Han transcurrido ya 3 semanas de este exilio obligatorio, pero muy positivo, desde donde les envío mi opinión sobre aspectos del diario convivir, sin límite ni restricción a mi decisión de ánimo y entusiasmo de seguir adelante con opiniones y criterios recogidos de la experiencia y el trajín permanente de casi 50 años de vida profesional, que me enorgullecen haberlos vivido con respeto y solidaridad para mis profesores, para la profesión que yo escogí y para todos mis colegas que compartieron y discreparon de mi criterio, en más de una oportunidad.
En la Junta Cívica de nuestro querido Guayaquil, cuando tuve la oportunidad de servirla desde la Presidencia, recuerdo la campaña que lanzamos para impulsar el respeto y la solidaridad, que sentíamos estaba seriamente atropellada por el Econ. Rafael Correa, ofendiendo con desagradables epítetos a quienes discrepaban de su criterio u opinión, epítetos especialmente dirigidos hacia la mujer guayaquileña. La campaña la lanzamos con la entrega de una adhesiva que circulo por toda la ciudad, que decía: RESPETE-SALUDE- NO OFENDA, hoy desde TAMPA, lo recuerdo porque acá es notoria esa gran diferencia, todos respetan, todos saludan y nadie ofende a nadie, no importa el color de su piel, su estatura, su edad y su condición social o económica, que quizás ni siquiera se conoce.
Tampa es una ciudad limpia por excelencia, con muchas vías rápidas, mucha vegetación, especialmente lateral a las autopistas, para proteger las viviendas del ruido y de la contaminación. Todos respetan la señalización de transito, los accidentes de tránsito casi no ocurren. Todos esperan el turno que les corresponde de acuerdo con su cita, sin atropello ni irrespeto a nadie, con solidaridad al tiempo y al trabajo de cada uno debe realizar.
En mi entrega anterior los invitaba a levantarnos con optimismo avivando a nuestro querido Ecuador, ahora, si a esa decisión le agregamos nuestra decisión de respeto, iniciando el día con un muy cordial saludo a nuestro prójimo y concluyendo el día con nuestra decisión de respetar, sin ofender a nadie, respetando la decisión y opinión de cada quien. Este ejemplo servirá para que el Sr. Presidente nos imite a todos y se solidarice con nuestra forma de actuar.
Ahora mismo, con los acontecimientos creados por su intemperancia el 30 de Septiembre, debe respetar la opinión del oficial de la Policía, que expresó que el Sr. Presidente nunca estuvo secuestrado, pues como todos pudimos observar el actuó con absoluta libertad, firmando decretos y dando instrucciones hasta violatorias a los derechos Constitucionales de los ecuatorianos, de poder expresarse con absoluta libertad para que el pueblo conozca la realidad de los hechos, en el instante en que se produjeron y no solo atravez del canal oficial, para tapar qué?
Demos el ejemplo, nosotros, todos los ecuatorianos, con nuestro diario cordial saludo, con nuestro respeto a la opinión de los demás, con la firme decisión de no ofender jamás a nadie. Ojala sea el Sr. Presidente, como primer ciudadano del país, el primero en asumir esa decisión y logremos cambiar nuestra imagen ante el mundo, de ser un país de permanentes discordias, por un país de respeto y solidaridad de todos y para todos.
Guayaquil, por la Patria, con la autonomía