22 noviembre, 2024

Gabriela Mistral y su aporte a la Diplomacia Latinoamericana

En las clases de Derecho Internacional Público en la Universidad Católica de Guayaquil explicaba a mis alumnos que no solo en el Ecuador sino en otros países latinoamericanos han existidos distinguidos intelectuales que han ejercido por medio de la cuota política una destacada labor diplomática. Un ejemplo de lo que afirmo fue Gabriela Mistral que además de una distinguida maestra, poeta y escritora se desempeño como una distinguida representante de Chile.

En 1926 es nombrada Secretaria de una de las secciones americanas de la Liga de las Naciones. Posteriormente ocupa la Secretaría del Instituto de Cooperación Intelectual de la Sociedad de la Liga de Naciones en Ginebra. Por otro lado, la labor que realizó Gabriela Mistral en esta organización tuvo como finalidad enfrentarse con los retos de los años 20. Comprendía que esta Organización estaba destinada a precautelar la paz y por lo tanto había la necesidad de fortalecerla y no debilitarla. Lamentablemente el fracaso de la Liga de Naciones consistió en que nunca pertenecieron a ella los Estados Unidos, y otros miembros, como Alemania, Italia y Japón salieron de ella. Sin embargo es importante señalar que la Sociedad de Naciones no fue un intento fallido y mucho menos inútil, fue un experimento necesario que permitió corregir errores para formar la Organización de Naciones Unidas.

En el año de 1932 inicia su carrera consular, es nombrada Cónsul Particular de libre elección. Comienza su labor en Génova, pero no ejerce sus funciones al declarar su posición antifascista. Posteriormente es trasladada a Madrid con el mismo cargo. En 1935 es Cónsul en Lisboa. Luego es designada Cónsul General en Guatemala. En 1940 es Cónsul en Brasil. Asimismo en 1948 es nombrada Cónsul en México y en 1953 Cónsul en Nueva York donde participa representando a Chile en la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Si existe alguna característica en el mundo actual, esta es el acercamiento que se ha efectuado entre los distintos pueblos merced en los adelantos casi prodigioso de las comunicaciones, a tal punto que por lejanos físicamente que se encuentre uno del otro, casi automáticamente se conocen, se comprenden, se comunican. Esta proximidad, pese a la distancia, ha ido creando poco a poco una idea de mancomunidad mundial, y así nos entristece y llena de agobio las catástrofes que se suceden en algún punto del orbe y se ensancha nuestro espíritu al conocer los avances científicos, descubrimientos y obras efectuadas a favor de otros pueblos. Más las imágenes reproducidas o las palabras transmitidas no siempre pueden ser comprendidas en su cabalidad, ya sea por deficiencias técnicas en la transmisión o por el simple hecho de no abarcar todo espectro humano. Entonces para una mejor comprensión de lo que esta ocurriendo en alguna latitud del mundo, se hace necesaria la intervención humana mediante la cual se podrá entender mejor las causas y los motivos que producen el fenómeno. Esa labor importantísima por cierto, la desempeñan los Cónsules, verdaderos conductores a través de las cuales fluye la información. Esta labor la realizó extraordinariamente bien Gabriela Mistral.

Asimismo no podemos dejar de mencionar que el trabajo que tiene un Cónsul es mucho más laborioso que el que tiene un Embajador. El Cónsul, es un agente comercial que además concede visas, actúa como notario, casa, legaliza documentos, ante el se realizan los testamentos, entre otras actividades. En consecuencia la labor que tenía Gabriela Mistral era sumamente fuerte.

Por lo que la actitud de Gabriela Mistral nos llena de orgullo y demuestra que los latinoamericanos, estamos obligados a despojarnos de antagonismos políticos y mirar las relaciones internacionales como una herramienta de unidad para la región.

Nunca perdió la óptica de la responsabilidad de representar a Chile en los cargos diplomáticos. Meticulosa en sus investigaciones, perspicaz para encontrar soluciones, honesta para analizar los problemas que tenían relación con Chile y que los advertía en los repetidos informes que presentaba a la Cancillería Chilena. No fue Cónsul por vanidad para no hacer nada, para ocupar un puesto, para gozar de una canonjía. Al contrario, siempre dió en el cargo consular un grave desafió que debía resolverlo para el bien de su patria. Comprendía perfectamente que en los países latinoamericanos se necesita que la diplomacia sea una autentica herramienta para promover el desarrollo de América y que la política internacional representa los más altos intereses nacionales y debe estar orientada a la mejor defensa y afirmación de estos.

Por estos motivos, es importante la cuota política en el Servicio Exterior de cualquier país. A esto se suma que Gabriela Mistral merece un honroso recuerdo en la Historia Diplomática Latinoamericana.

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5 comentarios

  1. Dr.Estarellas Velàsquez. Muy buena su
    apologìa sobre la brillante actuaciòn
    de la Eximia poetisa Gabriela Mistral, en el campo de la diplomacia desde 1920
    hasta 1953.

  2. Como poetisa me siento emocionada saber que alguien como usted pura escribir sobre mi poetisa de inspiración Gabriela Mistral que con sus poemas me ha motivado ser mejor cada día y su vida de protolocos también .
    Tenga todas las consideraciones de mi parte señor Carlos estarellas ,su abuelo hizo mucho por la educación ecuatoriana al igual que su señor padre ambos son ejemplos a imitar.

  3. Gracias a su muy buèn artìculo, me entero que la gran poetisa Gabriela Mistral, tambièn estuvo vinculada al àmbito diplomàtico y que su labor la ejerciò con eficacia, nos llena de orgullo por ser nuestra vecina del polo opuesto, ustedes son del norte; reitèrole que soy peruana. Veo que desde sus ancestros, corre por sus venas la tendencia a la docencia, periodismo y diplomacia, muy bien ejercidos por cierto. Felicitaciones señor Carlos Estarellas V.

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