Megamente

Quiero comenzar esta última entrega del año, deseándoles a todos un Feliz 2011 y que nuestros más caros anhelos, se puedan cumplir o al menos iniciarse en el transcurso de los venideros días y meses.

Soy un fiel seguidor de la Ley de la Atracción, y estoy totalmente de acuerdo en sus preceptos en el sentido que uno atrae lo que continuamente visualiza o aspira y ansía tener, obviamente si trabaja para que esas metas se cumplan.

Dicho esto, no puedo más que derramar o transmitirles buenas energías para que el próximo año sea mejor que este, y que juntos velemos por un Ecuador más solidario y más productivo, en beneficio de todos los compatriotas.

El título de mi artículo se da luego de ver con mi familia la película del mismo nombre, en la cual, un villano que se apodera de una ciudad cansado de no tener rival con quien o a quien provocar, al haber eliminado al anterior “héroe”, diseña un contendor “bueno”, para que le hagan calor a sus maldades, pero con tal mala suerte, que el buen nuevo “héroe” se convierte en villano por serle más rentable, y Megamente termina combatiendo como bueno a “Titán”, su propio experimento, porque en un “ring”, no caben dos malos o dos buenos en una misma batalla.

Me hizo bastante gracia el argumento bastante trillado de la película, ya que por casualidad la semana anterior, conocí a un personaje de medios de comunicación de larga data, y en parte de nuestra breve conversación me preguntó: ¿Tú crees que Correa quiera acabar con el abogado Nebot?, a lo que le contesté que No, ¿Por qué?, porque el estilo de Correa es confrontacional, (el “ciudadano presidente” mismo lo mencionó), y sin un contendor superior a él, sus show de pugilato mediático, se le vendría abajo.

Nos tocaría a todos, a ustedes mis estimados lectores y a mí, discernir en esta historia real que estamos viviendo, quien es Megamente, quien es Titán, y quien o quienes habiendo sido en algún momento los héroes de la película, prefirieron colgar los guantes, y asumir un vida alejada de la realidad que nos rodea.

Considero que nuestra única oportunidad de salir adelante, es estando juntos y batallando por unos ideales y metas claras en favor de todos y en especial de los más necesitados, sin embargo políticas clientelares, muy de moda en estos seudos gobiernos de izquierda no nos llevan a ningún lado y lo único que obtienen es que las brechas sociales se marquen cada vez más en detrimento de un progreso sostenido y sustentable, pero como comenté en los primeros párrafos de esta entrega, soy un seguidor de la Ley de la Atracción, y dentro de mis visualizaciones y aspiraciones para el próximo año, estarán un Ecuador más unido, bajo el liderazgo de un Alcalde que ya debe hacer por mi País lo que ha hecho por una gran Ciudad.

FELIZ 2011; no nos convirtamos en el héroe Metroman de Megamente, que prefirió la vida tranquila y sin contratiempos a seguir contribuyendo en la seguridad de su Metrópoli, seamos nosotros mismos, seamos una sola voz exigiendo respeto y nuestro derecho a seguir progresando como Ciudad Destino, que esas sean nuestras aspiraciones para el nuevo año.