25 noviembre, 2024

Ética Profesional

Si nos ponemos a pensar, todo el mundo utiliza el llamado “currículum vitae” para presentar –con más o menos detalle- lo que hacemos y lo que hemos hecho durante nuestra vida, profesional, a veces elaborado de manera cronológica. En resumidas cuentas, el documento en mención representa un detalle más o menos objetivo de nuestras acciones y actividades, no, de ninguna manera, puede encontrarse en él las referencias específicas a cuán auténtica es nuestra vocación profesional o si le tenemos amor al trabajo que realizamos.

Trabajar, es lo que todos y todas hacemos… ¿verdad?, y mientras más eficientemente nos perciban pareciera que la calidad de nuestra labor se certifica… Se suele decir hoy que “productividad” es el vocablo más valioso en el mundo moderno –eficiencia más efectividad-. La pregunta siguiente sería… ¿acaso para ser productivo no se requiere algo de lo que llamamos “carácter ético”.

Profesamos o sea confesamos públicamente ser católicos, ser buenos padres y madres, así como ser buenos profesionalmente hablando, para ello mostramos que nos es posible renunciar a los intereses puramente personales para entender que hay algo más allá que requiere de nuestra servicialidad. El ser humano, al que siempre estamos sirviendo, en mayor o menor grado, no puede ser tomado como un medio para… es realmente un fin en sí mismo.

Pero el tema no es tan claro, pues el individualismo moderno, nos presenta lo contrario cuando se dice que pragmáticamente la eficiencia usa a la persona como medio para conseguir beneficios o utilidades. Si aceptamos que el trabajo puede hacerse bien, no tan bien o mal, debemos aceptar también que tiene un sentido ético, y que, como seres pensantes, hacemos uso de nuestra conciencia moral pues nunca permanecemos indiferentes a lo que nos ocurre, nuestros actos morales están prioritariamente determinados por la libertad y la responsabilidad como fundamentales pilares.

Si “vivir es elegir”, éticamente es contundente el decir que tal libertad de elección esté iluminada por la consciencia y dirigida por la voluntad. Todos los días hacemos uso de nuestro pensamiento e inteligencia para tomar decisiones y debo admitir que “la ética profesional resulta ser un compromiso con lo que ustedes hacen, con lo que yo hago y con que cada ser humano hace”. La física cuántica nos devela que aún las partículas subatómicas tienen una directa relación siempre con el cuerpo del que fueron parte, es decir la sincronía que la naturaleza refleja en su desarrollo orienta y estimula el quehacer ético de los seres humanos en cuanto estamos ligados a través de nuestra esencia con todos y con todo lo que existe.

Los valores humanos, como creencias y guías éticas, orientan el quehacer humano y profesional –por supuesto-, entre ellos la “autenticidad”, que muchos suelen llamar “integridad intelectual”. Ante un cliente, ante un familiar, ante un alumno, ante tu propia conciencia… “¿qué tan auténtico te consideras?”. Hoy estoy dando esta charla y puedo hacerlo bien o mal –ustedes juzgarán-, si lo hago desventuradamente mal… ¿estoy siendo consecuente con el ser ético que digo ser?

Estimo que mi compromiso moral para una vida feliz, debe ser asegurarme que cada cosa que hago la hago bien, muy bien, y que la próxima vez que la haga la haré mejor, pues mantendré una actitud de “sana insatisfacción” por lo que hago pues sé que esto o aquello va a influir en la vida de otros y de otras, sin dudas… Si soy educador lo soy a tiempo completo, con el máximo de mis capacidades dadas siempre en función de mis estudiantes, no me doy a medias, eso sería incongruente moralmente hablando, pues el compromiso trasciende mi propio ser…

El proceso de retroalimentación resulta fundamental y por ello Ética y Pensamiento Crítico se han vuelto extremadamente importante en la preparación de un profesional. El compromiso ético de todo profesional también tiene que ver con la capacidad para estar permanentemente verificando y corrigiendo sus actos, sus acciones, sus actividades, los procesos que maneja, que dirige o que orienta. Para ello el pensamiento crítico marcará la entrada a la conciencia crítica que nos dará la pauta clara para escoger en nuestra escala axiológica el rumbo de las decisiones, para decirlo en otras palabras… si estamos destinados a vivir tomando decisiones asegurémonos que éstas sean fundamentalmente éticas…

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