Dejaré mi vida, simplemente, correr como las aguas del río. Contemplaré como transcurren los días, serenamente, sin dejarme vencer por el hastío.
Es lo que sentí y pensé, luego de mi práctica de yoga, sentada frente al río; mientras sonaba una canción interpretada por Mercedes Sosa, “te ofrezco mi corazón”: “Quien dijo que todo está perdido, yo vengo a ofrecer mi corazón”.
Y es así como deberíamos intentar sentirnos todos, en esa calma y en esa paz absoluta y sin límite de tiempo. Transcurren horas o segundos, pero la calma sigue ahí. Nos vamos al mundo nuevamente, pero la calma sigue ahí. Para lograrlo debemos mentalizarlo primero. Hacer el ejercicio de introducir nuestra mente en un río sereno; sin el fluir de las ideas, sin el ruido de las cosas diarias. Callar la boca, la mente y los sentidos. Aquietar el ritmo del corazón, respirar lenta y profundamente. Lo podemos intentar. Sea en nuestra habitación, en la oficina, en el auto, por unos segundos. Ciudadanos en calma, aquietando el alma, en aras de la paz. No es necesario escribir carteles o pintar paredes; hacer revueltas o agitar masas. Intercambiar insultos o polemizar.
Los cambios deben surgir del interior de las personas, todo lo demás es externo, por eso nos estancamos y no avanzamos. Porque solo vemos lo de afuera pero por dentro seguimos, todos, siendo los mismos. Y en todos, así como hay bondad, también hay podredumbre.
Exigimos cambios, en el sistema, en las leyes, en los gobernantes, en los amigos, en los demás… ¡no cambiarán!, porqué también, aún sin entenderlo, esperan el cambio que viene de ti. Y sigue la canción y Mercedes canta: “No será tan fácil ya sé que pasa/ No será tan simple como pensaba/ Como abrir el pecho y sacar el alma/una cuchillada de amor”
No se construye la paz haciendo la guerra; no se alcanza la justicia a través de la violencia. No nos dignificamos señalando indignos a los demás.
“Cuando los satélites no alcancen”… ¡Vamos a ofrecer…el corazón!
Encontrar esa paz interior que nos hace sentir verdaderamente libres, y bien con nosotros mismos, es algo un tanto difícil. Para lograrlo, debemos alcanzar una real serenidad. Bonito artículo.
La verdad cada cual puede buscar su propia inspiraciòn, pero siempre recuerdo a mi padre cuando nos decia que el mundo esta como esta por que los buenos no hacemos nada por mejorarlo, cada dìa que pasa mentalizo tres cosas en la cual puedo ayudar a projimo, y plasmo con hechos.
Karina. Veo que eres muy linda y tienes un alma pura. Ojala que ese mundo de amor y paz que tu sientes pudiera ser la realidad no solo de nuestro pais, sino del mundo entero.
Desgraciadamente, vivimos tiempos de inequidades, del no saber que nos pasara manana tanto en lo economico como en lo de la seguridad. Es dificil hacer planes para el futuro. Los politiqueros de siempre, nos ofrecen maravillas cuando ya estan comprometidos de antemano con sus propios amos. Se ha perdido el respeto y la dignidad.
Es verdad, tenemos que hacer un esfuerzo para no dejarnos quitar la esperanza.
Quizas, es hora de crear una cadena de la esperanza, que nos llene el vacio que dejan todos los conflictos del diario vivir.
Te deseo que esa paz que tienes la puedas conservar para siempre.
Me gusata su estilo para escribir.Claro, trascendente, directo y simple al mismo tiempo.Es decir nada confuso o enredado.Sólo quisiera el favor de hacerme conocer un buen profesor o curso de yoga. Felicitaciones
Buen curso de yoga: AEA (Asociación de Escuelas de Autorealización) o Samadhi, en Samborondón Business Center…