Presidente da Giro en U

Este ha sido el año de los giros en U. Fidel Castro giró en U al decir que su sistema no funcionaba ni para Cuba. Ahora el presidente gira en U. Toma políticas de mi programa de gobierno: reducción paulatina de los impuestos (1% en los próximos 3 años); exoneración de impuestos por 5 años en nuevos proyectos (limitados al sector energético), aunque es muy poco y muy tarde; el impulso al mercado de valores; simplificación de trámites para la creación de compañías. Antes ya tomó iniciativas de mi plan de gobierno pero sin éxito en su ejecución. La construcción del ferrocarril se descarriló; la explotación del gas del golfo fue suspendida sin pena ni gloria luego de su fracaso inicial; la formación del banco del afiliado BIESS, como banco de inversión en lugar de ahorro y crédito, que continúa financiando al Gobierno como la desprestigiada Comisión Técnica de Inversiones del IESS. Ni mencionar la construcción de una nueva refinería que ha quedado en primera piedra y la repotenciación de la Refinería de Esmeraldas.

El presidente que dice ser socialista, que ataca al capitalismo, ahora quiere su capital. Quiere pedirle dinero a Warren Buffet para no explotar petróleo en el Yasuní, al multibillonario inversionista en bonos y acciones de compañías en mercados del mundo, que son la máxima representación del capitalismo, constantemente repudiado por el presidente que ahora dice querer potenciar el mercado de valores, después de haber criticado a este sistema, de haber acusado a los bancos de inversión internacionales por la crisis mundial, de haber proclamado el colapso del capitalismo. ¿A quién hay que recurrir en las bolsas de valores para la emisión de acciones de una compañía? A los bancos de inversión, a los mismos que han sido señalados por el presidente como culpables de todos los males del mundo.

Lamentablemente para desarrollar la economía, impulsar las bolsas de valores, incentivar la formación de compañías le falta un ingrediente, que este gobierno se ha encargado de eliminar paulatinamente a través de sus cuatro años de gestión: credibilidad.

Así como se desconfía de Cuba, que durante la crisis producida por la caída de la cortina de hierro ya experimentó con impulsos al sector privado para luego revertirlos cuando su economía se recuperó, el presidente no genera confianza porque por cuatro años ha dicho que es estrategia de este gobierno causar incertidumbre y como resultado tenemos desempleo, pobreza, delincuencia y gente atemorizada; porque apenas unas semanas atrás dijo ser partidario de la destrucción creativa, que significa causar caos, destruir la economía.

No tiene credibilidad porque abusa de los recursos del Estado y gasta grandes cantidades de dinero haciéndose propaganda en un sistemático lavado de cerebro de nuestra población, lo que debería ser prohibido. No tiene credibilidad cuando dice que el machismo es violencia y se trata de hacer creer a la población que es un gobierno preocupado por las mujeres pero tenemos un presidente que las insulta, que las llama viejas peluconas, gordas horrorosas.

No tiene credibilidad su política de hacer de Ecuador un país sin violencia cuando está manchada de sangre por los constantes enfrentamientos provocados por el presidente, que no puede controlarse ni lo pueden controlar, porque sus actitudes erráticas y eufóricas se han constituído en un peligro ya no sólo para su guardia de seguridad y él mismo, sino para todos los ciudadanos ecuatorianos. Es paradójico que el presidente hable de eliminar toda manifestación de violencia cuando el 30 de Septiembre incitó a los policías protestantes a matarlo si tienen valor. Ni tiene credibilidad cuando trata de convencernos que supuestamente hubo un fallido golpe de Estado, un intento de magnicidio, un secuestro del presidente mientras nuestras preguntas siguen sin contestación: ¿Dónde están las balas? Están perdidas porque, según la información de prensa, la bala que mató a Froilán Jiménez no es de uso de la policía sino de los militares. ¿Dónde están los secuestradores? Sólo hay acusados sin pruebas contundentes, por haber estado en el momento inadecuado en el lugar inadecuado. ¿Dónde está el arquitecto de la conspiración? Me temo que en su mente.

