Cuenta la historia que en el imperio Persa fundado por Ciro, aumentado con la anexión del Egipto realizada por Cambises y organizado por Darío, apareció el célebre reformador Zoroastro, quien estableció una nueva religión: el mazdeísmo.
Por otro lado, su doctrina y preceptos se encuentran reunidos en un libro sagrado: el Zend-Avesta. Según Zoroastro existen dos principios contrarios y alternos: el principio de la luz o del bien y el principio de las tinieblas o del mal.
El principio del bien se llama Ormuz y el principio del mal se llama Ariman. Ormuz es el Dios creador del mundo, el Dios bienhechor, todo lo bueno procede de él; Ariman es el Dios del mal, todo lo negativo procede de él. Ormuz y Ariman luchan perpetuamente, pero en esta lucha siempre triunfa Ormuz, el principio del bien.
Ahora bien, lamentablemente, en el Ecuador se trata de implementar ese maniqueísmo enfrentándose los unos buenos y los otros malos. Esa tendencia, además de falsa es peligrosa, pero con las actuaciones de ciertos funcionarios del gobierno se ha vuelto más recurrente, y buenos son de acuerdo a los”canales incautados”, los voceros del gobierno que atacan permanentemente a la ciudad de Guayaquil y malos los que se oponen a ese ataque.
El sistema de creer que todos los que se oponen a una autoridad, con razón o sin ella, son los malos y que todas las personas que apoyan la gestión gubernamental son los buenos, ha sido criticada unánimemente por los filósofos y pensadores, pues inclina al gobierno de turno a caer en el error de pensar que la obra humana es perfecta, olvidándose que el hombre, imperfecto por naturaleza, no puede, por lo tanto, lograr la perfección en su cometido. La perfección solo puede efectuarla un ser perfecto, en este caso un Dios.
A muchos gobiernos o a dirigentes políticos le han provocados serios problemas lo que algún mandatario ecuatoriano denominó, “seguidores inconscientes” es decir personas que liberan sus propias agresividades, causan trastornos y, al fin, le provocan problemas al Régimen.
Regresando a Ormuz y Ariman, recordemos que personifican al Principio de La Luz y al Principio de la Oscuridad, respectivamente. No se trata de políticos enfrentados unos contra otros, se refieren a principios, no a seres humanos.
Todos los ecuatorianos, tienen la obligación de cumplir, como decía la Santa de Ávila, “con la perfección del estado”, es decir utilizar todo su capacidad para realizar la obra que el destino le ha deparado: Los Jueces dictaminar conforme a Derecho, los Policías prevenir el delito; los Maestros, saber su cátedra y poseer pedagogía; los Legisladores dictar leyes sabias; los Ingenieros, construir bien, y, por supuesto, los Gobernantes gobernar correcta y honestamente.
Me gusto el artículo, especialmente cuando se habla de los funcionarios incondicionales que se consideran que poseen solo la verdad.
Siempre su cultura nos ubica en la historia y nos ayuda a formarnos una idea sobre las relaciones que usted hace para entender mejor nuestra situación política, económica y social.
En nuestro caso, esperemos que siempre brille la luz de la cordura y justicia para que los políticos y funcionarios de turno incluyendo al mismísimo Presidente de la República se ubiquen en la realidad que vivimos y con sus decisiones nos beneficien a todos. Que la oscuridad de Ariman y todos quienes los siguen (Chavez, castro, Morales, etc)desaparezcan para la eternidad.
Feliz ano 2011 que Dios lo bendiga.