“Los policías son soldados que actúan solos; los soldados son policías que actúan en conjunto.” – Herbert Spencer –
Yo siempre le he tenido mucho respeto y cariño a la policía, a las Fuerzas Armadas y a los sacerdotes. A los abogados…, bueno…
Poniéndonos serios y dirigiéndonos al tema que nos concierne… Si queremos eliminar la delincuencia y ser personas justas, el policía debe ser siempre policía. No es posible ni justo que sea policía doce horas y luego le quiten su pistola y sus defensas y se lo mande a su casa desarmado hasta el día siguiente, sabiendo que por venganza lo pueden maltratar, linchar o incluso matar poniendo incluso la vida de sus familiares en riesgo.
Ser policía es un privilegio, una vocación. Pero el policía no puede cumplir su función si está temeroso al no tener nuestro apoyo.
Tampoco es posible ni razonable que si el policía dispara o es acusado de algo se lo mande a la misma cárcel donde están los delincuentes que él mismo arrestó. Así generamos una crónica de una muerte anunciada mejor que la de García Márquez. Así nunca tendremos policías que puedan eliminar la delincuencia. Así somos nosotros los culpables y no los policías. Y entre nosotros los más culpables son los funcionarios públicos mandados a hacer estos cambios, representados por el Presidente de la República y el Presidente del Congreso.
Me parece bien que a los policías que son de otra ciudad los manden a trabajar a esta y a los que son de acá los manden para allá. Esto tiene sus inconvenientes, es cierto, pero así cuando el oficial sale a descansar está cerca de sus parientes y no de aquellos a los que él metió preso. Además, se reduce la posibilidad de ‘trances’ o ‘amiguismos’ entre agentes de la ley y delincuentes. No crecieron juntos ni pertenecen a los mismos equipos deportivos o clubes barriales.
Los derechos humanos no deben ser violentados ni por los policías ni por los criminales, pero busquemos una mejor manera de hacer justicia porque entre el criminal y el buen policía me quedo con el policía.
Recordemos que honestidad, honor, valentía, servicio y lealtad deben ser las virtudes de un buen policía. Esto lo debemos entender como que el policía representa un ser humano que tiene muchísimo que enseñarnos a cada uno de nosotros. La próxima vez que veamos a un policía, militar o a un sacerdote, agradezcámosle públicamente su vocación y recemos para que haya más ecuatorianos valientes como ellos, que lo que hacen es protegernos de nosotros mismos en unas circunstancias en el límite de la perplejidad.
Este si es un tema que tiene algunas variantes para discrepar de acuerdo a vivencias en tierras diferentes a las del Ecuador.
Coincidimos en que el policía siempre debe ser policía, pero este debe tener una preparación adecuada, que le permita hacer buen uso de la autoridad y el arma que tiene; Algo que en el Ecuador falta definitivamente, es tener personas preparadas, académicamente, mentalmente, psicológicamente, y son los hechos lo que demuestran, cuando existen policías involucrados en hechos ilícitos, entonces, primero debería haber un cambio estructural de preparación e identificación de los valores del individuo a ejercer las funciones de policía.
Coincidimos en el criterio si, sobre el lugar donde deben estar los policías acusados de haber cometido algún acto penado. Pero la historia no muestra que alguno de estas personas, hayan sufrido malos ratos o asesinatos dentro de los recintos penitenciarios.
Discrepo en la procedencia de quien funge como policía, que sea de otra provincia, como no me parece el sistema de ?Policía Nacional?. Donde mejor se dice funcionan estas agencias del orden, Chile y EEUU, tienen que vivir en la ciudad donde fungen como agentes para poder ejercer.
En EEUU los Municipios manejan la policía de la ciudad, y tienen que vivir en ella, pueden haber ciudades pegadas o separadas solo por una calle, pero deben vivir en esa ciudad 2 años antes de ejercer para poderla conocer, el que llega de otra ciudad no conoce las cosas si solo esta de transito laboral como sucede en Ecuador y es cambiado cada 2 o 4 años, por otra parte la policía debe ser no solo de represión, sino de prevención, y para ello es necesario que exista una relación amigable con el ciudadano. Cuando usted amigo Baquerizo habla de trances o amiguismo, pues no hay diferencia en realidad si son locales o no, ya lo podemos apreciar en Ecuador.
En lo personal responsabilizo al sistema de 6 meses de entrenamiento a cualquier bachiller e incluso algunos que ingresan por padrinazgo, agregándole los malos salarios en medio del costo de vida, el que culturalmente los uniformados tienen amantes en cada esquina, fácil presas del machismo cuando se carecen de valores y por asociación se pierden los principios.
Yo creo en que la policía de las ciudades deben ser manejadas por el Alcalde, que sus agentes deben ser locales, que las carreteras (de acuerdo a la nueva ley) debe ser manejada por el prefecto, que debe haber una policía especializada a nivel nacional, cuya preparación académica sea universitaria, y especializada, agregándole a ello que ?Asuntos Internos? no necesariamente deben ser uniformados para que en realidad pueda evitarse la protección de los ilícitos cometidos por uniformados