonjas para el dueño del “rebaño”.
Señores, no hubo intención de asesinar al presidente, no hubo intención de Golpe de Estado, no hubo secuestro, no hubo participación de la “partidocracia corrupta”, lo que si hubo es una irresponsabilidad e inmadurez de un presidente cegado por la vanidad y prepotencia, que nos estuvo al borde de un derramamiento de sangre peor del que sufrimos ese jueves negro.
Considerando que el Show les salió bien a los de este desgobierno, pregunto yo a ustedes, mis estimados lectores, ¿Y ahora, quién carga con los muertos?
Prohibido olvidar como dice Rapunzel desde su carcel imaginaria esperando a su principe azul, ese mismo que irresponsablemente azuzó a la población para que «rescaten» a Rapunzel. Son estos dos personajes de fábula los que cargaran en sus conciencias (si es que acaso tienen) la sangre derramada, estos soldados y policias muertos fueron usados y descartados como peones de un tablero de ajedrez para beneficio del rey y la reina
La logica vale mas que los titulos recibidos en Belgica o en el infierno comunista. Es muy sencillo, si vas a buscar pelea a la casa de un abogado, te metes en un problema legal, si vas a la casa de los policias donde cada uno maneja una dotacion de armas, lo mas logico, es que si les pegas en donde mas les duele, te van a dar bala.