La Agrupación Cultura y Fraternidad, me ha hecho el honor de ser yo quien, a su nombre, rinda homenaje a Rafael Díaz Icaza, uno de los hombres más prominentes de la intelectualidad ecuatoriana, que hoy lo galardonamos como Guayaquileño Ilustre.
Mas, antes de continuar tengo que decir, que si bien es un honor el que recibo esta noche por enaltecer a Rafael Díaz Icaza. Soy yo la que me ufano, también, tenerlo entre mis amigos. Amiga en las páginas de sus libros, amiga y compañera en una de sus Presidencias de la Casa de la Cultura Núcleo del Guayas, como Primer Vocal.
Por ello nos vimos gritando juntos, por las calles de Quito, en reclamo de la hegemonía y existencia de los núcleos de la Casa de la Cultura en el País y luego reclamando nuestras rentas, teniendo siempre como escudo los ideales culturales de Benjamín Carrión.
Su Presidencia fue de lucha y trabajo. Así también de la 1ª asignación, recibida del Municipio, en la Alcaldía de León Febres Cordero y materializándola en obras, no gigantescas, pero si grandiosas.
Una de ellas la construcción de la sala de oro, para restañar la gran herida que había sufrido anteriormente el Núcleo, con el robo e incendio de las principales piezas arqueológicas de oro y para que no se olvide tal oprobio, se la reinstauró con una sección de visos modernos, de bellísimos dioramas secuenciales del desarrollo cultural del hombre primitivo, más los restos quemados y deformes de piezas de oro que quedaron de la devastación.
Sin dejar de mencionar la gran acción en su presidencia anterior-La publicación de más de 100 títulos de la Colección “Letras del Ecuador”. Libros de bolsillo a precio de pueblo-que la gente los esperábamos con el ansia del sediento.
Y no podía ser menos-“Hombre libro”, le decía yo-Es que fue un hombre maniatado desde su niñez con Salgari, Verne, Poe, Dumas, Dante, para luego aquí en Guayaquil siguiéndole los pasos a Gallegos Lara, fue llevado desde su casa en Boyacá y Colón a conocerlo, y llegando a ser su discípulo “en humanismo”, alguna vez dijo de él-“Joaquín me deslumbró con su charla encendida que era casi como una cátedra de marxismo, con su patriotismo ejemplar, con su desinterés personal…”
Y con una recomendación de Gallegos Lara, fue a trabajar a diario EL Universo, donde hizo de todo: corrector de pruebas, entrevistador, reportero titular, encargado del cable- Trabajando hasta las madrugadas y desde donde levantó su columna-“Botellas al mar”.
Al tiempo que entró a formar parte del grupo “Madrugada” y luego a “Cultura y Fraternidad”
De ahí, que se merece todos los galardones tanto nacionales, como internacionales obtenidos en su vida literaria cosmopolita. Alguna vez le dije-hermano, tu merecerías el Premio Nobel como escritor de América latina-Y él me contestó-Déjate de cosas, yo apenas soy un hombre poeta… Así de sencillo:
Rafael Díaz Icaza, nuestro fraterno amado, gran hombre, gran amigo.
Tuve la suerte de haber sido yo quien le entregara la presea de Antena pedagógica en Sept. 1984-porque también fue maestro, y de los buenos. Lo hice con palabras que hoy siguen siendo realidad presente:
“Poeta hermano del hombre cotidiano, del invencible aún en su miseria. Caminante de caminos sin fronteras, con un verso que de tanto gritar el dolor contra las guerras y contrito por todos los horrores, se convierte en un ángel de paz sobre la tierra.
Este poeta es uno de esos ángeles errantes, lo dije y lo sigo sosteniendo. Que se quedaron olvidados en la tierra, justo para gritar por los niños desvalidos, por los hombres, contra las guerras, contra las bombas ¡Por la paz!
Hoy me inclino-ante él reverente en este octubre 2010, para entregarle, a nombre de Cultura y Fraternidad, la presea de Guayaquileño Ilustre.
Antes permitidme ofrecer este poema, cuyos versos, son los nombres de cada uno de sus libros:
Botella al mar Sobre las olas
Con los rostros del miedo Prisionero de la noche Las fieras
Porlamar Porlatierra
En el cuarto volador Zona prohibida
Mi cuaderno de bitácora Señas y contraseñas
Estatuas en el mar
Ciudad nocturna Prometeo el joven y otra morisqueta
Los ángeles errantes Caleidoscopio
Tierra y violentamente
El regreso y los sueños
Las llaves de aquel país.
Ah! Hombre poeta-Rafael Díaz-¡Botellero inclaudicable!
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