No es coincidencia que dos fechas completamente opuestas, por significado y emociones, queden tan cerca la una de la otra. Me refiero al 26 y al 30 de septiembre. La primera es la de un día que para nosotros debe ser de intensos sentimientos cívicos y de autoestima nacional, mientras que la segunda es la de una mañana, tarde y noche que pasarán a la historia como trágicos y sumamente vergonzosos. Es una lástima, sí, pero mucho más triste es que la segunda fecha haya opacado por completo a la primera.
El 26 de septiembre es el día de la Bandera Ecuatoriana. ¡Día de fiesta! ¿Qué nos pasa, compatriotas? ¿Por qué no sacamos nuestra bandera y la enseñamos con orgullo? Solo veo banderas ecuatorianas cuando juega la Selección de Futbol. Tenemos que recordar quienes somos y que es lo que nos une de manera simbólica. Tenemos bandera tricolor con una franja amarilla el doble que las otras dos franjas. Eso significa que tenemos colores que nos identifican, que a pesar de las diferencias que podamos tener ¡todos somos ecuatorianos!
La bandera es el reflejo de lo que somos. Basta recordar a J.J. Rousseau, cuando decía que como los hombres por sí solos no crean nuevas fuerzas, lo ideal es unirse y dirigir las existentes en el sentido de la conservación propia o colectiva. O sea, en otras palabras, como sociedad tenemos un pacto, un compromiso el uno con el otro… pero, ¿cómo vamos a recordar esto? ¿Cómo esperamos que sucesos como los del 30 de septiembre no ocurran y ‘manchen’ nuestros colores, si para empezar nadie o casi nadie se acordó 4 días antes de una fecha cívica tan trascendente?
Debemos estar orgullosos del Ecuador y llevar la bandera con nosotros todo el día. Tenerla en los carros, buses, casas, oficinas, en las calles, etc. Hay que estar muy orgullosos. Hay que tener nuestra bandera siempre presente y enseñarla.
Nuestra bandera es el símbolo del pacto que hemos hecho como ecuatorianos. Símbolo no sólo de nuestra hermandad, ya que somos una familia; sino también de que somos Uno, de que juntos formamos una individualidad. En nuestra bandera está representado el Ecuador.
Y tengamos siempre presente que debemos remar juntos. Recordando que si uno esta en problemas debemos ayudarlo. Recordando que si alguien esta bien hay que empujarlo a que este mejor. Ensenar nuestra bandera dice mucho de nosotros. Dice de donde venimos y hacia donde vamos. Y con vamos no me refiero a que vayamos a emigrar. Hay que quedarse aquí y ayudar a sacar adelante el barco.
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