No tiene credibilidad por ser tibio con la delincuencia, por su política de proteger a delincuentes, mulas del narcotráfico y considerarlos víctimas de la sociedad, por permitir la salida de miles de peligrosos delincuentes, por tener a los ecuatorianos desprotegidos, asustados, amedrentados por lo peor de nuestra sociedad, a tal punto que nos consideran lavandería andina, refugio de narcotraficantes y sospechosos de terrorismo internacional, que provoca inestabilidad en toda América Latina, con cientos de miles de cédulas falsas y extranjeros, incluyendo delincuentes, que entran y salen del país sin requisito de visas y control debido.

No tiene credibilidad porque no quiere solucionar estos problemas ya que su estrategia es causarlos. Por ese motivo busca culpables en otras personas y sistemas, tratando de esconder que han pasado 4 años de su gobierno y el resultado es igual o peor que en gobiernos corruptos del pasado a pesar de haber tenido apoyo de la población y cantidades de dinero, jamás vistas en nuestra historia, para introducir reformas y políticas que resulten en el progreso de nuestra patria. Le importa perpetuarse en el poder, lo que se nota cuando quiere militarizar al país por ley y que los militares hagan las funciones de la policía, es decir, quiere un estado de emergencia legal y permanente en nuestra patria porque su modelo de gobierno no es del pueblo y no es democrático.

No tiene credibilidad porque quiere callar a la prensa y opositores descalificándolos, insultándolos, a base de represión y miedo, en lugar de debatir con ideas y razonamientos lógicos. No tiene credibilidad cuando se desaloja a la Revista Vanguardia del edificio donde están sus oficinas y se llevan computadoras con información sobre investigaciones de corrupción.

No tiene credibilidad porque no admite culpabilidad por sus errores y en lugar de corregirlos busca culpables en otros como hacen los mediocres. No tiene credibilidad porque nuestro sistema de justicia no funciona, porque cuatro años de gobierno no han producido el cambio esperado, porque las leyes son flexibles con los delincuentes de cuello blanco. Los ecuatorianos queremos que se castigue fuertemente a jueces y fiscales corruptos, a servidores públicos corruptos, que seamos implacables con la corrupción venga de donde venga en lugar de esconderla y protegerla. No podemos olvidar a los comecheques del Ministerio de Deportes, los negocios por centenares de millones del Gran Hermano, los negocios en las visas a cubanos. No podemos olvidar la relación con las FARC, ni la manipulación de los bonos captada en los pativideos, ni los diezmos solicitados por el ex-profesor del presidente. No tiene credibilidad porque antiguos golpistas ahora defienden la disfrazada democracia en la que no se respetan las leyes. No tiene credibilidad porque ha irrespetado la constitución desde el mismo día que fue posesionado presidente. No tiene credibilidad porque mientras liberan a delincuentes, apresan a los que se oponen al Gobierno; porque acusan de terroristas a estudiantes que lanzan piedras mientras que los verdaderos terroristas, aquellos que causan terror no sólo intimidando sino secuestrando, torturando, asesinando, chantajeando, traficando drogas, son llamados beligerantes.

¡Qué lástima que el presidente subestime tanto la inteligencia de los ecuatorianos y crea que puede engañarnos tan burdamente! ¡Qué lástima que lo hace con nuestro propio dinero haciéndose propaganda, lo cual es inmoral! ¡Qué lástima que lo hace utilizando métodos que en otros países son prohibidos, lavándole el cerebro a la población ecuatoriana, y que debería prohibirse en nuestro país también! ¡Qué lástima porque en este ambiente no florecen los negocios sino la corrupción, el desempleo, la pobreza, la delincuencia, así nos diga ahora que quiere impulsar las bolsas de valores, bajar los impuestos, acelerar el proceso de constitución de compañías!